martes, 1 de mayo de 2018

Viernes 18 de Mayo de 2018

“LA ACCIÓN QUE CONFIRMA EL AMOR A JESÚS”

PRIMERA LECTURA
HECHOS 25,13-21

“Un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo”

En aquellos días, el rey Agripa llegó a Cesarea con Berenice para cumplimentar a Festo, y se entretuvieron allí bastantes días. Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: "Tengo aquí un preso, que ha dejado Félix; cuando fui a Jerusalén, los sumos sacerdotes y los ancianos judíos presentaron acusación contra él, pidiendo su condena. Les respondí que no es costumbre romana c eder a un hombre por las buenas; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores, para que tenga ocasión de defenderse. Vinieron conmigo a Cesarea, y yo, sin dar largas al asunto, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a este hombre. Pero, cuando los acusadores tomaron la palabra, no adujeron ningún cargo grave de los que yo suponía; se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo. Yo, perdido en semejante discusión, le pregunté si quería ir a Jerusalén a que lo juzgase allí. Pero, como Pablo ha apelado, pidiendo que lo deje en la cárcel, para que decida su majestad, he dado orden de tenerlo en prisión hasta que pueda remitirlo al César."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El nuevo gobernador romano en Judea, Porcio Festo, mantiene detenido a Pablo en Cesarea, a donde lo han trasladado para mayor seguridad. Y aprovecha la visita del rey Agripa y su hermana Berenice para explicarles el caso de este Pablo, uno de los más curiosos que ha heredado de su antecesor Félix. Festo, como todos los personajes romanos que aparecen en el libro de los Hechos, se muestra respetuoso de la ley y deseoso de que triunfe la justicia. A nosotros nos interesa sobre todo el modo cómo él resume la discusión entre Pablo y los judíos. Se trata de asuntos de religión. Y como Pablo ha apelado al César, al gobernador no le queda más remedio que mantenerle en prisión hasta el momento en que se organice la travesía hacia Roma de algún barco oficial.

SALMO RESPONSORIAL: 102
R. / El Señor puso en el cielo su trono.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R.

El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este himno de alabanza a Dios comienza en forma de diálogo entre el salmista y su propia alma. Su tema es la infinita bondad del Señor, que se brinda incesantemente a los hombres, en especial a los débiles  y a los oprimidos. La actitud de Dios hacia los pecadores no es la de un Juez inapelable, sino la de un padre bondadoso, que conoce a fondo la miseria del hombre. El poema concluye con una invitación a bendecir a Dios, dirigida a todo el universo.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 21,15-19

“Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas”
Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos." Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice: "Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: "Sígueme."    Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Amar a Jesús tiene implicaciones histórico-existenciales. No es un amor romántico, ni etéreo. El amor que Jesús pide y requiere vivir algo concreto. El Crucificado-Resucitado establece un diálogo con Pedro. Y este dialogo está en hacer que Pedro diga cuál es la dimensión de su amor a la causa de Dios. Y ese amor ha de ser testificado después en el camino en algo concreto , en  un amor comunitario. Por eso de inmediato la sentencia de Jesús: apacienta mis ovejas. Es en el servicio a la comunidad donde Pedro definirá el verdadero sentido del amor que Jesús le está pidiendo. Esto mismo es lo que Jesús pide a cada creyente hoy: Vivir el amor a Jesús de manera comunitaria Decir que amamos a Jesús no es lo fundamental en la vida de la Iglesia. Lo que es fundamental es testificar el amor a Jesús en el amor concreto a los hermanos y a las hermanas con los que hacemos comunidad cristiana. Allí nos jugamos la credibilidad. Allí somos fieles al amor recibido y hacemos creíble el misterio de la comunidad.

ORACIÓN
Oh Señor cuando no comprendemos lo que significa el encuentro real y profundo contigo caemos en pensamientos, palabras y actitudes que están fuera de lo que nos transmitiste con tu ejemplo de vida. Necesitamos entender el sentido de tu proyecto, aprender a amar a tu manera, a servir, a preocuparnos por las necesidades de los demás, a vivir comunitariamente como tú lo hacías y cumplir  la misión a la  que nos envías, como lo hiciste con tu discípulo Pedro. Ayúdanos y guíanos, Señor te necesitamos.  Amén


“En una sociedad que no quiere que le hablen de Dios, debemos dar testimonio, con valentía y convicción, sabiendo que el Señor está de nuestro lado

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