sábado, 1 de noviembre de 2014

Lunes 3 de noviembre 2014


SAN MARTÍN DE PORRES

“PARA EL CREYENTE, LA VIDA ES CRISTO, Y HACERSE PEQUEÑO UNA  GANANCIA”

PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 2, 1-4
“Dadme esta gran alegría: manteneos unánimes
Hermanos: Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.
No obréis por rivalidad ni por ostentación, dejaos guiar por la humildad y considerad siempre superiores a los demás. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Es sabido que el apóstol tuvo una relación de particular amor con esta comunidad de Filipo, hacia la cual desplegó sentimientos de singular delicadeza y expresividad. Podemos decir que para los filipenses Pablo tuvo más el corazón de un amigo entrañable que el de un simple predicador o maestro.
Y desde esa relación cálida brotan los consejos que hoy hemos escuchado: unidad, paz, humildad. En la mente de Pablo estas tres realidades están tan conexas que se diría que son una sola. No es posible tener alguna sin tener las otras dos. Aunque, si pensamos bien, la raíz está en la humildad: de ella nace la capacidad de acoger, que engendra unidad, y la capacidad de perdonar y apoyar, que hace posible la paz.
La humildad, pues, no es una decoración espiritual o una virtud entre otras: es la condición ineludible para hacer presente el misterio de Cristo en medio de la comunidad. Esto explica el tono suplicante y firme a la vez con el que Pablo quiere que reine la humildad en medio de sus amados filipenses: "Si de algo vale una advertencia hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo, llénenme de alegría..."
SALMO RESPONSORIAL: 130
R./ Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre. R.
Espera Israel en el Señor
ahora y por siempre. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
El salmista en un acto de confianza humilde y serena se pone en las manos de Dios. Se puede relacionar este salmo con las palabras de Jesús “Si no cambian y se hacen como niños no entraran al Reino de los cielos

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14,12-14
“No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados” 
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."
REFLEXIÓN

La invitación de un fariseo a Jesús para que comiera en su casa se convierte en marco perfecto donde acontecen varias cosas: primera, Jesús sana a un hidrópico; segunda, Jesús demuestra con hechos cómo en el Reino no hay excluidos, y tercera, Jesús se pronuncia sobre algunas de las características más importantes del Reino.
Para Jesús está claro que en la construcción del Reino de Dios tienen que intervenir dinámicas y actitudes muy distintas a las que comúnmente se emplean en la sociedad. Digamos que lo más común y frecuente es que en un evento cualquiera, uno quiere estar entre los primeros puestos; siempre andamos carentes de reconocimiento, de alguien que se fije en nosotros; cuando se trata de relacionarse con otros, entablar lazos de amistad, de roce social, uno piensa en personas de “bien”, nunca en los ignorados de siempre, ¡y tanto que hablamos de los ignorados y excluidos!
Según la mentalidad de Jesús, en la realidad del Reino, las cosas funcionan de manera diferente. Deberíamos tener siempre a la mano estos criterios que nos da hoy Jesús para ir midiendo el grado de acercamiento o de distancia al ideal del Reino que todos queremos.
 ORACIÓN
Señor cuando nos llamas y comenzamos a pensar, ver y sentir diferente, es porque vamos descubriendo tu propuesta de amor misericordioso, dadivoso y servidor;  en este proceso necesitamos mucho de tu ayuda para poder vivir el servicio desde el abajarnos para pensar en el otro y brindarle nuestro ser para que crezca como persona, sin que nos hagamos notar. Ayúdanos en esta gran y maravillosa tarea, te lo pedimos Señor. Amén


“La renuncia del egoísmo da lugar a buscar el bienestar de la comunidad y el crecimiento de la personas”

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