sábado, 1 de octubre de 2016

Miércoles 12 de Octubre de 2016


“LOS FRUTOS DE LA CARNE Y LOS DEL ESPÍRITU”

PRIMERA LECTURA
GÁLATAS 5, 18-25

“Los que son de Cristo han crucificado su carne con sus pasiones”

Hermanos: Si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley. Las obras de la carne están patentes: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, envidias, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, discordias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que los que así obran no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicio, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Contra esto no va la ley. Y los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Pablo considera la persona como un campo de batalla donde dos fuerzas opuestas libran un combate, ellas, son: la fuerza del instinto y la fuerza del Espíritu. El instinto mata la libertad y lleva a la esclavitud de los vicios que enumera esta primera lectura. El Espíritu, por el contrario, produce solo frutos de amor. Al hacernos discípulos de Cristo, optamos por la nueva ley interior del amor que brota de la acción del Espíritu. Los frutos del Espíritu Santo nacen en nosotros espontáneamente, en contraposición al dominio del pecado, que desde el interior quiere hacernos actuar, obligándonos al cumplimiento de las normas, presionándonos a actuar más por los criterios de la recompensa y del castigo. Los dones están dados para que los acojamos, pero siempre en libertad, hoy nos corresponde decidir si obedecemos a los instintos o si lo hacemos al Espíritu.

SALMO RESPONSORIAL: 1
R. / El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo, proclama la dicha de seguir fielmente la voluntad de Dios, manifestada para el israelita en la Ley. Se contrapone a la suerte que tendrán los que siguen el camino opuesto. Jesús también proclama dichosos a los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen. Seguir el buen camino es seguir a Jesús, camino verdad y vida.      

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11, 42-46

“¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros, juristas!”

En aquel tiempo dijo el Señor: "¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!" Un jurista intervino y le dijo: "Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros". Jesús replicó: "¡Ay de vosotros también, juristas que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!" Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Dios había regalado la Ley al pueblo para que supiera relacionarse con el hermano, velara por los derechos del extranjero y la causa del pobre. Con el tiempo la Ley se convirtió en yugo de opresión para la inmensa mayoría del pueblo. Dice un dicho “las leyes implanta, quien más las quebranta”, y esto parece decirles Jesús a los fariseos y a los expertos de la Ley. La propuesta de Jesús es que la Ley promueva vida y no sea obstáculo en la relación del pueblo con su Dios. En nuestra sociedad y comunidades de fe, a veces las leyes se convierten en cargas de opresión. Se valora más la ley que la justicia de Dios. Se imponen leyes desde púlpitos y escritorios para los demás, pero no para quién las elabora. Nuestras teologías e interpretaciones bíblicas y homilías, siguen a menudo “la ley del embudo, para mí lo ancho y para ti lo agudo”. Hoy el evangelio nos invita a tener la Ley, la Biblia, en una mano, y la compasión y la justicia de Dios en nuestro corazón.

ORACIÓN
Padre Dios, queremos hacer en este día una sincera alabanza para Ti, que nuestras palabras expresen el profundo amor que te tenemos y que nuestros conocimientos reflejen el gran deseo de ser como Tú. Enséñanos a escuchar y a esperar en tu amor, a confiar en tu promesa, a entender tus palabras, a servir a los demás desde el amor. Queremos hoy y siempre, estar contigo, porque Tú  nos animas y reconfortas. Amén.

“Solo una vida guiada por el Espíritu Santo, puede producir el bien y hacer posible que las acciones y palabras estén al servicio de los demás ”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: