“TODO ES POSIBLE PARA QUIEN TIENE
FE”
PRIMERA LECTURA
SANTIAGO 3,13-18
“Si tenéis el corazón amargado
por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos”
Queridos
hermanos: ¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con
una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis
el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos,
porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es
terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y
toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y,
además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas
obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su
fruto es la justicia. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Volvemos
una vez más al tiempo ordinario en nuestro tiempo litúrgico, y lo hacemos iluminados
por la palabra del apóstol Santiago (que significa: Dios me protege), ¿conoces
algún Santiago?, compártele la promesa del significado de su nombre. Esta carta
es como un pequeño poema que exalta la sabiduría espiritual. En la tradición
bíblica se ha enseñado que el inicio de la sabiduría es el temor del Señor. En
esa misma línea Santiago nos recuerda el valor práctico de la sabiduría, y se
demuestra en actitudes de misericordia, justicia y paz. El apóstol, tal vez
motivado por la realidad de las primeras comunidades cristianas, donde algunos
se creían muy sabios hace una descripción sobre la verdadera y falsa sabiduría.
La verdadera sabiduría se conoce en la buena conducta, la bondad, la
amabilidad, la capacidad de comprensión hasta los otros, la sinceridad y la
misericordia, esta viene de Dios. En cambio el necio, el que no es sabio se
reconoce por su corazón, tiene rostro y palabras de amargura, su malgenio y
violencia constante, su envidia y egoísmo, su hipocresía y culto a las
apariencias, su tendencia siempre a crear conflictos y dividir. Esta falsa
sabiduría viene del diablo, cuyo nombre significa, el que divide. ¿En qué lugar
de los dos anteriores nos podíamos ubicar nosotros? ¿Qué clase de sabiduría es
la que conduce nuestra vida?.
SALMO RESPONSORIAL: 18
R./Los mandatos del Señor son
rectos y alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es
límpida
y da luz a los ojos. R.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del
Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la
revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para
terminar con una humilde oración. La revelación de Dios tiene su punto culminante
en Jesús, Palabra definitiva de Dios, camino, verdad y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 9,14-29
“Tengo fe, pero dudo; ayúdame”
En
aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al
llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a
unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y
corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le
contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le
deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina
los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han
sido capaces."
Él
les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta
cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en
cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando
espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa
esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado
al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros
y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene
fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo;
ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo,
diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a
entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se
quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero
Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en
casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo
nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con
oración." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En
tiempos de Jesús las enfermedades que no se podían explicar, eran atribuidas a
un demonio o espíritu impuro. Los discípulos se enfrentaron a un mal que los
sobrepasaba, por eso la gente y el padre del niño entre ellos, corren hacia
Jesús, pidiendo ayuda. Jesús se impacienta: ¿Hasta cuándo tendrá que soportar
la falta de fe en el proyecto de Dios que tiene poder para transformar la
sociedad? El poder del mal fue mayor que la capacidad de los discípulos. Jesús
invita a una fe sin vacilaciones. El padre del muchacho dice: “Si puedes"…
y Jesús replica vivazmente: “Cómo si puedes? Todo es posible para el que
cree"… Entonces escucha la conmovedora frase del padre: “Creo, Señor,
pero, aumenta mi fe”. ¿Hemos sentido la impotencia en la lucha contra el mal
que destruye la vida? ¿Qué le falta a nuestra fe para luchar más eficazmente
por una sociedad de acuerdo al proyecto de Dios? Que esta sencilla y humilde
confesión de falta de poder nos acompañe en nuestras súplicas, para que el
Señor complete la fe que nos falta.
ORACIÓN
Buen
Señor Jesús, concédenos en tu Espíritu la fe suficiente y una disciplina de
oración, para que podamos entrar en una verdadera comunión contigo y podamos
colaborar en la misión de generar vida y salud a las personas que nos rodean.
Aumenta nuestra fe. Que podamos reconocer tu obra en nuestra vida. En tu
Espíritu danos de tu fe y tu sabiduría. Amén.
“Cuando el corazón está amargado
por envidias y rivalidades o distraído en el egoísmo, difícilmente se podrán
hacer obras buenas a favor de los demás”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: