viernes, 1 de junio de 2018

Sábado de 16 de Junio de 2018


“BASTE NUESTRA PALABRA”

PRIMERA LECTURA
1REYES 19, 19-21

“Eliseo se levantó y marchó tras Elías”

En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: "Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo." Elías le dijo: "Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?" Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Los profetas recibieron de Dios la capacidad de hablar no sólo con palabras sino también con actitudes señales y gestos. Un ejemplo muy típico es la escena que hemos visto en la primera lectura de hoy: Elías "echa el manto" sobre Eliseo, y este entiende ese gesto en su profundidad de llamado. Pero Eliseo va más allá. Si nos parece débil su actitud cuando pide plazo para despedirse de sus papás, es indudable la fuerza de su resolución cuando quema el yugo, que debía ser inmenso y muy costoso, para los parámetros de la época. "Quemar el yugo" es dejar cerrada la posibilidad de volver a la vida anterior; es cerrar con fuerza un capítulo de la propia vida.
Eliseo no quemó muchos yugos en su vida. Su historia quedó partida por la mitad con este encuentro con Elías. De ello aprendemos que no cualquier día ni cualquier voz son una invitación a "quemar el yugo." Es preciso un discernimiento, tanto más profundo cuanto mayores son las implicaciones que se siguen. Pero hecho el discernimiento, hay que llegar también al momento de la verdad, y si es el caso, darse la oportunidad de empezar una etapa distinta y nueva.
SALMO RESPONSORIAL: 15
“Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.”

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien."
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo, característico de Cuaresma, nos brinda la ocasión de hacer la experiencia más prolongada de intimidad con Dios. El salmista se consideraba "huésped" de Dios. La presencia de Dios en el templo es fuente de atracción constante y de alegría confiada. La presencia de Dios entre los seres humanos se hace definitiva a través de su Hijo Jesucristo quien es la luz que ilumina a todo hombre y mujer. Él puso su morada entre nosotros para hacernos participar de su vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5, 33-37

“Yo os digo que no juréis en absoluto”
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Sabéis que se mandó a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor". Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Estamos acostumbrados a ver a los dirigentes de las naciones jurar sobre los evangelios cuando asumen cargos públicos. Los hechos de corrupción que estallan día a día demuestran que fueron juramentos en falso. Jesús nos pide cortar con juramentos y promesas que no vamos a cumplir. Nos pide que al dar nuestra palabra seamos honrados, íntegros y confiables. Que lo que digamos, no sea producto de un hablar de los labios para afuera, sino que brote de nuestra verdad interior. Coherencia, honestidad, sinceridad, convicción, verdad, nos darán libertad y nos harán seguir más de cerca los pasos de Jesús de Nazaret, el hombre que por su integridad, hizo acontecer, con su palabra y su obra, el Reinado de Dios en nuestra historia. Jesús fue el SÍ de Dios a la Humanidad. Un Sí definitivo a la vida, dado para siempre por Dios y transformado en Palabra Creadora de nueva humanidad. En Él hemos recibido la salvación sin merecerla. Cumpliendo la Ley del Reino nos hacemos más hijos de nuestro Padre Dios y más hermanos de Jesús y de nuestro prójimo.

ORACIÓN
Padre Misericordioso, la inconstancia en nuestra manera de actuar nos aleja de ti y no nos deja cumplir tu voluntad y aleja también a las personas que nos rodean y que son más débiles en la fe. Haznos verdaderos testigos de tu amor; danos firmeza, decisión y valentía a la hora de dar testimonio tuyo ante los demás. Qué nuestras palabras y acciones reflejen verdaderamente lo que llevamos por dentro. Amén.

“Seamos fieles seguidores(as) de Jesús hablando siempre la verdad, que nuestras palabras reflejen nuestra alma, porque nada tenemos que esconder”


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: