“DIOS VENCE
NUESTROS CANSANCIOS”
PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 40, 25-31
“El Señor todopoderoso da fuerza al cansado”
"¿A quién podéis compararme, que
me asemeje?", dice el Santo. Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿Quién creó
aquello? El que cuenta y despliega su ejército y a cada uno lo llama por su
nombre; tan grande es su poder, tan robusta su fuerza, que no falta ninguno.
¿Por qué andas hablando, Jacob, y
diciendo, Israel: "Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi
causa"? ¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios
eterno y creó los confines del orbe. No se cansa, no se fatiga, es insondable
su inteligencia. Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido; se
cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que
esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren
sin cansarse, marchan sin fatigarse. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Dios es incomparable: así podría
resumirse el mensaje de Isaías el día de hoy. Comparar a Dios es reducir a
Dios. Comparar a Dios es poner al corazón en situación de escoger entre el Bien
y los bienes.
Es impresionante y brillante la
descripción de la soberanía de Dios en este pasaje. Es el grande que conoce los
detalles; es el inmenso al que nada se le escapa. Su conocimiento no es
general, sino próximo, inmediato. Su grandeza no le aleja, su cercanía no le hace
perder el conjunto. ¡Dios es bello y sabio!
Dios es también soberano porque
"no se cansa". Así como su inteligencia no pierde el detalle en el
conjunto ni el conjunto en el detalle, así su fuerza es magnífica en los
ejércitos del alto cielo y compasiva en los pobres que se sienten agotados.
Nadie lo cansa y él da fuerzas a los cansados. Nadie tiene lo que él tiene y
por eso nadie da lo que él da. Es el Incomparable.
SALMO RESPONSORIAL: 102
R./ Bendice, alma mía, al Señor.
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no nos trata como merecen nuestro pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este
himno de alabanza a Dios comienza en forma de diálogo entre el salmista y su
propia alma y luego continúa en el estilo propio de los himnos. Su
tema es la infinita bondad del Señor, que se brinda incesantemente a los
hombres, en especial a los débiles y a los oprimidos. La actitud de Dios hacia
los pecadores no es la de un Juez inapelable, sino la de un padre bondadoso,
que conoce a fondo la miseria del hombre. El poema concluye con una invitación
a bendecir a Dios, dirigida a todo el universo.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 11, 28-30
“Venid a mí todos los que estáis cansados”
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
"Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga
ligera." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Preparar el camino al Señor no es tarea
fácil, exige esfuerzo y constancia. Esta disciplina trae frecuentemente
cansancio y desánimo cuando las cosas no salen como deseamos y experimentamos
las inquietudes que el profeta Isaías nos presenta hoy sin embargo nos recuerda
que en el Señor podremos recobrar las fuerzas, continuar preparando el camino
sin fatigarnos. Cansado, agobiado, quemado son adjetivos que califican a muchos
que trabajamos por llevar la buena nueva, preparar el camino del Señor y
descubrir la desproporción entre los esfuerzos realizados y los escasos frutos
recogidos, pero no todo está perdido ya que el Señor nos invita a “ir a Él”
para comunicarnos su fuerza. Tomar su yugo y su carga es motivo de esperanza
pues nunca nos dejará de atender y dar respuesta a nuestras necesidades,
liberarnos de nuestras angustias y darnos confianza para vivir. El Adviento nos
invita a nunca dudar de Dios.
Cristo vino y sigue viniendo para
consolarnos, fortalecernos y liberarnos de nuestros miedos y angustias. ¿Crees
que Cristo te ofrece esperanza y paz interior?
ORACIÓN
Señor Jesús, te damos gracias y te
suplicamos que alimentes en nosotros los valores del Evangelio, de manera que
seamos tus fieles y comprometidos seguidores. Anímanos cada vez más en nuestras
limitaciones, en nuestros cansancios y dificultades, para que de igual forma,
nosotros podamos ayudar a aquellos que ven palidecer su fe en los avatares de
la vida. Amén.
“Hay muchos tipos de cansancio. El
creyente descubre que Dios no sólo alivia el cansancio sino que batalla a su
lado”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: