jueves, 1 de octubre de 2015

Viernes 09 de Octubre de 2015



“EL REINO DE DIOS ES MÁS FUERTE QUE EL MAL”

PRIMERA LECTURA
JOEL 1,13-15;2,1-2

“El día del Señor, día de oscuridad y tinieblas”

Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por muchas generaciones. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El oráculo de Joel es fuerte: un grito de dolor y de denuncia; también un llamado a emprender el camino del arrepentimiento y del temor al Señor. ¿Qué destacar en esta palabra vigorosa de hoy? Estamos ante un llamado esencialmente comunitario. Lo personal, como es la conversión, no riñe con lo genuinamente comunitario, nos dice el profeta: "Hagan penitencia y lloren...; giman, ministros del altar; vengan, acuéstense en el suelo... Promulguen un ayuno...". El motivo de la exhortación que hace el profeta a la penitencia y la ayuno es la catástrofe económica que se acaba de producir debido a una gran plaga de langostas que ha destruido las cosechas. Para el profeta es un claro juicio de Dios, contra el relajamiento del pueblo, que ha descuidado su vida de fe.
Es un llamado al dolor, pero también a la reflexión. No hay penitencia sin dolor del alma por haber ofendido a Dios, eso está claro, pero el dolor de que aquí se trata no enceguece, no obnubila, no cierra sino que abre. Es el sentido de aquel clamor: "reúnan a los ancianos". En ellos se espera la sabiduría, como expresa Isaías 9,15: "
También hoy nosotros estamos llamados a escuchar la voz de Dios que nos invita a la conversión, a volver a nuestros pasos a Él, pues nuestra realidad actual, personal y comunitaria, está fuertemente marcada por una clara laxitud moral y religiosa, que nos va conduciendo a la decadencia y al fracaso.
¿Tendremos que esperar plagas, catástrofes, desgracias personales y colectivas para despertar de nuestra vida de fe? Las bendiciones diarias que nos concede el Señor, deberían ser suficientes para cambiar de vida y seguir siempre sus caminos.

SALMO RESPONSORIAL: 9
R. /El Señor juzgará el orbe con justicia.

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R.

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron. R.

Dios está sentado por siempre
en el trono que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Israel experimenta de manera especial la predilección de Dios cuando se ve atacado por sus enemigos. El salmista pide también protección a Dios frente a sus propias adversidades. La iglesia y cada cristiano tienen que confiar en el poder de Dios que se manifiesta de diversas maneras La presencia de Dios puede experimentarse también en el abatimiento.   

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,15-26

“Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros”

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios."
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Una de las mayores dificultades que afrontó Jesús en su ministerio fue el descrédito de sus obras. Sus adversarios no perdían oportunidad para calumniarlo o atribuir lo que él hacía a alguna intriga del Maligno. Tras esta actitud se ocultaba un gran pecado: no reconocer la acción de Dios. El afán de tener prestigio y ser reconocidos los hacía olvidar que la finalidad última de cualquier discurso religioso es reconocer a Dios allí donde él se quiere manifestar, y no, como hacían los fariseos, publicitar al propio partido o movimiento. La frase con la que concluye el primer episodio (v.20) nos ayuda a comprender la dinámica del bien, la bondad y el amor. Las obras buenas, la misericordia, la caridad eficaz se deben reconocer más allá de cualquier frontera. Nuestro deber como cristianos es colocarnos de parte de las personas que transforman positivamente este mundo de miseria y de dolor, aunque ellas no compartan nuestras convicciones religiosas.

ORACIÓN
Gracias Señor por este nuevo encuentro contigo, reconocemos nuestra necesidad de ti. Confesamos que a veces nos  enfriamos en nuestra relación contigo, dejamos de buscar tiempo para encontrarnos contigo, nos dejamos  sumergir en nuestros propios afanes del día a día. Pero sabemos que cuando volvemos a ti  con un corazón sincero, eres tu quien se nos acerca, nos escuchas  y nos bendices. Siguen   os enseñando en tu sabia,  amorosa y poderosa pedagogía. Aquí estamos, delante de ti Señor, abiertos a tu acción en nosotros. Amén


“Quien lucha por implantar el Reino de Dios en el mundo es una persona alegre, constructiva, que genera vida, amor y esperanza”

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