domingo, 1 de diciembre de 2024

DICIEMBRE 2024

 

"NAVIDAD: EL SUEÑO DE MARÍA"

 

Estamos en este mes comenzando un nuevo año litúrgico, y su comienzo es el tiempo llamado ADVIENTO, que son cuatro semanas que anteceden el gran tiempo y fiesta que es la NAVIDAD. Recordemos que el Adviento tiene tres grandes claves u objetivos:

 

1-      PREPARACIÓN: Para el nacimiento del Mesías

2-      PURIFICACIÓN, TRANSFORMACIÓN O CONVERSIÓN

3-      SERVICIO,  MISIÓN O ACCIÓN

 

Por estos días aparecen muchas historias de cuentos navideños, que especialmente circulan por las redes sociales, revistas o periódicos. Uno de tantas historias, quizás muy antigua que he leído se titula el Sueño de María, y más o menos dice así: “Tuve un sueño, José…, no lo pude comprender completamente, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo. La gente estaba haciendo muchos preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban sus casas, sus barrios, cuadras, veredas y fincas y compraban comida, bebidas, juguetes y mucha ropa nueva. Salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos. Eran unos días muy peculiares y curiosos, ya que los regalos, José, no eran para nuestro Hijo. Los envolvían con hermosos papeles de colores y los ataban con preciosos moños; todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, un hermoso árbol, José. La gente decoraba muy bien el árbol. Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban. Había una figura en lo alto que parecía una estrella o un ángel; todo era tan hermoso, José. El día del nacimiento de Jesús, se arreglaban con la mejor ropa y se reunían a comer deliciosos manjares. Comían y bebían, pero ellos solos, no invitaban nuestro Hijo a esa cena navideña y mucho menos a nosotros dos, José. Parecían todos tan contentos. Bailaban, bebían, se reían estrepitosamente, pero parecía que habían olvidado el motivo de la fiesta. Toda la gente estaba muy feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros. Sin embargo, al final no quedó ningún regalo para nuestro hijo. ¿Sabes José?, creo que ni siquiera lo conocen muy bien; me da la ligera impresión que lo conocen solo de oídas, porque en medio de su alegría no mencionaron para nada su nombre en toda la noche, a pesar de que se reunieron para celebrar su nacimiento. José, ¿no te parece tan extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen bien?. Tuve la extraña sensación en un momento de que, si nuestro Hijo hubiera llegado a la celebración, lo hubieran considerado como un intruso. Nadie se acordó de Él, ni de nosotros dos. Claro que ha pasado tanto tiempo José, que no me parece raro. Por un momento me sentí triste y con ganas de llorar. ¡que tristeza para Jesús no ser invitado a su fiesta de cumpleaños! Estoy contenta porque solo fue un mal sueño ¡que terrible que este sueño se hiciera realidad!”

 

Este cuento puede crear en nosotros un sentimiento de culpa o motivación para dejar entrar a Jesús en su propia fiesta de cumpleaños. Lo complicado puede ser llegar a saber dónde y cómo reconocer la presencia de Jesús en nuestras vidas. Quisiéramos ver un poco una fotografía muy cercana a Jesús, podríamos pensar, reflexionar y compartir como manera de preparación a su llegada nueve palabras, una para cada noche de la novena de aguinaldos: HUMILDAD: 1 Pedro 5,6; COMPASIÓN: Lc. 7,13; PACIENCIA: Efesios 4,2; GRATITUD: Salmo 100, 4; FE: Heb. 11,1; RECONCILIACIÓN: 2 Cor. 5,18; ESPERANZA: 1 Cor. 13,13; PAZ: Jn. 14,27 y AMOR: 1 Cor. 13.

 

NAVIDAD es una época muy especial para aprender a recibir, pero especialmente para dar y compartir con los demás. Qué bueno que en estas fiestas abriéramos un espacio para aquellas personas más frágiles, olvidadas débiles, muchas veces excluidas de nuestro entorno; no tendríamos que ir demasiado lejos; estoy seguro que muy cerca de nosotros encontraremos personas que podrían alegrarse con nuestra invitación o visita. Oremos para que el sueño de María no se haga realidad.

