jueves, 1 de octubre de 2015

OCTUBRE 2015

APLICANDO LA LLAVE DE LA RESTITUCIÓN

El libro del profeta Joel, en el capítulo 2 increpa cuestionando al pueblo y hoy a nosotros: ¿Cuántos años has perdido a causa de la langosta que se ha comido tu cosecha? ¿Acaso los errores cometidos en el pasado, los egoísmos, las malas decisiones y ambiciones personales nos han robado el gozo, la paz, la felicidad y productividad?.
Tal vez hoy como el pueblo de Israel ante las palabras del profeta nos sintamos un poco desanimados al pensar en el tiempo que parece haberse perdido y que pareciera que nunca se volviera a ganar. Si es así, si ves que en alguna área de tu vida descubres pérdidas, frustraciones, tomemos las palabras que Dios trajo con el profeta como motivación pero como una práctica real para vivir: “Aunque hayan sido desobedientes por lo que tuve que reprenderles y disciplinarlos con la plaga de la langostas (Pruebas y adversidades) aún hay esperanza para ustedes mi pueblo. El Señor que es compasivo y misericordioso, lento a la ira y abundante en misericordia y bondad nos dice, les recompensaré y les restituiré todo lo perdido (Joel 2,25).”
Para aplicar esta llave de la restitución quisiera que tuviéramos en cuenta tres tareas o compromisos a realizar para poderlas vivir:
1.      Reconocer que nos hemos equivocado (Reconciliarnos): Si reconocemos la equivocación del pasado, el Buen Dios estará presto para escucharnos, perdonarnos y bendecirnos (Restituirnos); redimir o restaurar nuestro pasado y llenar de bendición nuestro presente y nuestro futuro de una vida de esperanza, sueños y realizaciones.
2.      Corregir los errores. Para recibir restitución yo tengo que enmendar los daños causados, pagar las deudas; para recibir restitución tengo que dar restitución a los demás.
3.      Apartarme o alejarme de toda situación, persona o tentación que me quiera volver a esclavizar en la deuda y el error. Jesús el Señor quiere y puede sacar cosas buenas del tiempo perdido de las oportunidades desperdiciadas de los sufrimientos y frustraciones. Él lo hace como Buen Pastor, Maestro de Misericordia enseñándonos a entender las debilidades que tenemos  y a corregir y levantarnos de los errores cometidos para vivir en restitución.
 Aunque los días y quizás los años anteriores puedan haber sido arruinados, desperdiciados o frustrados, ánimo, levántate en el nombre del Señor.  No tengas miedo, Dios está deseoso y ansioso de restaurarnos, recompensarnos y restituirnos. Y de hacer un nuevo hoy, un árbol nuevo de nuestra vida que de fruto abundante. A partir de este nuevo mes, que sigamos trabajando, luchando, pero que disfrutemos del fruto de nuestro trabajo como signo de la restitución. Lo que hemos aprendido de los errores del pasado, ahora puede ser toda una escuela de aprendizaje para compartir con otros,   que están atravesando la misma situación. De tal manera la restitución se convierte en un servicio o apostolado, de entrega generosa a los demás.
Oro por ti, los tuyos, tus proyectos para este nuevo mes. Pido al Señor que tú también lo hagas, haciendo una declaratoria de fe, para que este nuevo mes el dueño de la vida nos llene de su bendición, recompensa y restitución. Amén.       
Roberto Zamudio    


DÉCIMA LLAVE DE BENDICIÓN: LA RESTITUCIÓN

Abordaremos en este mes una enseñanza que en el nombre del Señor Jesús se que traerá grandes bendiciones a todos los que presten un  oído  atento a esta llave que la llamaremos RESTITUCIÓN. 
El apóstol Pedro interpela a Jesús, sobre esta llave: “Nosotros, lo hemos dejado todo por seguirte, ¿Qué sacaremos de todo esto?”; y en seguida Jesús le responde a Pedro y en él a todos los discípulos(as) del ayer, hoy y siempre: “Les aseguro que todo el que por mí y la causa del evangelio haya dejado casa, hermanos, madre, padre, hijos y terrenos, recibirá en esta vida cien veces más de lo dejado y en la edad venidera, la Vida Eterna.” (Marcos 10,28-31).
Restituir es devolver, recompensar, restaurar o reivindicar. Eso es exactamente lo que Jesús hace caer en cuenta al apóstol Pedro en el pasaje que hemos citado: Nadie que lo deje todo e invierta en Jesús y su proyecto de vida se quedará sin recibir cien veces más como restitución. Si Dios restituye al ciento por uno y si las matemáticas no fallan, significa que paga un interés del 10.000%.  No hay entidad financiera que otorgue ese beneficio en ninguna parte del mundo. Por supuesto la restitución es gratuita; pero también pensemos que para que me devuelvan, restituyan, restauren  o reivindiquen algo, tengo que haberlo perdido, es necesario que se me haya envejecido o dañado o se me haya desconocido u omitido.
Profundicemos un poco más este tema de la restitución tratando de mirar algunas etapas o niveles de ella misma:
1.      DESPOJO Y RESTITUCIÓN: Pedro el apóstol tiene derecho para reclamarle a Jesús, posee autoridad moral para hacer su pregunta: “¿Qué sacaremos nosotros con seguirte?”. Recordemos que Pedro junto con su hermano Andrés y con Santiago y Juan conformaban una microempresa de pesca en el lago de Galilea; allí mismo en su trabajo y entorno, Jesús se presenta ante ellos y les hace una propuesta: “Vengan, coman y síganme”. Pedro y los otros sin vacilar lo dejaron todo y se marcharon tras el Nazareno; por eso Pedro dice ahora: “Bueno, Jesús tu predicas muy lindo, pero yo deje todo por ti, ¿Qué es lo que voy a recibir a cambio? La respuesta de Jesús no admite interpretación, es directa y explícita: “Recibirán recompensa o restitución, cien veces más”. La promesa no es para unas pocas personas, no se trata de algo selectivo,  sino más bien colectivo, es para todos. Repito, ninguno que se haya despojado y haya  invertido su vida en Jesús se quedará sin restitución o recompensa. Donde dice terrenos hay que entender riquezas en general, pues toda clase de tesoros estaban representados en la tierra que era la gran posesión de ese tiempo y sigue siéndolo hoy, de tal manera que la restitución que ofrece Jesús es práctica es palpable, es decir es algo real.
2.      RESTITUCION TEMPORAL Y ETERNA: Es fácil entender los dos niveles de restitución marcados por Jesús: el primero nos habla de una restitución temporal, es decir ahora, en este tiempo, aquí en la tierra. Una restitución al 100% en nuestro paso aquí, por este planeta, algo para disfrutar en nuestra vida actual. En cambio el segundo nivel o promesa ofrece una restitución o recompensa eterna, interminable: en la edad o tiempo venidero, la Vida Eterna.  Quizás como en el pasado se perciben dos corrientes igualmente erróneas en el evangelio.  Como decían unas abuelas, hay gente que siempre le andan buscando patas al gato. Y algunos creen se las han encontrado. La primera corriente nos dice que la vida terrenal no es importante para Dios, que Jesús nos da las cosas espirituales pero no las materiales, que su función al hacerse hombre se ha limitado a entregarnos la vida eterna después de que muramos. Eso es una mala  interpretación y distorsión  de la Palabra de Dios. La segunda corriente que hoy se busca y se anuncia tanto, es un manual de “Exitología”, triunfalismo, pare de sufrir, de actitud mental positiva y cosas así por el estilo (Nueva era), una búsqueda de Dios facilista y triunfalista, solo para el momento y aquí en la tierra, pero nunca para trascender, nunca pensando en la otra y Eterna Vida, es decir la del cielo. Una distorsión aún peor que la anterior. Pero ¿qué dice Jesús? En el pasaje leído anteriormente el coloca el hacha en la raíz, el verdadero sentido de una balanza, es decir el equilibrio perfecto: Hay una restitución eterna en el cielo, pero hay restitución temporal aquí en la tierra, en este tiempo. Sin sombra de confusiones en la perspectiva bíblica la restitución es terrenal y celestial.
3.      EJEMPLOS BÍBLICOS DE RESTITUCIÓN: 
-          Ismael  el Beduino: La historia es bien conocida. En vista de que Sara no podía tener hijos, ella y Abraham convienen en que el patriarca se acueste con la esclava Agar. El viejo Abraham ni corto ni perezoso hace su trabajo y como resultado nace Ismael. Pasado el tiempo la promesa de Dios se cumple y nace Isaac (Génesis 21, 9-13). Más adelante Ismael y su madre son exiliados y perseguidos por Sara y los de su misma tribu. Pero allí más adelante viene la restitución ofrecida por Dios a Ismael y su madre.  Ellos en realidad no se despojan, al contrario son despojados por viva fuerza, pero Dios es justo, misericordioso  y equitativo (Génesis 26, 8-9). Aquel que fue despojado de su padre y de su hermano por celos de Sara, recibe una completa restitución personal y “familiar”, es decir todos los descendientes de Ismael, que es  la raza o cultura conocida como árabe, ha recibió una gran recompensa de Dios que ha traído bendición no solamente a su cultura sino a la raza humana. Los ismaelitas o árabes han aportado inventos de importancia como el alcohol, el álgebra, los números arábigos, el alfiler, el alambre, el alcantarillado; una literatura excelente que bastaría con mencionar las mil y una noches; una arquitectura formidable, de la cual quedan vestigios en países como España. Como restitución de Dios los Ismaelitas o árabes miles de años después del despojo al que fueron sometidos en el desierto, son los dueños del petróleo y sus riquezas no tienen comparación. Los árabes hacen presencia en todo el mundo, y  es fácil observarlos como gente de éxito.
-          Raquel la estéril: Recordemos un poco la historia, Jacob ha tenido que salir de Canaán porque su hermano Esaú lo busca para matarlo por haberle robado la primogenitura (Génesis 29,31). Jacob exiliado de su tierra tiene que ser sometido al trabajo, la ley  y las trampas de su tío-suegro, que tiene varias hijas, pero que lo obliga a casarse primero con la más fea ( Lea) y no con la que a Jacob le gustó y empezó a amar (Raquel) . Jacob lucha durante 14 años de trabajo arduo por una mujer que resultó al final ser de vientre estéril (Génesis 29, 32-35). Pero Dios es justicia y equidad, y tiene una recompensa o restitución para Jacob y Raquel (Génesis 30, 22-24).  La gran restitución es José que quiere decir prosperador o multiplicador.
-          Otro ejemplo de restitución es José: Thomas Mann escritor alemán el único que ha ganado dos veces el premio Nobel de Literatura, escribió una de sus obras más importantes: José y sus hermanos” y fue él quien dijo que es la más bella historia que la humanidad conoce. El fruto de la restitución de Raquel fue José, que fue despojado por sus propios hermanos y vendido como esclavo precisamente a los ismaelitas. En Egipto fue a parar a la cárcel por negarse al acoso sexual de la mujer de su patrón. Y como sabía interpretar sueños proféticamente terminó ante el faraón ejerciendo este extraño oficio ( Génesis 41,38-44). Podríamos decir que quizás esta es la campeona de las restituciones: Un esclavo preso convertido en el gobernante más poderoso de la tierra. José también recibe una gran recompensa o restitución sentimental; una hermosa mujer a quien amar. (Génesis 41, 46-49). José también recibe restitución de Dios no solo personal, sino una gran cantidad de restitución a nivel familiar. (Génesis 41, 50-51)
-          Otro ejemplo de restitución es Job el desechado: Este antiquísimo libro de Job, contiene quizás el más bello poema del dolor humano. (Job 1,1). Destacamos las cualidades personales de Job: varón piadoso y perfecto, recto, temeroso de Dios  y apartado del mal (Job 1,2-3). Pero también nos tiene que quedar claro, que Job era un potentado, un hombre de alta clase social en su patria. (Job 1,4-5): Pero un hombre rico y santo, ¿Cuál es el problema que se presenta en la vida de Job? (Job 1,6-22). Después de esta narración de tantas calamidades que le llegan a Job, la gran clave es: Cuando viene la prueba, maldecir , quejarse e increpar a Dios es la actitud más incorrecta que se puede tomar; la mejor es guardar silencio, tener paciencia, creer y esperar la restitución divina.(Job 42,10-17). En torno a Job la gran lección que debemos aprender como una gran verdad y principio bíblico es esta: “ Dios restituye lo que Satanás roba”
-          Zaqueo: Para nadie es un secreto que a Jesús le gustan las malas compañías, es el caso del recaudador de impuestos, servidor de la Dian de esa época, Zaqueo. (Lucas 19,1-7). Los publicanos eran los recaudadores de impuestos que desangraban  a su propia gente quitándoles el dinero, con impuestos exagerados, que los serruchaban con los funcionarios de Roma. Eran desalmados y apátridas, por eso la gente los detestaba tanto. Pero un día Jesús viene a su casa le toca el corazón  y la mente, y Zaqueo entiende exactamente el principio de la restitución: la mitad de sus riquezas serán ahora para los pobres, si comprueba que ha defraudado a una persona le devolverá el dinero cuadruplicado. Así como era astuto para los negocios, lo es ahora para las leyes espirituales. La llave verdadera de la restitución consiste en que yo mismo debo restituir. Debo restituir amor, dinero, fama, honra, cualquier cosa que le haya quitado al prójimo, si no restituyo yo, no seré restituido. (Lucas 19, 8-10). El corazón del evangelio o mensaje de Jesús que es el Sermón del Monte o las Bienaventuranzas que es la Constitución Nacional del Reino de Dios nos habla de restitución. Jesús advirtió: si traes tu ofrenda ante el altar de Dios y te acuerdas que tienes un problema con tu hermano, deja tu ofrenda y ve primero y restituye a tu hermano y luego ve a presentar tu ofrenda.  Si yo restituyo recibiré restitución. Pero impacta sobre todo lo que afirma el Señor Jesús sobre Zaqueo: “hoy ha llegado la salvación a esta casa”. La salvación es la mayor restitución que Jesús nos da.
-          Pablo prisionero: Saulo de Tarso como se le conocía en el mundo judío, hombre notable y de buena fama, conocedor y cumplidor fiel de la ley. Que un día en su encuentro personal con Jesús en el camino a Damasco, decide despojarse de su orgullo, soberbia e intelectualidad, para asumir el amor misericordioso de Dios, y que como premio recibe la recompensa o restitución de ser verdaderamente libre, y encontrarle el verdadero sentido a la vida (Hechos 16, 35-39).
La restitución o recompensa que el Señor dio a Pedro, Pablo y todos estos personajes bíblicos, hoy también es para ti y para mí. El que dialogó hace más de dos mil años con los apóstoles, el que exhortó al joven rico a que entendiera la ley del despojo, generosidad y de la restitución, es aquel que se hizo hombre y vino a todos nosotros, porque estábamos  destituidos de la presencia del Dios Eterno, y Él al despojarse en la cruz de todo por amor a nosotros, se convirtió en nuestra verdadera y eterna restitución. 
Reflexionando en torno a este tema: ¿Has perdido algo en tu vida?____________
¿Dios te ha restituido en alguna área?____________________________________
¿Has restituido a las personas que le has afectado?_________________________
Citas Bíblicas
Despojo y restitución: Marcos 10, 28-31
Ismael: Génesis 21, 9-13
Raquel: Génesis 30, 22-24
José: Génesis 41, 38-42
Job: Job 42 10-17
Zaqueo: Lucas 19 8-10
Pablo: Hechos 16,37

