JESUCRISTO,
REY DEL UNIVERSO
Llegamos con este domingo al final del año
litúrgico. La conclusión es sencilla, y sirve de título para la solemnidad de
hoy: Cristo es el Rey.
Como los pocos reyes que quedan en nuestro tiempo
son casi sólo figuras decorativas, quizás nos cuesta descubrir el poder de esa
expresión: el Señor reina, Cristo es el Rey. Tal vez la manera más directa de
reconocer el poder evocador que aquí se esconde es tomar la frase de modo
complementario, es decir, mirando nuestro ser en cuanto súbditos de ese rey.
Aunque son equivalentes, las dos frases "Jesús es mi Señor" y "Yo
soy siervo de Cristo" tienen diverso poder en el corazón y en la mente.
Pero no se trata de un asunto personal y
devocional solamente, como podría sugerirlo una expresión en primera persona:
"Él es mi Señor." Cristo es Rey de todos, no sólo de los que admiten
su reinado. El nombre completo de esta fiesta es: Cristo Rey del Universo, o
sea, Cristo como rey de todo y de todos.
“EL MOMENTO DE LA DECISIÓN
ES HOY”
PRIMERA
LECTURA
EZEQUIEL
34,11-12.15-17
“A vosotras, mis ovejas, voy a juzgar entre oveja y oveja”
Así dice el Señor Dios: "Yo mismo en persona
buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su
rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis
ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se
desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear -oráculo del Señor Dios-. Buscaré las ovejas
perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las
enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido.
Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja,
entre carnero y macho cabrío." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La imagen del pastor nos parece acogedora y
amorosa; la imagen del juez nos parece severa y casi amenazante. Uno de los
propósitos de la celebración de hoy es que sepamos complementar una imagen con
la otra: nuestro benigno pastor será también nuestro juez; nuestro juez
insobornable es hoy nuestro pastor. Así nos lo enseña Ezequiel.
El Dios que busca a las ovejas es el mismo que
juzga a las ovejas. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el amor
incondicional e inagotable nos conduce a un terreno en el que no vale disculpa
alguna. Precisamente porque Dios nos ha amado sin medida nos ha quitado toda
posibilidad de engañarnos. No hay excusas para el que se sabe amado,
radicalmente amado, gratuitamente amado, infinitamente amado. El amor total
elimina al engaño. El amor total hace brotar la verdad total.
SALMO
RESPONSORIAL : 22
R./ El Señor es
mi pastor, nada me falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar. R.
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUEMONOS A SU CONTEXTO
Este "Salmo de David",
es seguramente el salmo más conocido y más famoso de todos. Y cuando
David usó en el la imagen de un pastor que pastorea sus ovejas, sabía de qué
hablaba. Pues él mismo era pastor de
ovejas. “ ¿Quién es el pastor de David?
¡El Señor! A veces olvidamos que Jesucristo no solamente es nuestro Pastor,
sino también nuestro Señor. Él nos compró por el alto precio de Su Sangre. Nos
gusta la idea de que Él, como buen Pastor, tenga Su mano protectora extendida
sobre nosotros y día y noche nos guíe. Pero no siempre nos viene bien que Él
como Señor también dirija cada área de nuestra vida. Si no se lo
permitimos no es de asombrar la dolorosa
falta del buen Pastor.
SEGUNDA LECTURA
1 CORINTIOS 15,20-26.28
“Devolverá a Dios Padre su reino, y así Dios lo
será todo para todos”
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos:
el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido
la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la
vida. Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después,
cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando
Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado,
poder y fuerza. Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos
estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Y, cuando
todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo
había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
San Pablo nos ofrece otra perspectiva sobre el
misterio magnífico que hoy celebramos. El reinado de Cristo parecerá en
plenitud sólo al final. Nuestra historia, pues, tiene una dirección. No es el
monótono repetirse que parecía amenazarnos desde los estribillos del
Eclesiastés: "Nada nuevo bajo el sol" (Ecle 1,9). Cristo le da la
dirección, el sentido a la historia. Él es el sentido de la historia y sin él
la historia humana, individual o colectiva, es sólo una sucesión de deseos que
no satisfacen.
Pablo nos presenta al universo sometido a Cristo. La consumación
consiste en eso: el sometimiento a Jesucristo. Entonces es posible apresurar la
consumación. No es una fecha exterior al mundo, que caiga sobre el mundo porque
"estaba escrita" en algún lugar. Es a la vez algo inconcebible y algo
concebido; algo que viene de la más absoluta trascendencia, y que sin embargo
se despliega desde las entrañas de nuestra historia. Apresuramos la consumación
cuando apresuramos el reinado de Jesucristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 25, 31-36
“Se sentará en el
trono de su gloria y separará a unos de otros”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él,
se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las
naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las
cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: "Venid
vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde
la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me
disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me
vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y
te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te
hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y
fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo
hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y
entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me
disteis de comer, tuve sed y no me disteis de deber, fui forastero y no me
hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me
visitasteis." Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te
vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y
no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo
hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y
éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El
evangelio de la comunidad de Mateo, muestra el poder de Cristo como Rey que
hace la voluntad de su Padre. Con una bendición invita a los salvados a entrar
al reino que ya está presente pero al que sólo pueden entrar en el momento en
que el mismo Rey de la orden. Esta es una invitación
a todos nosotros para que en el momento del llamado al Reino, estemos
preparados, habiendo sido justos, misericordiosos, caritativos y serviciales
con nuestros hermanos. A la luz del pasaje de Mateo, que leemos hoy, queda
claro que si hemos de ser juzgados, la materia exclusiva de ese juicio será el
amor; y la calidad de mi amor la voy determinando yo en cada momento de mi
vida; así que no hay lugar para sorpresas cuando nos encontremos cara a cara
con Dios y Jesús como rey, que antes de ser juez, importante es pastor que ama
y siente compasión por sus ovejas.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, te reconocemos como nuestro Rey y
te amamos con todo nuestro corazón. Queremos establecer tu Reino amando y
sirviendo a los hermanos, pero también proclamando tus maravillas entre
nosotros. Queremos que tú vivas y reines en nuestro corazón. Que tú seas
conocido amado y servido como Rey a través de nuestras vidas. Señor Jesús, vida
de mi vida, Rey de mis amores, vive y reina en mi eternamente. Amén.
“Estamos
llamados(as) a leer en lo cotidiano el rostro de Cristo que viste el traje de
la miseria, el despojo y del multiforme rostro de la injusticia”
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