 

“EL MEJOR REGALO PARA JESÚS EN ESTA NAVIDAD ES TODO CUANTO HAGAMOS POR NUESTRO PRÓJIMO MAS NECESITADO”

 

 

Roberto Zamudio

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“No tengan miedo, que les traigo Buenas Noticias de alegría” Lucas 2,10

 

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

 

A las puertas de esta nueva Navidad, quiero  en este último mes del año, seguirte dando gracias, alabándote y bendiciéndote, por todas tus generosas y abundantes bendiciones derramadas a lo largo de este año. Lléname de tu Espíritu de Navidad; y has que cada día y circunstancia que viva se conviertan siempre en una presente y eterna Navidad. Gracias por este nuevo día y mes de diciembre. Quiero vivir esta época, no desde la propuesta y bulla de la sociedad de consumo; sino desde la verdadera alegría y regocijo venido de tu Espíritu (amor) que está dentro de mí. Que en este tiempo y siempre tu Señor Jesús, seas el sentido y el motivo de cada celebración. Levántame de todo desánimo, tristeza y derrota con tu  Espíritu Santo, ayúdame a ser una  persona cada vez más orante. Que no olvide ni quede guardado en el pensamiento y en el corazón, tu actuar en mi vida. Que estos días de tanto derroche, congestiones, compras y acumulaciones no se me olvide la necesidad de mi hermano que sufre, del que no tiene, del desposeído, del sufriente, etc. Ven Señor Jesús en esta Navidad,  llena y dale un nuevo sentido y propósito a mi vida. Confío en que harás de mi vida en estos días una nueva casa de Belén, sé que tu misericordia traerá buenas noticias al portal de mi vida; se Señor Jesús y es mi anhelo y oración que tú te hagas Navidad en mi vida y a través mío en mi familia y en mi prójimo. Amén.

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

 

Aquí estoy, en el silencio de la noche, una vez más en busca de tu dulce presencia, que me genera verdadera vida. Gracias Señor por todo lo que me has permitido vivir en este día, gracias por este tiempo de Adviento que me prepara a celebrar tu llegada o buena noticia, a vivir   la Navidad en mi vida. Gracias Señor por enseñarme a entender cuál es el verdadero gozo y sentido de estas celebraciones. Tu eres mi sustento, mi creador, el pan de vida y el que tiene la última palabra sobre mi ser. Que tu amor o Espíritu sea la esencia que me lleve a compartir este tiempo con mi familia, comunidad, amigos, vecinos en fraternidad. En tu eterno hogar de Belén, quiero siempre estar. Te pido que me ayudes en estos días a ser signo de bendición para lo demás. Hazme una mejor persona, ayúdame a ver con esperanza e ilusión el nuevo año que se aproxima. Dame deseo y decisión por seguir sembrando en esta vida cosas buenas para los demás. Quisiera pedirte que en esta Navidad me regales la bendición de ser un agente de cambio, en esta sociedad cada vez más egoísta. Quiero irme en esta noche al descanso recordando tantas cosas bonitas que tú me has regalado, tantas bendiciones, y darte un pensamiento, y una palabra y sentimiento de gratitud, alabanza y bendición. Amén.                                       

 

 CUMPLEAÑOS DICIEMBRE

2. Magdalena Guzmán,  y Lula Fajardo

5. Gilma Ávila

6. Ilssy Belén Prada y Liliana Lizcano

8. Vicky Miranda

20. Gonzalo Isaza

23. Javier González

24. Fernando Rodríguez

25. Luz Padilla

29. Lucila Mojica

 

Domingo 01 de Diciembre de 2024

 

“ESPERANZA Y LIBERACIÓN”

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 33, 14-16

 

“Suscitaré a David un vástago legítimo”

 

"Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará justicia y derecho en la tierra. En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así: "Señor-nuestra-justicia”.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

La lectura del libro de Jeremías nos sitúa en el tiempo inmediatamente posterior a la destrucción de Jerusalén en el año 587 a.C. El pueblo está desolado y empieza a tomar conciencia de su situación. Jeremías dirige su palabra profética a su pueblo para decirle que Dios no los ha abandonado, que hará regresar a los cautivos y los perdonará, se construirán de nuevo las ciudades, los campos volverán a granar y los ganados a pastar. Es esos días el Señor hará brotar un rey justo, no como los reyes que los llevaron al destierro, el cual será llamado «Dios es nuestra justicia». Vendrá un rey justo a restaurar al pueblo de Israel.

Esta  primera lectura nos da una clave: "vienen días." Hay adviento allí donde hay una mirada al futuro. Cuando nos quedamos mirando sólo al tiempo pasado llegamos a volvernos incapaces de dar un rumbo a nuestra vida. El adviento es mirada hacia lo que viene. ¿Y qué anuncia Dios para ese tiempo nuevo? Con ser tan breve el texto de la primera lectura, hay por lo menos cuatro cosas que encontramos ahí. Dios anuncia el restablecimiento de la Casa de David, la práctica de la justicia en la tierra, la paz para Jerusalén y la llegada de la salvación. Estas cuatro claves, que conforman como un "programa", nos orientan también sobre lo que será el tiempo del Adviento, desde estos anuncios más generales hasta la concreción en Cristo de toda nuestra esperanza y nuestra alegría.

 

SALMO RESPONSORIAL:  24

R. / A Ti, Señor, levanto mi alma.

 

Señor, enséñame tus caminos,

instrúyeme en tus sendas:

haz que camine con lealtad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

 

El Señor es bueno y es recto,

y enseña el camino a los pecadores;

hace caminar a los humildes con rectitud,

enseña su camino a los humildes. R.

 

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad

para los que guardan su alianza y sus mandatos.

El Señor se confía con sus fieles

y les da a conocer su alianza. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es un canto a la bondad y al amor de Dios y petición humilde de orientación y enseñanza. El cristiano sabe que el amor de Dios se hizo presente de manera nueva e insuperable en la persona de Jesús. Él es quien debe guiarlo y enseñarle la verdad que conduce a la vida.

 

SEGUNDA LECTURA

1TESALONICENSES 3, 12-4, 2

 

“Que el Señor os fortalezca internamente, para cuando Jesús vuelva”

 

Hermanos: Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre. En fin, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios; pues proceded así y seguid adelante.

Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La segunda lectura está tomada de uno de los primeros documentos del Nuevo Testamento, tal vez el primero de todos en ser redactado. Y este dato es importante, porque sabemos bien que aquella primera generación de cristianos vivió de un modo singularmente intenso la esperanza. Aguardaban ellos el pronto, casi inmediato retorno de Cristo. Tal es el clima en el que surge esta Primera Carta a los Tesalonicenses. En ese sentido, la segunda lectura  nos ofrece un perfil interior del alma cristiana en actitud de genuina esperanza. Pablo insiste en primer lugar en el amor mutuo. Y esto es interesante, porque de entrada quita la idea de una esperanza individualista, que sólo puede ser hija de una falsa idea de la salvación como un acto que sucede en solitario, aislado de la comunidad: "Dios y yo en una botella." Toda esperanza genuina brota del deseo de un bien que nos llega de la Comunidad y apunta a un bien que se anhela para la Comunidad. Lo demás, no viene del Espíritu de Jesús.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 21, 25-28. 34-36

 

“Se acerca vuestra liberación”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El evangelio de Lucas describe de manera metafórica, los acontecimientos que precederían a esa segunda venida de Jesús. Por este acontecimiento final es que Lucas invita a los hermanos y hermanas a mantenerse fieles y vigilantes para mantenerse en pie (fieles) ante el Hijo del Hombre. Este texto del evangelio de hoy es un texto difícil: la liberación llega. En los versículos anteriores Lucas nos hablaba del asedio a Jerusalén (21,20-23). Ahora, alude a la segunda venida de Jesús: es decir a lo que llamamos la parusía. El discurso de Jesús es apocalíptico y adaptado a la cultura de su tiempo (apocalipsis no significa catástrofe, como tendemos a pensar, sino revelación), y nosotros tenemos que releer esas señales del mundo natural en el mundo de la historia, que es el lugar en que el Espíritu se manifiesta. La segunda venida del Señor revelará la historia a sí misma. La verdad que estaba oculta aparecerá a plena luz. Todos llegaremos a conocernos mejor (1Cor 13,12b).

 

En nosotros existe la angustia, el miedo y el espanto, no causados por “las señales en el sol, la luna y las estrellas”. Nuestras angustias e inseguridades están causadas más bien por las crisis económicas, por los conflictos sociales, por el abuso del poder, por la falta de pan y trabajo, por la frustración  de tantas estructuras injustas, que solo podrán ser removidas por el paso -del amor de Dios y su justicia- en el corazón del ser humano. El mensaje de Jesús no nos evita los problemas y la inseguridad, pero nos enseña cómo afrontarlos. El discípulo de Jesús tiene las mismas causas de angustia que el no creyente; pero ser cristiano consiste en una actitud y en una reacción diferente: lo propio de la esperanza que mantiene nuestra fe en las promesas del Dios liberador y que nos permite descubrir el paso de ese Dios en el drama de la historia. La actitud de vigilancia a que nos lleva el adviento es estar alerta a descubrir el “Cristo que viene” en las situaciones actuales, y a afrontarlas como proceso necesario de una liberación total que pasa por la cruz.

 

Por eso el Evangelio nos llama a “estar alerta”, a tener el corazón libre de los vicios y de los ídolos de la vida (la conversión), para hacernos dóciles al Espíritu de Cristo que habita las situaciones que vivimos en nuestro entorno. Nos llama a “estar despiertos y orando”, porque este Espíritu se descubre con una Esperanza viva, punto de encuentro entre las promesas de la fe y los signos precarios que hoy envuelven esas promesas. La esperanza es una memoria que tiende a olvidarse, se nutre con la oración, nos adhiere a las promesas de la fe y nos inspira, cada día, la búsqueda de sus huellas en las señales del tiempo. La Esperanza cristiana se hace por nuestra entrega a trabajar para que las promesas se verifiquen en nuestras vidas.

 

El adviento es tiempo de preparación de espera. Jesús cumplió las promesas del Antiguo Testamento con su vida y predicación. No esperamos su nuevo nacimiento. Esperamos que él vuelva a juzgar la creación; es ese momento el que esperamos, el momento en  que creemos que la justicia, la igualdad y la solidaridad se impondrán.

 

ORACIÓN

Necesitamos que cada día de nuestra existencia en este mundo tengamos la certeza que tu venida nos ha llevado a reconciliarnos con el Dios de la vida y el amor. Te pedimos que nos ayudes a tener nuestros corazones sanos y agradables a ti, que habites en nosotros(as) y que  sigas haciendo y completando tu obra en nosotros y que siempre  entendamos y percibamos lo Justo, Misericordioso, Liberador, Grande, y Hermoso que eres Señor. Amén

 

 

“Libres de orgullo, arrogancia y vanagloria, acojamos con corazón humilde al Señor de la paz y la libertad”

 

Lunes 02 de Diciembre de 2024

 

“INVITADOS A ABRIRNOS A LA PLENITUD DE LA SALVACIÓN”

 

PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 2,1-5

 

“El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios”

 

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén: Al final de los días estará firme el monte de la casa del Señor, en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos numerosos. Dirán: "Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob: él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor." Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas, podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob, ven, caminemos a la luz del Señor. Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

La primera lectura nos presenta una hermosa visión de la ciudad santa, Jerusalén, como centro bendito de peregrinación de todos los pueblos. Es como un Babel al revés: si en aquella ocasión de un punto todos salieron sin poder entenderse y se alejaron unos de otros, ahora de todos los puntos sale un solo clamor, surgen un solo anhelo, nace un solo lenguaje, de camino hacia una misma meta: Jerusalén. Jerusalén es Babel vencida, como ya nos lo enseñó el Apocalipsis en los ecos de la última semana del año litúrgico pasado. Jerusalén es así el centro del mundo. Mas hay un centro en la misma Jerusalén: el templo; y hay un corazón en el templo: la ley, la palabra del Señor. La peregrinación universal hacia Jerusalén no es la búsqueda de un lugar turístico sino es la expresión del hambre profunda que todo ser humano tiene por eso que sólo puede saciarse con la Palabra de Dios. En el fondo todos vienen a la misma ciudad porque a todos les empuja una misma necesidad y les convoca una misma hambre: hambre de la luz, de la verdad, de la vida.

 

SALMO RESPONSORIAL: 121

R. / Vamos alegres a la casa del Señor.

 

¡Qué alegría cuando me dijeron:

"Vamos a la casa del Señor"!

Ya están pisando nuestros pies

tus umbrales, Jerusalén. R.

 

Allá suben las tribus,

las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,

a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia,

en el palacio de David. R.

 

Desead la paz a Jerusalén:

"Vivan seguros los que te aman,

haya paz dentro de tus muros,

seguridad en tus palacios." R.

 

Por mis hermanos y compañeros,

voy a decir: "La paz contigo."

Por la casa del Señor, nuestro Dios,

te deseo todo bien. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es un canto entonado por los peregrinos que se dirigen al templo de Jerusalén para celebrar una fiesta, el encuentro con Dios es motivo de profunda alegría. La casa definitiva de Dios, el lugar de encuentro de Dios con la humanidad es Cristo, presente en su pueblo. La paz es símbolo de todos los beneficios divinos.   

