Inmaculada
Concepción
POR SU OBEDIENCIA
SE NOS HA DADO LA LIBERACIÓN
PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 3,9-15.20
“Establezco
hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer”
Después
que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: "¿Dónde estás?"
Él contestó: "Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba
desnudo, y me escondí." El Señor le replicó: "¿Quién te informó de
que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí
comer?" Adán respondió: "La mujer que me diste como compañera me
ofreció del fruto, y comí." El Señor dijo a la mujer: "¿Qué es lo que
has hecho?" Ella respondió: "La serpiente me engañó, y comí." El
Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho eso, serás maldita entre
todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y
comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre
tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el
talón."
El hombre llamó a
su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
REFLEXIÓN
Esta primera lectura forma
parte del relato yavista sobre la creación, cuyo esquema podríamos resumirlo
así: creado el hombre en una tierra desierta es trasladado al jardín del Edén.
Allí el Señor le impone un mandato; si lo cumple, vivirá feliz en el jardín….
Pero el hombre rompe el pacto y es expulsado del Edén. Aunque no se diga
explícitamente, este esquema es un relato de Alianza. Muchas veces Israel ha
roto el pacto con su Dios; la consecuencia no se hace esperar: el mal irrumpe
en la historia del pueblo elegido.
El mal de Israel siempre se
debe a la ruptura de esa Alianza. Y la meditación de esta continua experiencia
vivida lleva al autor sagrado a interpretar el origen del mal en este mundo
bueno, creado por Dios, como un acto libre del hombre. Las buenas relaciones
del hombre con Dios y con su mujer se han roto. No olvidemos nunca que esa es
una interpretación entre las muchas que se han dado a lo largo de la historia
para explicar el origen del mal en nuestro mundo. El problema siempre es
apremiante y miles de páginas impresas han tratado de explicarlo de alguna
manera.
SALMO RESPONSORIAL:
97
Cantad al Señor un
cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Cantad al Señor un
cántico nuevo,
porque ha hecho
maravillas:
su diestra le ha
dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a
conocer su victoria,
revela a las
naciones su justicia:
se acordó de su
misericordia y su fidelidad
en favor de la casa
de Israel. R.
Los confines de la
tierra han contemplado
la victoria de
nuestro Dios.
Aclama al Señor,
tierra entera;
gritad, vitoread,
tocad. R.
SEGUNDA LECTURA
Efesios 1,3-6.11-12
“Nos eligió en la
persona de Cristo, antes de crear el mundo”
Bendito
sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona
de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en
la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e
irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de
Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su
gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en
alabanza suya.
Por su medio hemos
heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que
hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo,
seremos alabanza de su gloria.
REFLEXIÓN
A
diferencia de lo que es habitual en las cartas de Pablo, la carta a los Efesios
no incluye al empezar ninguna acción de gracias con referencia a la vida
concreta de la comunidad a la cual se dirige, sino que se dispara de entrada
con una acción de gracias por la obra salvadora de Dios, de la cual hoy leemos
unos breves fragmentos, recortados, con el objeto de hacer resaltar, en esta
fiesta, el hecho de que Dios elige a los suyos para su obra.
El
himno comienza desde el cielo y desde antes del tiempo: todo proviene de Dios y
es él quien lo ha realizado todo, según su voluntad. Se puede destacar que este
“destino a ser sus hijos” no se refiere a la predestinación individual, sino
que tiene un sentido general, referido a todos de manera colectiva. Se puede
destacar un tema que se irá repitiendo a lo largo de la carta: que las obras
salvadoras de Dios son fuente de alabanza de Dios mismo.
LECTURA DEL EVANGELIO
Lucas 1,26-38
“Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo”
En aquel tiempo, el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la
virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo:
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó
ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
"No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y
María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El
ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para
Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel.
REFLEXIÓN
El pasaje del evangelio de hoy
resalta la convergencia de toda la historia de la salvación y el cumplimiento
de las promesas en la persona de Jesús, el cual nació de María, la joven
campesina de Nazareth, gracias a que ella acogió con obediencia y fidelidad el
mensaje del Señor. La actitud de esta mujer y su camino de fe fue ejemplar en
ella predominó la disponibilidad, la apertura a la iniciativa de Dios, la
atención y observancia de su palabra.