“JESÚS, AL DESPOJARSE DEL TODO POR AMOR A NOSOTROS, SE CONVIRTIÓ EN NUESTRA ETERNA Y VERDADERA RESTITUCIÓN”
                                             
PROMESA BÍBLICA DEL MES.
“Recibirán cien veces más de lo dejado en esta vida y la Vida Eterna.” Marcos 10, 29-30


ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Buen Dios, en este nuevo día, que tu nos regalas, queremos desde el amanecer ofrecerte un pensamiento, sentimiento y palabra de gratitud alabanza y adoración. Te entregamos todo momento difícil, que estemos atravesando, toda adversidad, pérdida y equivocación. Te suplicamos, nos perdones por los muchos errores cometidos; regálanos una experiencia de tu amor misericordioso. Te pedimos misericordia y perdón por el daño causado a los demás y al planeta, que tú nos has prestado para amar, cuidar, proteger y suplirnos. Restituye esta tierra, nuestra vida y familia, y recompensa todo lo que nos ha sido robado. Ayúdanos a recuperar la memoria y la conciencia de misericordia, justicia y solidaridad, para que haya un equilibrio sano entre tus criaturas  y todo lo creado.
Queremos en este día, caminar de tu mano y seguir tus pasos y huellas, haciendo de este día un seguir construyendo esa nueva cultura y civilización del amor a la cual tú nos llamas e invitas. Te amamos Padre Dios, Creador, Liberador y Consolador nuestro, luz del mundo y especialmente de nuestra vida.  Amén.

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
Buen Jesús, a esta hora queremos recogernos ante tu presencia en medio de la noche, para darte gracias, alabarte y bendecirte por todo lo vivido durante esta jornada, experimentamos hoy tu amor, en tantas circunstancias, como el alimento material, el de tu Palabra, a través de la vocación y el trabajo físico que tu nos has regalado, ahí hemos experimentado como la fuerza de tu amor nos motiva y le encontramos sentido a todo lo que hoy realizamos. Todo lo vivido hoy sabemos es gracias a tu acción, que en desborde generoso de tu amor recompensas y restituyes a tus hijos e hijas, dándonos la oportunidad de levantarnos, corregir nuestros errores y comenzar un tiempo nuevo.

Según tus promesas de amor, vamos al descanso en esta noche seguros de que tu acción como segador, sembrador y cosechador de nuestro ser eres tú, aún de aquellos  corazones y vidas que no te reconocen, y que no han logrado una amistad y comunión contigo. Gracias por este sanador, restaurador y liberador sueño que me espera en ti.   Amén    

Jueves 01 de Octubre de 2015


“ENVIADOS(AS) A DAR A CONOCER LA RIQUEZA DEL EVANGELIO”

PRIMERA LECTURA
NEHEMÍAS 8,1-4A.5-6.7B-12

“Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al Señor, y todo el pueblo respondió: Amén, amén”

En aquellos días, todo el pueblo se reunió como un solo hombre en la plaza que se abre ante la Puerta del Agua y pidió a Esdras, el escriba, que trajera el libro de la Ley de Moisés, que Dios había dado a Israel. El sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era el día primero del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -pues se hallaba en un puesto elevado- y, cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: "Amén, amén." Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas explicaron la Ley al pueblo, que se mantenía en sus puestos. Leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: "Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis." Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron: "Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza." Los levitas acallaban al pueblo diciendo: "Silencio, que es un día santo; no estéis tristes." El pueblo se fue, comió, bebió, envió porciones y organizó una gran fiesta, porque había comprendido lo que le habían explicado. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
En la primera lectura de hoy son posibles varias reflexiones. Una que tiene su importancia es el trabajo conjunto de laicos y sacerdotes. Nehemías era un laico, un hombre de gobierno, una persona práctica; Esdras, en cambio, era un sacerdote, un hombre del culto y el templo, una persona de estudio y oración. Ambos fueron necesarios para ayudar a la restauración y renovación del pueblo elegido, una vez pasados los años espantosos del destierro en Babilonia. Estos libros, como Esdras y Nehemías en la Biblia, nos recuerdan que el plan de Dios es más complejo, más bello y más eficiente a la vez. Así como no hay que suprimir a los hombres para que las mujeres encuentren su lugar en la sociedad (ni lo contrario), así tampoco hay que eliminar a los laicos para que el clero se sienta bien, ni quitar a los sacerdotes para que el laico respire.