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 8,5-11

 

“Vendrán muchos de oriente y occidente al reino de los cielos”

 

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: "Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho." Jesús le contestó: "Voy yo a curarlo." Pero el centurión le replicó: "Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace." Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: "Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Jesús anuncia el evangelio al pueblo de Israel, pero éste no acepta la propuesta salvífica de Dios. Su apego a la ley, al templo, a las tradiciones y a las instituciones le impide ver la novedad de la Buena Nueva. Los paganos, por el contrario, se van abriendo a la novedad del Reino. Ellos, los impuros y herejes, escuchan el mensaje y lo asumen como proyecto de vida. Éste es el sentido del episodio que hoy nos presenta el evangelista Mateo. Un centurión romano -militar, invasor, impuro, pecador- descubre la autoridad de Jesús sobre los males y dolencias que aquejan al pueblo. Por eso le pide a Jesús que sane a su criado, porque tiene autoridad sobre la enfermedad y la muerte, que marginan y aniquilan a la persona humana. Jesús alaba abiertamente la fe del pagano, en contraste con la falta de fe de sus paisanos judíos. ¡Qué difícil es ver más allá de las estructuras de la legalidad y la tradición! La fe, en este caso, es la capacidad de poder ver la profundidad de la persona de Jesús y aferrarse a él como fuente de vida y esperanza. – Abramos el corazón y la mente para reconocer a Jesús en medio de nuestro pueblo.

 

ORACIÓN

Señor que importante es que comprendamos la magnitud de tu Palaba cuando dices a través de Isaías:“De las espadas forjarán arados y de las lanzas podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra”. Este es el sentido de tu venida, de tu liberación. Ayúdanos por favor a seguir creciendo en ti para poderlo hacer cada vez más real. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Magdalena Guzmán en su cumpleaños  y recordamos a Lula Fajardo que se encuentra en la presencia del Señor. Amén

 

 

“La espera del Mesías nos impulsa a trabajar por la implantación de la justicia y el derecho en la tierra”

 

Martes 03 de Diciembre de 2024

 


“LA MISERICORDIA DE DIOS LLEGA CON JESÚS”

 

PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 11,1-10

 

“Sobre Él se posará el Espíritu del Señor”

 

Aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago. Sobre Él se posará el  Espíritu del Señor: espíritu de prudencia y sabiduría, espíritu de consejo y valentía, espíritu de ciencia y temor del Señor. Le inspirará el temor del Señor. No juzgará por apariencias ni sentenciará sólo de oídas; juzgará a los pobres con justicia, con rectitud a los desamparados. Herirá al violento con la vara de su boca, y al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será cinturón de sus lomos, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, la pantera se tumbará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos: un muchacho pequeño los pastorea. La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león comerá paja con el buey. El niño jugará en la hura del áspid, la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No harán daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país de ciencia del Señor, como las aguas colman el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erguirá como enseña de los pueblos: la buscarán los gentiles, y será gloriosa su morada.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Jesé es el padre del rey David, cuyo reinado se convirtió en el gran punto de referencia y la medida propia de lo que significa reinar a la manera y al gusto de Dios. En David brilló la fuerza y riqueza interiores de ese "tronco" que es Jesé. El tronco de Jesé se prolongó luego en los hijos y los hijos de los hijos de David, es decir, aquella dinastía que fue anunciada por boca del profeta Natán: "Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre" (2 Sam 7,16). Este anuncio maravilloso era como la manifestación visible de la presencia de Dios y de su fidelidad inquebrantable. A pesar de las infidelidades de los sucesores al trono de David, Dios una y otra vez mostró que él permanecía y que defendía a su pueblo. Por ministerio de los profetas reprochaba y corregía, aunque siempre sobre la base de una estabilidad: siempre hay y siempre habrá un sucesor al trono. Pasara lo que pasara, el tronco de Jesé seguía mostrándose fuerte y nuevos brotes, es decir, nuevos reyes, presidían en nombre de Yahvé al pueblo de Judá.