María, mujer pobre, humilde y
sencilla, de un lugar muy lejano del Templo de Jerusalén, le dice “sí” al
proyecto de Dios, acepta lo increíble y lo más deseado en la historia de su
pueblo, ser la madre del Mesías.
Los grandes planes de Dios
suceden en lo sencillo, en lo que no es importante para la estructura social,
política, económica y religiosa, es decir, en lo cotidiano, en los pobres. El
evangelista encierra esta ejemplaridad espiritual de María en una frase muy
sencilla: “Cúmplase en mi como tú lo has dicho”. María es la llena de gracia,
no porque su humanidad fuera superior, sino por su humildad. Por eso Dios la
enriqueció de dones que no guardó para sí, sino que comparte con todos la que
la hemos aceptado como la discípula perfecta, modelo de mujer, de hija, de
madre, de esposa. Su capacidad de percibir y acoger el misterio de Dios se deja
ver en su turbación que no es miedo ni vergüenza, más bien reconocimiento de su
condición de criatura y de pequeñez ante el creador. Con su apertura total al
dinamismo de Dios, el momento definitivo de la historia comienza para la
humanidad.
Celebrar la Inmaculada
Concepción de María es comprometernos con los planes de Dios para con la
humanidad: la salvación para todos, sin exclusiones ni divisiones. Y de
preguntarnos cómo estamos aceptando hoy la voluntad de Dios en nuestra propia
vida.
Las palabras: “No temas……el
Señor está contigo”, nos recuerdan también que Dios está con nosotros y que
hacemos parte de su proyecto salvador, porque los grandes planes de Dios
suceden en lo sencillo de nuestra humanidad, traspasando barreras culturales o
sociales.
El pasaje del
evangelio de hoy resalta la convergencia de toda la historia de la salvación y
el cumplimiento de las promesas en la persona de Jesús, el cual nació de María,
la joven campesina de Nazareth, gracias a que ella acogió con obediencia y
fidelidad el mensaje del Señor. La actitud de esta mujer y su camino de fe fue
ejemplar en ella predominó la disponibilidad, la apertura a la iniciativa de
Dios, la atención y observancia de su palabra.
María, mujer pobre,
humilde y sencilla, de un lugar muy lejano del Templo de Jerusalén, le dice
“sí” al proyecto de Dios, acepta lo increíble y lo más deseado en la historia
de su pueblo, ser la madre del Mesías.
Los grandes planes
de Dios suceden en lo sencillo, en lo que no es importante para la estructura
social, política, económica y religiosa, es decir, en lo cotidiano, en los
pobres. El evangelista encierra esta ejemplaridad espiritual de María en una
frase muy sencilla: “Cúmplase en mi como tú lo has dicho”. María es la llena de
gracia, no porque su humanidad fuera superior, sino por su humildad. Por eso
Dios la enriqueció de dones que no guardó para sí, sino que comparte con todos
la que la hemos aceptado como la discípula perfecta, modelo de mujer, de hija,
de madre, de esposa. Su capacidad de percibir y acoger el misterio de Dios se
deja ver en su turbación que no es miedo ni vergüenza, más bien reconocimiento
de su condición de criatura y de pequeñez ante el creador. Con su apertura
total al dinamismo de Dios, el momento definitivo de la historia comienza para
la humanidad.
Celebrar la
Inmaculada Concepción de María es comprometernos con los planes de Dios para
con la humanidad: la salvación para todos, sin exclusiones ni divisiones. Y de
preguntarnos cómo estamos aceptando hoy la voluntad de Dios en nuestra propia
vida.
Las palabras: “No
temas……el Señor está contigo”, nos recuerdan también que Dios está con nosotros
y que hacemos parte de su proyecto salvador, porque los grandes planes de Dios
suceden en lo sencillo de nuestra humanidad, traspasando barreras culturales o
sociales.
ORACIÓN
Gracias Padre
porque a través de la Mujer que escogiste como Madre de tu Hijo, nos enseñas el
verdadero sentido de la obediencia, de la entrega confiada para ser tomada como instrumento y permitir que llegue
el que nos libera de nuestras cegueras y nos convierte en seres dignos del
único y verdadero Dios de la vida y el amor. Amén.
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