NAVIDAD ES RESERVAR
TIEMPO PARA LO EXISTENCIAL Y PROFUNDO DEL SER
Llegamos una vez más al final de
año, una bella época que nos trae muchos recuerdos buenos y algunos tristes del
pasado, Diciembre, con sus sueños, ilusiones, frustraciones, mucha bulla y una
invitación a la alegría. La puerta de entrada al gran acontecimiento de la vida
de fe que es la Encarnación de Dios mismo (navidad)es precedido por un tiempo
de preparación (cuatro semanas) llamado en liturgia: Adviento.
Este Adviento en la espiritualidad
bíblica, señala el cumplimiento de la gran promesa de Dios y la espera del tiempo de su llegada
(el Mesías). Los relatos bíblicos tienen la intención de ir preparando el
camino de celebración a la llegada de Jesús en medio de nosotros. La Encarnación
de Jesús en medio de su pueblo se da desde una realidad o ambiente de familia,
de gente sencilla y creyente, muy solidarios entre si, que hacen que la
presencia del Mesías se haga realidad a través del signo de la reconciliación,
del servicio solidario entre los más pequeños, es decir lo pobres, los hambrientos
y sedientos, los desplazados, los sin techo, los enfermos, cautivos y oprimidos
de toda la historia humana. No olvidemos que el gran signo del nacimiento del
Dios Rey es sencillo: en vez de un palacio real y manjares
suculentos, es un pesebre humilde en medio de la naturaleza, sin mayor bien
material que el amor de los padres, el calor de los animales, con los
pastorcillos de ovejas como sus amigos y la visita de los extranjeros que
quieren venir a conocer al gran Rey.
En la ansiedad y afanes del mundo
y su sociedad de consumo, estos días, son caracterizados por el correr, la prisa, los trancones, el afán, el estrés,
las compras de regalos, las visitas y compromisos familiares y sociales; en
estos días en que también se celebran muchos grados, la gente se queja de que
no queda tiempo para nada, se endeudan más de lo normal. Por eso quisiera
invitarte a reflexionar sobre unas actividades o tareas urgentísimas, prioritarias
e importantes en este mes de diciembre.
Si vas a reservar tiempo en este
mes para muchas cosas, resérvalo principalmente para atreverte a se feliz, es
decir:
Ø
Reserva ante todo, primero y
siempre Tiempo para Dios, para que
Jesús nazca en tu corazón, para la vida espiritual, para la oración. No olvides
que la oración y la vida espiritual son la respiración par el alma; si no
respiras te mueres
Ø
Reserva tiempo para Amar, perdonar, reconciliarte, ser
solidario, generoso y compartir con los demás. En la entrega a los demás esta
la clave de la felicidad.
Ø
Reserva tiempo para Ti mismo(a), ámate, perdónate, tolérate,
respétate. Navidad es encontrarse consigo mismo(a) para poder encontrar al
otro.
Ø
Reserva tiempo para Reír, es ésta la música celestial que
trae paz al alma.
Ø
Reserva tiempo para Leer, infórmarte y fórmarte emocional y
espiritualmente, la lectura es la base de la sabiduría.
Ø
Reserva tiempo para Reflexionar, pensar y discernir, es ésta la fuente del buen vivir y de tomar las grandes decisiones.
Ø
Reserva tiempo para Trabajar, servir, ayudar a alguien, es
éste el precio del éxito.
Ø
Reserva tiempo para Divertirte compartiendo con los demás, es éste el secreto de la eterna
juventud.
Ø
Reserva tiempo para Hacerte Discípulo(a) del Gran Maestro,
y amigo de los demás, éste es el camino de la felicidad.
Ø
Reserva tiempo para Fijarte Metas, proyectos, para no perder
la ilusión y para seguir soñando, es este el medio de decirle no a la depresión
y de ir llegando poco a poco al verdadero proyecto de vida.
Ø
Reserva tiempo para Hacer Cosas Útiles y hacer Útiles a los Otros, ésta vida es demasiado corta para que sigamos
siendo egoístas e insolidarios.
Nosotros no perdemos tiempo en la
vida; lo que se pierde es la vida misma, al perder el tiempo. Navidad es una
oportunidad para hacer un alto en el camino y reflexionar, tomando la decisión
de no seguir dejando que la vida se nos vaya como agua entre las manos.
Deseo un feliz Nacimiento del Mesías
en tu vida, tu familia y ojala en nuevos proyectos que van a ser engendrados en este el
cumpleaños 2012 de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo.
Oro por ti y te bendigo declarando sobre tu vida y los tuyos un
nuevo año de bendición y anuncio de la gran promesa: “Tu tinaja no se verá vacía, a ti y a los tuyos en el nuevo año no les
faltara harina ni aceite”. 1°Reyes 17,16
“EL MEJOR REGALO DE LA NAVIDAD ES JESUCRISTO, COMPARTELO”
Roberto Zamudio