lunes, 1 de octubre de 2018

Sábado 06 de Octubre de 2018


“LA SABIDURÍA DIVINA”

PRIMERA LECTURA
JOB  42, 1-3. 5-6. 12-16

“Ahora te han visto mis ojos, por eso me retracto”

Job respondió al Señor: "Reconozco que lo puedes todo, y ningún plan es irrealizable para ti, yo, el que te empaño tus designios con palabras sin sentido; hablé de grandezas que no entendía, de maravillas que superan mi comprensión. Te conocía sólo de oídas, ahora te han visto mis ojos; por eso, me retracto y me arrepiento, echándome polvo y ceniza." El Señor bendijo a Job al final de su vida más aún que al principio; sus posesiones fueron catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas. Tuvo siete hijos y tres hijas: la primera se llamaba Paloma, la segunda Acacia, la tercera Azabache. No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les repartió heredades como a sus hermanos. Después Job vivió cuarenta años, y conoció a sus hijos y a sus nietos y a sus biznietos. Y Job murió anciano y satisfecho. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Job aparece en la Biblia como un hombre justo. Es alguien que practica escrupulosamente la Ley, como se ve claramente en los largos diálogos que tiene con sus amigos. Sin embargo, llegados al final del libro que lleva su nombre, oímos algo sorprendente: este hombre que sólo puede ser calificado de muy religioso sólo conocía a Dios "de oídas." La gran paradoja de Job es que está lleno de religión y vacío de Dios. Aunque "vacío" es un calificativo extremo, tal vez. Algo tiene de Dios, pero es sólo la noticia externa. Otros le han dicho. Tiene noticia de Dios y ha deducido muchas cosas de lo que Dios "debe" ser pero en realidad no se ha encontrado con Él.

Por cierto, muchos protestantes usan un argumento semejante a este en contra de los católicos, pues arguyen que la mayor parte de los católicos saben de religión pero no conocen el poder de la redención ni la obra personal de Cristo en ellos. Aunque el nivel de su ataque y las intenciones que ellos tengan pueden cuestionarse, creo que es saludable que nos dejemos cuestionar por Job, y sobre todo: es muy necesario que pidamos al Espíritu Santo la gracia de una experiencia viva, real, palpable del amor divino en nuestras vidas.

Salmo responsorial: 118
R. / Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

Enséñame a gustar y a comprender,
porque me fío de tus mandatos. R.

Me estuvo bien el sufrir,
así aprendí tus mandamientos. R.

Reconozco, Señor, que tus mandamientos son justos,
que con razón me hiciste sufrir. R.

Por tu mandamiento subsisten hasta hoy,
porque todo está a tu servicio. R.

Yo soy tu siervo: dame inteligencia,
y conoceré tus preceptos. R.

La explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo el más largo de todos, presenta la excelencia de la ley de Dios, entendida como la manifestación de la voluntad de Dios para el ser humano. Su cumplimiento le asegura el bienestar y la dicha. La urgencia de cumplir siempre la voluntad de Dios nace de la misma fe. Para nosotros se trata de “la ley perfecta del amor” que se encuentra en el Evangelio y se encarna en el seguimiento de Cristo.  

LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 10, 17-24

Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rato. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo." En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron." Palabra del Señor

REFLEXIÓN
Al retorno triunfante de los Setenta y Dos, Jesús cuida de que su misión y sus discípulos no caigan en la tentación del triunfalismo. Y, para contrarrestar esta amenaza, Jesús les ofrece dos antídotos que los preservarán de la tentación de la violencia y del prestigio, el primer antídoto es saber que se está obrando la voluntad de Dios. Los nombres inscritos en el cielo simbolizan el libro de la vida, que es una nueva forma de ver, sentir y actuar la salvación mediante la lucha contra las fuerzas del mal. El segundo antídoto consiste en reconocer que con Jesús se inaugura un momento nuevo en la historia, en el que las personas que han asimilado sus enseñanzas, no obstante su condición humilde, son capaces de obrar de manera eficaz en la transformación de las realidades del mundo.
Por eso miremos como la comunidad que camina en nombre de Jesús lleva consigo un proyecto tan bello que hasta los poderes instalados en este mundo se rinden ante el testimonio de sus anunciadores. Las fuerzas del mal retrocederán gradualmente. Pero su alegría más grande es porque sus nombres ya están en la lista de Dios. Este es para Jesús el método del actuar de Dios desde la pequeñez y la gratuidad. Y resulta tan hermoso experimentar este actuar de Dios que provoca en labios de Jesús, y unidos a Él en nuestros propios labios, un himno de la alegría, una alabanza, un método de oración para copiarlo y expresarlo en nuestras reuniones, en nuestras lecturas orantes de la palabra. Alabamos a Dios porque ha revelado a la gente sencilla, a esa gente de los barrios marginados, a esas mujeres luchadoras incansables en su trabajo evangelizador, a esas comunidades eclesiales de base insertas en la vida del pueblo. A tanta gente sencilla que no aparece en las portadas de los periódicos pero que van tejiendo la vida digna con los valores del evangelio.

ORACIÓN
Gracias Señor porque nos has hecho tus servidores(as), lo que nos permite una comunión intima contigo para siempre buscarte en medio de la dificultad, discernir de ella y encontrar remanso y respuestas para nuestra vida y nuestro ministerio. Amén

“Pidamos a Dios sabiduría para poder hacer obras de conversión personal y comunitaria”


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