El texto de Nehemías de hoy nos trae otra reflexión y nos presenta un día santo en el que el pueblo entero, “todos los que tenían uso de razón”, escucharon la proclamación de la Ley, esa Ley que los distinguía del resto de los pueblos y les daba unidad y sentido. La tristeza por el panorama que habían encontrado al volver del destierro los llenaba de tristeza: desolación, destrucción, etc. Sin embargo, ahora estaban ante el acontecimiento de su salvación otra vez, era un día de fiesta, no había cabida para la tristeza. Existe una doble realidad; la historia no cambia mágicamente con la lectura de la Ley, siguen teniendo problemas, las circunstancias siguen siendo adversas, pero hay una alegría que surge de la conciencia de que Dios está en su historia y llena de sentido su lucha, sus búsquedas, su ser mismo.    

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y eternamente justos. R.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este Salmo se encuentran yuxtapuestos dos poemas de estilo y contenido diversos. El primero es un himno de intensa vibración lírica, que celebra la gloria del Creador manifestada en la armonía y grandiosidad del firmamento (vs. 2-7). El segundo  -que proviene de una época mucho más reciente- es un poema didáctico, en el que se describen las excelencias de la Ley divina.
A pesar de estas diferencias, la yuxtaposición de los dos poemas no es totalmente artificial, ya que así se establece un paralelismo entre las dos manifestaciones de la gloria de Dios: una en la Creación y en las perfecciones del universo, y otra en la Revelación concedida a su Pueblo, fuente de felicidad y de vida para los que la aman y aceptan sus exigencias.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 10,1-12

“La cosecha es abundante; los trabajadores, pocos”

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios". Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Estamos ante un pasaje rico en criterios sobre el seguimiento de Jesús. Se trata de una elección de dimensiones más universales y ecuménicas, dado que se nombra a setenta y dos, con el encargo de ir a todas las ciudades. El grupo es organizado en parejas y enviado de dos en dos, muy probablemente conformado por hombres y mujeres. Con las imágenes de una cosecha abundante y una escasez de trabajadores para recogerla, Jesús procura animar y motivar a sus oyentes para que, no siendo sordos a las urgencias misioneras, se integren a aquel colectivo de discípulos y discípulas. El envío exige condiciones frágiles y limitadas, sin provisiones para el camino. Sin embargo, esos misioneros llevan la fortaleza en la capacidad de trasmitir la paz, aceptar lo propio de las culturas, hacer valer el derecho a un salario, sanar a las personas enfermas, proclamar la llegada del Reino de Dios y denunciar públicamente su rechazo. – Quienes, llamados por Jesús, formamos parte de la comunidad cristiana, debemos hacer realidad la vivencia del Reino de Dios en medio de los conflictos, las crisis y las dificultades. Esto explica la expresión “enviados en medio de lobos”. – ¿Y nosotros, nos sentimos también enviados en misión?

ORACIÓN
Bendito Dios, Gracias porque tu Palabra es instrucción, nos abre el entendimiento y nos motiva a seguirte con responsabilidad y cumplimiento, en el amor, para salir, preferiblemente de dos en dos, a dar  testimonio de Ti con nuestra voz y acción. Ayúdanos a desarrollar una fe dinámica a ejemplo de los discípulos de tu época. Amén.

“Debemos contribuir en la búsqueda de un mundo más justo y humano”


Viernes 02 de Octubre de 2015

Santos Ángeles Custodios

“SER GRANDES EN EL REINO DE DIOS”


PRIMERA LECTURA
ÉXODO 23,20-23

“Mi ángel irá por delante”
Así dice el Señor: «Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedécelo. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios. Mi ángel irá por delante.» Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
En la fiesta de hoy sobre los ángeles, debemos tener claro, su existencia como servidores y mensajeros de Dios, que le pertenecen a Cristo, y fueron creados por Él y para Él. Su fin último es la de ser adoradores del Dios vivo.
En la primera lectura, Dios promete a Moisés, su  compañía, asistencia y protección a través de un ángel para cuando tengan que entrar en Canaán. El ángel acompañará y custodiará al pueblo para que cumpla fielmente el plan de Dios. En un sentido espiritual y práctico para nosotros hoy, la misión del ángel protector consiste en acompañarnos, defendernos y  protegernos en las acechanzas del mal, e interceder por nosotros, ante Dios en momentos de dificultad.

R. / Que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos

Tú que vives al amparo del Altísimo
y resides a la sombra del Todopoderoso,
 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío». R.

Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas. R.

No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol. R.

No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
porque Él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos. R

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este salmo es una exhortación  a tener confianza absoluta en la protección de Dios, en medio de toda clase de peligros y dificultades. La enseñanza de Jesús, quien nos invita a llamar a Dios “Padre nuestro”, hace aún más íntimo el sentimiento de confianza filial. 

