domingo, 1 de julio de 2012

Martes 17 de julio de 2012


EL SEÑOR PROTEGE ALOS SUYOS PERO ESPERA FIDELIDAD” 

PRIMERA LECTURA
Isaías 7, 1-9

“Si no creéis, no subsistiréis”

Reinaba en Judá Acaz, hijo de Yotán, hijo de Ozías. Rasín, rey de Damasco, y Pecaj, hijo de Romelía, rey de Israel, subieron a Jerusalén para atacarla; pero no lograron conquistarla. Llegó la noticia al heredero de David: "Los sirios acampan en Efraín." Y se agitó su corazón y el del pueblo, como se agitan los árboles del bosque con el viento.
Entonces el Señor dijo a Isaías: "Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear Yasub, hacia el extremo del canal de la Alberca de Arriba, junto a la Calzada del Batanero, y le dirás: "¡Vigilancia y calma! No temas, no te acobardes ante esos dos cabos de tizones humeantes, la ira ardiente de Rasín y los sirios y del hijo de Romelía. Aunque tramen tu ruina diciendo: 'Subamos contra Judá, sitiémosla, apoderémonos de ella, y nombraremos en ella rey al hijo de Tabeel.'
Así dice el Señor: No se cumplirá ni sucederá: Damasco es capital de Siria, y Rasín, capitán de Damasco; Samaria es capital de Efraín, y el hijo de Romelía, capitán de Samaria. Dentro de cinco o seis años, Efraín, destruido, dejará de ser pueblo. Si no creéis, no subsistiréis." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Hay ocasiones en que las circunstancias nos muestran nuestros límites de tal manera que casi nos vemos "obligados" a confiar, por la sencilla razón de que  no hay otra cosa que pueda hacerse sino abandonarse.

Algo así fue lo que vivió Ajaz, rey de Judá, cuando supo que sus enemigos del Norte se habían aliado y hacían ya campamento de guerra cerca de Jerusalén, como nos cuenta la primera lectura. En semejantes circunstancias, la voz segura y lúcida de Isaías hace una predicción asombrosa: no sólo será salvada Jerusalén sino que los enemigos serán aniquilados.

Humanamente hablando, allí no había nada que hacer. Al respecto es interesante comparar las actitudes de los hebreos del reino del Norte, aquí llamado "Efraín" y las de los reino del sur, es decir, Judá. La presión venía de más arriba, de Siria. Los de Efraín, con su rey Pécaj a la cabeza, caen en la desesperación y lo que hacen es aliarse con los opresores para convertirse ellos mismos en opresión hacia el sur, o sea, hacia Judá. Los del reino del sur, en cambio, inspirados por la serenidad de Isaías no hacen pactos con los enemigos sino que resisten en Dios. Los hechos le dan la razón al profeta: los del Norte, los de Efraín, de hecho desaparecieron como pueblo; los del sur, los judíos, subsisten incluso hasta el día de hoy.

La Palabra de hoy  a través de Isaías, al final nos muestra un mensaje distinto a los del mundo, "sino confían no subsistirán", tomémoslo hoy también para nuestra vida; la fuerza no es la de quien pone su confianza en sí mismo sino en el Señor y tendremos la victoria.

Salmo responsorial: 47
R. /  Dios ha fundado su ciudad para siempre.

Grande es el Señor y muy digno de alabanza
en la ciudad de nuestro Dios,
su monte santo, altura hermosa,
alegría de toda la tierra. R.

El monte Sión, vértice del cielo,
ciudad del gran rey;
entre sus palacios,
Dios descuella como un alcázar. R.

Mirad: los reyes se aliaron
para atacarla juntos;
pero, al verla, quedaron aterrados
y huyeron despavoridos. R.

Allí los agarró un temblor
y dolores como de parto;
como un viento del desierto,
que destroza las naves de Tarsis. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11, 20-24

“El día del juicio le será más llevadero a Tiro y Sidón y a Sodoma que a vosotras”

En aquel tiempo se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti". Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La Biblia nos muestra cómo la relación entre Dios y su pueblo está regulada por una alianza o pacto. La finalidad de esta alianza es crear unas condiciones religiosas, políticas y sociales que hagan posible una vida plena. Como toda alianza tiene unas exigencias, cuyo incumplimiento conduciría al desastre. La función de los profetas es ayudar al pueblo a tener conciencia de las implicaciones de esas exigencias, de modo que se garantice siempre el cumplimiento de ese pacto. Junto a esta oferta de salvación aparece la amenaza de un juicio inminente. El llamado que Jesús hace se inscribe dentro de esa tradición profética que encauza al pueblo por los caminos de salvación. Los signos proféticos de sanación y exorcismo que Jesús realiza tienen por función mostrar el poder que Dios tiene para salvar a su pueblo, pero también el inevitable juicio que sobreviene cuando no se asumen las condiciones de justicia y libertad que esa alianza exige. Los milagros no son sólo acciones espectaculares, sino auténticos signos proféticos que llaman a la conversión. ¿Qué llamado nos hace Jesús hoy y cómo podemos entender la dinámica de la salvación y del juicio en nuestra propia historia?

ORACIÓN
Cuantas cosas has hecho por tus criaturas, por los pueblos, por nosotros, pero parecemos robots que no tenemos el raciocinio para reconocer de dónde viene el auxilio, el amor y la protección. Por eso hoy nos postramos ante Ti suplicando tu misericordia para despertar conciencia y responderte como merece tu bondad y fidelidad. Este mundo no puede seguir cayendo en la pérdida del valor y el respeto por lo que Tú más amas: la vida y todo lo creado por Ti. Amén

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