San Francisco de Sales
“UNA ALIANZA PERFECTA”
PRIMERA LECTURA
HEBREOS 8,6-13
“Es mediador de una alianza mejor”
Ahora a nuestro sumo sacerdote le ha
correspondido un ministerio tanto más excelente, cuanto mejor es la alianza de
la que es mediador, una alianza basada en promesas mejores. En efecto, si la
primera hubiera sido perfecta, no tendría objeto la segunda.
Pero a los antiguos les echa en cara:
"Mirad que llegan días -dice el Señor-, en que haré con la casa de Israel
y con la casa de Judá una alianza nueva; no como la alianza que hice con sus
padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ellos fueron
infieles a mi alianza, y yo me desentendí de ellos -dice el Señor-. Así será la
alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días -oráculo del
Señor-: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en sus corazones; yo seré
su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el
otro a su hermano, diciendo: "¡Conoce al Señor!", porque todos me
conocerán, del menor al mayor, pues perdonaré sus delitos y no me acordaré ya
de sus pecados." Al decir "alianza nueva", dejó anticuada la
anterior; y lo que está anticuado y se hace viejo está a punto de desaparecer.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La antigua alianza era imperfecta; la
nueva es perfecta. ¿Por qué?, ¿Cuál es la diferencia?. Ambas son alianzas entre
Dios y el hombre. ¿Qué hace perfecta y por lo tanto eterna, a la alianza en la
Sangre de Cristo?.
La antigua alianza resultó imperfecta,
dice Dios, porque "ellos no fueron fieles a mi alianza y por eso los
rechacé" (Heb 8,9). Todo en una alianza radica en la palabra
"fidelidad"; destruida la fidelidad poco o nada queda de la alianza.
Así entendemos qué fallaba en el antiguo pacto: aunque señalaba apropiadamente
los términos, no podía hacer nada frente al problema de la infidelidad. Sólo
podía señalar y condenar el mal, pero no sanar las heridas que causa ni dar la
gracia necesaria para destruir su encanto y su fuerza.
Esto es lo nuevo que trae la nueva
alianza. En el pacto nuevo, sellado en la Sangre de Jesucristo, encontramos por
fin una respuesta al problema de la infidelidad humana. Jeremías, citado aquí
por la Carta a los Hebreos, ya lo había explicado, aunque algo
veladamente: "Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón;
yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Nadie tendrá ya que instruir a su
hermano diciendo: Conoce al Señor, porque todos me conocerán, desde el menor
hasta el mayor" (Jer 31,33-34).
La alianza perfecta está escrita
"en el corazón". No es un precepto externo que tenga que ser intimado
por una presión externa o por una exhortación continua. Las alianzas antiguas,
hasta la de Moisés, indicaban exteriormente cuál es el bien y cuál el mal pero
existían sólo como indicadores, y por lo tanto carecían de poder frente a las
insinuaciones del mal. La alianza nueva, la perfecta, indica, pero sobre todo,
mueve; impulsa interiormente; transforma el propio ser. Frente a esta novedad
maravillosa entendemos por qué de la anterior alianza se dice: "lo que se
vuelve viejo y anticuado, está a punto de desaparecer" (Heb 8,13), con lo
cual el autor de esta Carta desea que sus lectores comprendan los límites
irreversibles de la alianza que hasta entonces conocían.
SALMO RESPONSORIAL: 84
R./ La misericordia y la fidelidad se
encuentran.
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
La salvación está ya cerca de sus
fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.
R.
La misericordia y la fidelidad se
encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R
OREMOS CON EL SALMO
En esta oración se refleja la situación
espiritual de los que ya hayan pasado la prueba del exilio en Babilonia. La
repatriación de los cautivos “ha cambiado la suerte” de Israel y es una prueba
de amor del Señor hacia su Pueblo. Pero los vaticinios proféticos no se han
cumplido plenamente y la reconstrucción nacional se realiza en medio de las más
duras penalidades. Por eso la comunidad suplica al Señor que manifieste su
misericordia y le conceda la salvación, es decir que lleve a su pleno
cumplimiento la obra comenzada.
LECTURA DE EVANGELIO
MARCOS 3,13-19
“Fue llamando a los que él quiso y los
hizo sus compañeros”
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía
a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los
hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar
demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el
sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio
el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo,
Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo
entregó. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús desde la montaña, lugar que para
la tradición judía es el sitio donde reside Dios, llamó a los que quiso. La
llamada de Jesús no es para hacerse sacerdote, religioso o religiosa, tampoco
para hacerse catequista o líder de grupo eclesial. La llamada que Jesús hace
tiene una doble finalidad, bien clara y concreta, que hoy, más que nunca, se
hace necesario volver a asumir con el criterio evangélico original. Jesús llama
al grupo de los discípulos y sigue llamando a hombres y mujeres, para
estar con él. Ese estar con Jesús no es sólo para
orar, sino para llevar un estilo de vida como el de él y vivir las
opciones profundas y radicales que él vivió y por las que lo mataron los
poderosos de este mundo. Y la otra finalidad para la que Jesús llama es para
anunciar la Buena Nueva. Que no es un asunto de transmisión de
doctrinas, sino que es una manera concreta de llenar el mundo de bondad, de
justicia, de dignidad.
ORACIÓN
Gracias Señor por la comunidad de tus
discípulos. Gracias por llamarnos a nosotros también a la misión, que cada día
nosotros podamos comprometernos más contigo, a tal punto que seamos signos de
liberación y justicia para el nuevo pueblo tuyo. Te pedimos, que nosotros y todos
los que nos rodean y la humanidad toda llegue a caminar en tu proyecto de amor
y comunidad verdadera. Oramos, danos
gracias y bendecimos la vida de Luz Marina Triana en su cumpleaños. Amén
“La vida cristiana no es una guerra
de poderes, es un crecimiento en dones, talentos y carismas distintos en cada
persona, que surgen para dar testimonio del Único Dios”
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