 

El destierro a Babilonia, quizá el acontecimiento más triste y el punto más bajo de todo el Antiguo Testamento, vino a ser la gran contradicción de todo ese esquema. Un rey ultrajado y cautivo, que además muere sin dejar descendencia al trono, significaba simplemente que la profecía y promesa de Natán a David se desplomaban en el vacío. El pueblo siente: Dios ya no está, su palabra ha caído, su alianza se ha terminado, el tronco de Jesé ha quedado mutilado y seco para siempre...Con este contexto nos asomamos a la profecía valiente, que nos presenta Isaías hoy: "saldrá un brote del tronco de Jesé, un retoño brotará de sus raíces" (Is 11,1). Estas palabras muy probablemente fueron anteriores a la catástrofe del destierro, pero eso no las priva del eco impresionante con que debieron retumbar después de los acontecimientos del exilio. Un renuevo... un retoño... un brote... Algo pequeño, casi insignificante, y sin embargo: un anuncio de esperanza, un principio de futuro, un grito de rebeldía contra las fuerzas de la muerte, el desánimo y el fracaso.

 

SALMO RESPONSORIAL: 71

R. / Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

 

Dios mío, confía tu juicio al rey,

tu justicia al hijo de reyes,

para que rija a tu pueblo con justicia,

a tus humildes con rectitud. R.

 

Que en sus días florezca la justicia

y la paz hasta que falte la luna;

que domine de mar a mar,

del Gran Río al confín de la tierra. R.

 

Él librará al pobre que clamaba,

al afligido que no tenía protector;

él se apiadará del pobre y del indigente,

y salvará la vida de los pobres. R.

 

Que su nombre sea eterno,

y su fama dure como el sol:

que él sea la bendición de todos los pueblos,

y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es una oración por el rey de Israel, en la que se idealiza proféticamente su figura como gobernante que implanta la justicia y la paz. El éxito del rey asegura la prosperidad para todo el pueblo. Ya en el judaísmo este salmo fue interpretado mesiánicamente y lo mismo ha hecho la ceremonia cristiana. Cristo es el verdadero rey que establece la justicia y la paz, su Reino es universal.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 10,21-24

 

“Jesús, se lleno de la alegría del Espíritu Santo”

 

En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, exclamó Jesús: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.” Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.” Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Jesús exclama con gozo ante la elección hecha por el Padre para revelar a los humildes y sencillos los misterios del Reino. Pero, a su vez, declara que esos mismos misterios se les ha ocultado a los sabios y entendidos. Y Lucas, el evangelista del Espíritu Santo, señala que Jesús está lleno del Espíritu de Dios. Generalmente se suele confundir la sabiduría con la acumulación de conocimientos, que producen poder y prestigio. ¿Cómo es posible que Dios elija a lo débil del mundo para revelar su sabiduría? Comenzando por Jesús, cuyo origen humano procede de la marginalidad y la pequeñez. Sin embargo, él es quien revela o comunica la sabiduría de Dios a la humanidad.

Pero miremos desde la pequeñez, desde la insignificancia, llama la atención cuando los niños se admiran de cosas tan pequeñas que para los adultos no tiene ya valor. Ellos tienen la capacidad de admirarse de una flor, una puesta de sol, un riachuelo, una hormiga... Con el paso de los años nos vamos volviendo adultos y perdemos la capacidad de contemplar las maravillas de Dios manifiestas en pequeñas realidades. Jesús se admira de la revelación del Padre a los pequeños e “ignorantes”. Aquellos que no tienen poder, que no ostentan títulos, que no poseen viviendas, ni autos, ni aparatos lujosos y costosos. Ya lo dice Pablo, Dios se manifiesta en lo que este mundo tiene por basura. Aprendamos, como Jesús, a contemplar y valorar lo sencillo, lo pequeño, lo humilde e insignificante; aquello que tiene poco o ningún valor para esta cultura de la opulencia y el derroche. En este adviento, preguntémonos sinceramente por nuestra sensibilidad frente a lo pequeño que hay a nuestro alrededor. Ahí está lo esencial. ¿Cómo voy a celebrar esta navidad que me permita contemplar la pequeñez de un Dios misericordioso? 

 

ORACIÓN

Señor hoy oramos para que nos concedas la sabiduría del Espíritu para descubrir la presencia del Reino en lo sencillo y pequeño de este mundo y no en la opulencia, el poder y la riqueza, que no busquemos la sabiduría de este mundo sino tu sabiduría; abre nuestros ojos, nuestra mente, para ser como niños, renuévanos, llénanos de ti, tu amor, tu Espíritu de justicia, de misericordia, de servicio para todos los que  nos rodean, especialmente con los pobres y más necesitados. Amén

 

 

“Preparémonos mental y espiritualmente para recibir en nuestro corazón al Hijo de Dios”