martes, 1 de mayo de 2018

Viernes 25 de Mayo de 2018


“INDISOLUBLE”


PRIMERA LECTURA
SANTIAGO 5,9-12

“Mirad que el juez está a la puerta”

No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero ante todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni pronunciéis ningún otro juramento; vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a ser juzgados. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN

Las exhortaciones prácticas del apóstol Santiago en la primera lectura de hoy nos remiten a situaciones que se pueden presentar en lo cotidiano de la existencia humana, precisamente porque la vida cristiana, aunque no le guste a muchos, no se trata o se circunscribe a ritos o celebraciones litúrgicas, sino es un estilo de vida que abarca todas las dimensiones de la existencia. Por eso Santiago hace útil recordar a la comunidad que nuestro seguimiento de Cristo implica evitar las murmuraciones, ser pacientes, soportar con serenidad las adversidades. Después de haber enfrentado cara a cara a los ricos y poderosos que se confían a sus riquezas explotando a otros, Santiago se dirige hoy directamente a los pobres,  víctimas de los anteriores y que el apóstol los llama con afecto (hermanos), poniéndoles como ejemplo a los profetas, los invita en medio de las tribulaciones a ser pacientes, constantes, sin perder nunca la esperanza en Dios. Es muy corta la vida, no vale la pena amargarse ni amargarle la vida a otros. Los invita a no jurar el nombre de Dios en vano, sino a ser claros y sinceros en todo. Ánima a la comunidad que atraviesa la adversidad de no cansarse de seguir obrando el bien.

SALMO RESPONSORIAL: 102
R./El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un canto de alabanza a Dios por la bondad que ha tenido con el pueblo y con el salmista en particular. En medio de la fragilidad del ser humano se revela la grandeza del amor de Dios. Al asumir el Hijo de Dios nuestra propia fragilidad, nos permite participar con Él de la misma herencia y nos revela la inmensidad del amor de Dios. 

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 10,1-12

“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”
En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio."Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Los fariseos no preguntan si es lícito que una esposa repudie a su marido. Eso no podía pasar en una sociedad machista y patriarcal. El único que tenía derecho a repudiar a su mujer era el varón. Como Jesús andaba por los caminos de Galilea en compañía de discípulos varones y discípulas mujeres, los fariseos ya saben que Jesús no sigue las normas de una sociedad machista y desigual. Jesús defiende la dignidad e igualdad de la mujer con respecto al varón. Rechaza la discriminación a que era sometida la mujer y reclama la igualdad del origen cuando Dios creó al ser humano. Toda desigualdad es fruto de la dureza del corazón, del egoísmo de los seres humanos. El Reino de Dios rechaza toda dominación, ni por causas económicas, sociales, políticas o de género. Mucho hemos caminado para lograr esta igualdad, pero mucho nos falta caminar todavía. Miremos nada más la cantidad de feminicidios que se suceden en nuestra sociedad y veremos que la realidad nos exige volver al evangelio de Jesús, día tras día, con más decisión y exigencia.

ORACIÓN
Padre de misericordia, que diste gran dignidad a la unión del hombre y la mujer, danos de tu Espíritu y ayúdanos a liberar y santificar nuestros ambientes familiares. Bendice, acompaña y protege nuestros hogares, fortalece a los miembros más débiles de nuestra familia. Que aprendamos juntos el valora del respeto la solidaridad y el perdón. Amén

“Dios hizo el matrimonio para que la pareja encuentre la unidad, el dialogo, el respeto, la comprensión…pero sin Dios como centro de la familia, la sociedad fracasa”



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