jueves, 1 de octubre de 2015

Lunes 12 de Octubre de 2015


“LA FE NO ES CREER EN APARICIONES O SEÑALES EXTRAÑAS”

PRIMERA LECTURA
ROMANOS 1,1-7

“Por Cristo hemos recibido este don y esta misión”

Los saluda Pablo, siervo de Cristo Jesús llamado por él para ser apóstol y apartado para anunciar el evangelio de Dios. Por medio de sus profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras. Es el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue constituido Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.

Por medio de Jesucristo recibí el privilegio de ser apóstol, puesto a su servicio, para que en todas las naciones haya quienes crean en él y le obedezcan. Entre ellos están también ustedes, que viven en Roma. Dios los ama, y los ha llamado a ser de Jesucristo y a formar parte del pueblo santo. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La Carta a los Romanos es, por muchos aspectos, la Carta Magna del cristianismo naciente, es la más extensa de todas las del NT, es también la exposición más amplia del mensaje cristiano que tenemos en los escritos del apóstol Pablo.
Pablo, que había recorrido buena parte de las provincias orientales del Imperio Romano predicando el evangelio, tenía intenciones de llegar también hasta las regiones occidentales del mismo (Ro 15,22–24.28). Este proyectado viaje incluía su paso por Roma, la capital del Imperio, para continuar después a España.
En la perspectiva de este viaje y para presentarse a una comunidad que él no había fundado, les escribe una carta, en la que expone algunos de los temas centrales de la fe y la vida cristiana, sentía que su responsabilidad se extendía también a la comunidad de Roma, compuesta en su mayoría por cristianos procedentes del paganismo.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R. / El Señor da a conocer su victoria.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y de la historia. La benevolencia y la justicia con que el Señor gobierna a su Pueblo se manifiesta, de manera arquetípica, en las figuras de Moisés, Aarón y Samuel: ellos son, a un mismo tiempo, los mediadores de la Revelación divina y un ejemplo constante para los fieles (vs. 6-8). La triple aclamación al Dios “santo” (vs. 3, 5, 9) recuerda el canto de los Serafines de Is. 6. 3, y es un indicio del carácter marcadamente litúrgico del Salmo. El  despliegue del poder salvador de Dios llega a su punto culminante  en la encarnación de su hijo y en la victoria de este sobre la muerte y el pecado.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,29-32

“A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás”

La multitud seguía juntándose alrededor de Jesús, y él comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es malvada; pide una señal milagrosa, pero no va a dársele más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para la gente de Nínive, también el Hijo del hombre será una señal para la gente de este tiempo. En el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. También los de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se volvieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es mayor que Jonás. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La gente reclama una señal extraordinaria. Esa ha sido la lógica de todos los pueblos, en todos los tiempos: pedir señales extraordinarias para creerle a Dios. Jesús siente tristeza, y al mismo tiempo rabia, por esa actitud tan infantil del pueblo. Los judíos no aceptan que han estado rodeados de falsos mesías que los han incitado a las armas en nombre de Dios. Ahora reclaman una señal del cielo; pero Jesús responde con algo imprevisto e inimaginable. No habrá una señal irrebatible y poderosa por parte de Dios. El Padre de Jesús no funciona de esa manera ni entra en esa lógica. Dios no es el “Dios máquina” que interviene en la historia de los hombres imponiendo su poder aterrador. Dios no se mueve en la lógica infantil de los creyentes que necesitan señales o avisos sobrenaturales para actuar con radicalidad. La señal que recibirán no es la de un Dios “Todo-Poderoso” que se impone, sino la de un “Dios-Misericordioso” que se expone hasta la muerte en cruz. La gran señal de Dios es el Fracaso del Hijo del Hombre, su muerte, en manos de los poderosos, explotadores y detentadores de poder que se ensañaron contra la humanidad. Pero al tercer día resucitará.

ORACIÓN
Elevamos nuestra  oración de gratitud y alabanza a ti Buen Dios. Tú eres nuestro Padre, Pastor y Amigo, vida, verdad y camino. Todo lo que somos viene de Ti y hoy lo colocamos en tus manos. Gracias porque nos salvaste, rescatándonos de nuestras esclavitudes, gracias por hacernos tus hijos, herederos de tus promesas,  por la sangre derramada en la cruz,  por dar la vida por nosotros, gracias por vencer la muerte, gracias por tú Hijo Jesús que le ha dado sentido a nuestras vidas. Amén


“Jesús es el único signo de liberación, por eso ya no hay necesidad de revelaciones extraordinarias”

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