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18, 1-5.10

“Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial”

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:

«¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?» Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. » Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En el evangelio el tema central no son los ángeles, sino la invitación de Jesús, desde la comunidad de Mateo a un cambio de mentalidad, es decir,  a la conversión del Reino de Dios.  Para ellos se vale de la imagen de los niños, cuya conducta se caracteriza por su sencillez, confianza y dependencia de sus padres o mayores. “Ser como niños”, según el evangelio consiste en asumir las exigencias del discipulado en Jesús.  Los “pequeños” son los predilectos del Señor, sus ángeles custodios ven siempre el rostro de Dios y están muy próximos a Él. Por eso, los discípulos de Jesús, en lugar de despreciar a los pequeños deben tratar de ser como ellos. Actualmente los ángeles se han puesto de moda. Libros, imágenes de todos los materiales posibles, joyas, cursos que enseñan a hablar con ellos, centenares de clubes o asociaciones de fieles, librerías especializadas y negocios para coleccionistas. Quizás el hombre actual, cansado de bienes materiales, desilusionado de los grandes proyectos filosóficos y políticos, reacciona huyendo hacia el esoterismo, la superstición, la magia y el satanismo. Tal vez, el éxito alcanzado en estos años por los ángeles está indicando la aspiración de salvación de quien se siente vacío y oprimido por la soberbia tecnológica y la insignificancia existencial. Por esto, debemos tener mucho cuidado, pues podemos caer en el gran error de dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden, elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en un fetiche o en amuletos de la buena suerte que nos hacen caer en la idolatría.              

ORACIÓN
Padre Bueno, danos un nuevo corazón, que  sea como de niño, capaz de maravillarnos  de las cosas sencillas de la vida, danos un sentir puro para ver siempre lo bueno y dulce de la vida y de cada persona. Guíanos hoy con tu Espíritu y con tus ángeles, no permitas que nos  apartemos de Ti, ni que olvidemos tu proyecto de vida. Que en este día nuestra vida se sintonice con tu amor y vivamos en tu gozo. Amén.

“Ser grandes en el Reino implica proteger y velar por el bienestar de los pequeños de Dios”

Sábado 03 de Octubre de 2015


“LA MISIÓN VA MÁS ALLÁ DE CIFRAS,  CONQUISTAS Y APLAUSOS”

PRIMERA LECTURA
BARUC 4,5-12.27-29

“El que os mandó las desgracias os mandará el gozo”

Ánimo, pueblo mío, que llevas el nombre de Israel. Os vendieron a los gentiles, pero no para ser aniquilados; por la cólera de Dios contra vosotros os entregaron a vuestros enemigos, porque irritasteis a vuestro Creador, sacrificando a demonios y no a Dios; os olvidasteis del Señor eterno que os había criado, y afligisteis a Jerusalén que os sustentó. Cuando ella vio que el castigo de Dios se avecinaba dijo: "Escuchad, habitantes de Sión, Dios me ha enviado una pena terrible: vi cómo el Eterno desterraba a mis hijos e hijas; yo los crié con alegría, los despedí con lágrimas de pena. Que nadie se alegre viendo a esta viuda abandonada de todos. Si estoy desierta, es por los pecados de mis hijos, que se apartaron de la ley de Dios. Ánimo, hijos, gritad a Dios, que el que os castigó se acordará de vosotros. Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, volveos a buscarlo con redoblado empeño. El que os mandó las desgracias, os mandará el gozo eterno de vuestra salvación." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Baruc nos recuerda una realidad cruda: la historia nos cobra los errores. El texto deja claro que no ha sido una cosa casual los dolores que el pueblo está asumiendo, porque tiene claro que las desgracias que les está abrumando las tienen bien merecidas: “Os entregaron a vuestros enemigos porque os olvidasteis del Señor que os había criado”. Sin embargo, aunque sabe que están pagando por los errores que cometieron y que eso no se puede obviar, también manda un mensaje de esperanza: “ánimo pueblo, ánimo hijos, gritad a Dios, que el que os castigó se acordará de vosotros, os mandará el gozo eterno de vuestra salvación.” Eso sí, deben convertirse a Él: “volveos a buscarlo con redoblado empeño”. Tengamos claro que el destierro ayudó al pueblo israelita a madurar su fe. Las pruebas de la vida nos templan, nos van puliendo, nos hacer revisar nuestros caminos y reorientar la dirección de nuestras vidas; los diversos acontecimientos de la vida, también las desgracias y las decisiones equivocadas nos recuerdan que somos frágiles y nos llaman a adoptar una actitud, ante Dios y ante los demás, no de orgullo y autosuficiencia, sino de humildad.

SALMO RESPONSORIAL: 68
R / El Señor escucha a los pobres.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas. R.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella. R.


OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO.
Lamentación de profunda emotividad de alguien que sufre diversas aflicciones y clama a Dios para que lo socorra  él personalmente y a todo el pueblo. Salmo frecuentemente citado en el nuevo Testamento que lo entiende como referido a Cristo el justo sufriente por excelencia, que confía plenamente en Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 10,17-24

“Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo”

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo."
En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó: "Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar." Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Ésta es una de las páginas más bellas del Evangelio de Lucas, que dimensiona los frutos de la misión. Quienes la asumieron en la fidelidad y la autenticidad exigidas por Jesús, retornan contentos y alegres, después de experimentar los poderes concedidos por Jesús. No reclaman para sí protagonismo alguno, sino que reconocen que los demonios se les sometieron en nombre de Jesús. Jesús confirma la práctica liberadora de los setenta y dos discípulos como la expresión de un poder para vencer todas las fuerzas malignas. Sin embargo, advierte sobre la actitud de alegrarse por aquel sometimiento, nada comparable con el hecho de estar inscritos en el cielo. La pretensión de engrandecerse por los frutos logrados en la misión, representa siempre una amenaza para el discípulo, que así se desviaría del camino. Jesús pronuncia una alabanza al Padre por el testimonio de quienes regresaron de la misión, distinguiéndolos claramente de quienes se consideran sabios y entendidos. La sencillez es realzada como criterio para comprender las cosas del Reino de Dios. Ahora bien, la relación de Jesús con el Padre, y del Padre con Jesús, consagra la divinidad de la revelación hacia el discipulado. –¿Entraremos también nosotros en esta bendición de Jesús porque hemos sido sus fieles testigos y mensajeros?

 ORACIÓN
Señor al hacernos tus hijos e hijas y abrir los ojos a las realidades de esta sociedad actual, nos convencemos que solo tu Palabra nos puede sostener, ella es alimento para nuestra vida, nos lleva a conocerte más y a interiorizar en nuestro ser. Ayúdanos a no decaer, a que siempre sea novedad y nos ayude a ver tu rostro de amor en el Espíritu. Amén.

“La gente necesita una iglesia que muestre la ternura de Dios y no una ONG. Su misión es: curar las heridas del corazón, abrir puertas, liberar…” (Papa Francisco).

Domingo 04 de Octubre de 2015


“LA UNIÓN MATRIMONIAL ES LA CREACIÓN Y BENDICIÓN DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 2, 18-24

“Y serán los dos una sola carne”
El Señor Dios se dijo: "No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él, que le ayude." Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presento al hombre. El hombre dijo: "¡Ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
En  la primera lectura nos encontramos con el segundo relato de la creación, que está centrado en la creación del hombre y de la mujer, ambos formados de tierra y aliento divino. Los dos son hechura de Dios, y por lo tanto deberían ser iguales, a pesar de su diversidad. Este texto nos presenta la creación de la mujer como un acto de amor con el que Dios completa la existencia de Adán.  La relación perfecta entre los dos no está garantizada ni escrita en su sangre: es una conquista de la libertad que ellos deben construir. Un proyecto de unidad que compromete la responsabilidad de cada uno.
Y veamos como tiene una ternura infinita descubrir este Dios que se ocupa de la soledad del hombre, aun después de hacer que desfilen ante sus ojos "todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo". Dios que "mira", que "cavila" en su interior y que busca el camino de la felicidad para el hombre. Como fruto de esa "mirada" entrañable, en la que no falta la compasión, llega la mujer. Por eso en los ojos de la mujer hay algo de esa mirada divina que, cuando mira, acaricia, protege, se preocupa, se involucra.
Dios había presentado al hombre "todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo" y el hombre los había visto; los había visto y los había nombrado. El acto de nombrar tiene una nobleza propia, que se acerca al acto de crear, pues está escrito: "Dios... da vida a los muertos y llama a las cosas que no son, como si fueran" (Rom 4,17). Mas esa nobleza también marca una distancia. Los ojos del hombre son aptos para eso, especialmente, para definir una distancia, que es la que permite considerar de modo más abstracto y objetivo, pero también más "frío" e "impersonal" todas las cosas. Por contraste, la mirada de la mujer, que emerge de cerca del corazón del hombre pero primero de cerca del corazón de Dios, es diferente. Ella no da un nombre sino que establece un vínculo. No hace del hombre una cosa ni quiere ser una cosa para el hombre. No una cosa sino una casa. En ella, el hombre encuentra la alegría que no sintió cuando nacía. En ella el hombre percibe la alegría de la gratuidad de su propio ser.
SALMO RESPONSORIAL: 127
R. /Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.

Tu mujer, como parra fecunda,
 en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.

Ésta es la bendición del hombre,
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.

Que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel! R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
La felicidad de los justos -constituida por los sencillos goces de la vida familiar- es el tema central de este hermoso poema. Al final del Salmo (v. 5), el horizonte se amplía, y la felicidad personal aparece estrechamente vinculada con la prosperidad de Jerusalén, centro de la vida nacional y fuente de bendición para todo Israel. La paz en el hogar es prenda de la prosperidad de todo el pueblo y de la iglesia casa de Dios.

SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 2, 9-11

“El santificador y los santificados proceden todos del mismo”.
Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El autor de la carta a los Hebreos nos dice que la pasión y la muerte de Jesús no son fines en sí mismos, sino solamente un camino hacia la resurrección y la salvación plena. Los cristianos no nos podemos quedar contemplando al crucificado del viernes santo, construyendo nuestra vida desde el dolor, el sufrimiento y la muerte. La misma epístola nos dice que el propio Jesús “en los días de su vida mortal presentó, con gritos y lágrimas, oraciones y súplicas, al que lo podía salvar de la muerte”. Esto quiere decir que él mismo luchó por encontrar una alternativa que no estaba sujeta a su voluntad sino a hacer la voluntad del Padre. Estamos en hora de superar todo tipo de devoción que se queda en la contemplación de los sufrimientos y dolores de Jesús y construir nuestra vida cristiana desde la esperanza que nos ofrece la resurrección.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 10, 2-16

“Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.”
En aquel tiempo, se acercaron unos fariseos y le preguntaron a Jesús, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandado Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne". De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre." En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio." Le acercaban niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el evangelio, los fariseos ponen a prueba a Jesús preguntándole qué piensa sobre el divorcio y si era lícito repudiar a una mujer. La respuesta de Jesús es significativa cuando caemos en cuenta de que, tanto en el judaísmo como en el mundo greco-romano, el repudio era algo muy corriente y estaba regulado por la ley. Si Jesús respondía que no era lícito, estaba contra la ley de Moisés. Por eso les devuelve la pregunta y les dice que la ley de Moisés es provisional y que ahora se han inaugurado los tiempos de la plenitud en los que la vida se construye desde un orden social nuevo, en el que el hombre y la mujer forman parte de la armonía y el equilibrio de la creación. La novedad de esta afirmación de Jesús saltaba a la vista; en su interpretación desautorizaba no sólo las opiniones de los maestros de la ley que pensaban que a una mujer se le podía repudiar incluso por una cosa tan insignificante como dejar quemar la comida, sino incluso, relativizaba la misma motivación de la ley de Moisés. Además tiraba por tierra las pretensiones de superioridad de los fariseos, que despreciaban a la mujer, como despreciaban a los niños, a los pobres, a los enfermos, al pueblo. Nuevamente, al defender a la mujer, Jesús se ponía de parte de los rechazados, los marginados, los ‘sin derechos’.
Pero como los discípulos en esto compartían las mismas ideas de los fariseos, no entendieron y, ya en casa, le preguntaron sobre lo que acababa de afirmar. Jesús no explicó mucho más, simplemente les amplió las consecuencias de aquello: “Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra la primera; y lo mismo la mujer: si repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.
El segundo episodio de nuestro evangelio nos presenta un altercado de Jesús con sus discípulos porque ellos no permiten que los niños se acerquen a Jesús para que él los bendiga. Los discípulos pensaban que un verdadero maestro no se debía entretener con niños porque perdía autoridad y credibilidad. Decididamente algo no era claro en ellos. No acababan de asimilar las actitudes de Jesús ni los criterios del Reino. Y Jesús se enojó con ellos; su paciencia también tenía límites y si algo no toleraba era el desprecio hacia los marginados. Y les dijo con mucha energía: dejen que los niños se me acerquen. ¿Con qué derecho se lo impiden, cuando el Padre ha decidido que su Reinado sea precisamente en favor de ellos? ¿No entienden todavía que en el Reino de Dios las cosas se entienden totalmente al contrario que en el mundo?
Los niños que no pueden reclamar méritos, carecen de privilegios y no tienen poder, son ejemplo para los discípulos, porque están desprovistos de cualquier ambición o pretensión egoísta y por eso pueden acoger el Reino de Dios como un don gratuito. De los que son como ellos es el Reino de Dios, dice Jesús.  Es necesario que nuestra experiencia cristiana sea verdaderamente una realidad de acogida y de amor para todos aquellos que son excluidos por los sistemas injustos e inhumanos que imperan en el mundo. Nuestra tarea fundamental es incluir a todos aquellos que la sociedad ha desechado porque no se ajustan al modelo de ser humano que se han propuesto. Si nos reconocemos como verdaderos seguidores de Jesús, es necesario comenzar a trabajar por la humanidad que a los débiles de este mundo se les ha arrebatado.
ORACIÓN
Señor Jesús, como Buen Maestro, hoy tú nos pones los puntos claros sobre el tema del matrimonio y sobre el valor de los niños, gracias por ser tan preciso y definido. Oramos y te recordamos a ti la situación de miles y miles de parejas en división, en separación y rompimiento. Danos un corazón de misericordia para acoger, comprender y animar a los hermanos, a las parejas sin juzgarlos ni condenarlos. Que la Iglesia sea para ellos como lo anda enfatizando en estos días el Papa Francisco, un signo vivo de tu presencia misericordiosa y una madre que los entiende y les ofrece una acción que los atrae, los acerca a ti y los transforma.  Amén

“El matrimonio consagrado por Dios protege la unión entre el hombre y la mujer, que Él mismo ha bendecido desde la creación del mundo, y que es fuente de paz y de bien para las personas y la sociedad”