miércoles, 1 de febrero de 2023

Miércoles 08 de Febrero de 2023

 

“¿QUÉ MANCHA AL HOMBRE?”

 

PRIMERA LECTURA

GÉNESIS  2,4b-9. 15-17

 

“El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén”

 

Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo, no había aún matorrales en la tierra, ni brotaba hierba en el campo, porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el campo. Sólo un manantial salía del suelo y regaba la superficie del campo. Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además, el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara. El Señor Dios dio este mandato al hombre: "Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comas; porque el día en que comas de él, tendrás que morir." Palabra de Dios

 

REFLEXIÓN

Dios es Creador: no trabaja sobre lo que otro ha hecho, ni sobre una materia infinita sino que en perfecta soberanía da origen a todo, también a cada uno de nosotros. La huella más íntima y profunda que tenemos es la de su amor libre y creador. El hombre, es la primera de las criaturas, es la cúspide la pirámide de la creación, en él se centra este círculo.  Dios lo forma de la tierra de  tal forma que así expresa un vínculo vital de ambos, pero tiene que recibir el aliento divino , el aliento de vida, le hace un ser vivo en sentido físico, pero también en sentido psíquico, vida que procede directamente de Dios; si Él retira su aliento el hombre cae en una materialidad sin vida. Dios planta un jardín, el Edén y en Él, el árbol de la ciencia, el árbol del bien y del mal. Este jardín es un don de Dios para el hombre, fue hecho como un regalo nacido del cuidado de Dios para esta criatura.

Dios le da al hombre una misión clara: cuidarás y trabajarás el jardín; esto significa que ha sido llamado a un servicio y tiene unas restricciones claras también y sitúa al hombre en una posición de seriedad y obediencia.   


SALMO RESPONSORIAL 103

R./ Bendice, alma mía, al Señor.  

 

Bendice, alma mía, al  Señor
¡Dios mío, cuán grande eres!
 Te has vestido de gloria y esplendor;
 te has envuelto en un manto de luz. R.

 

 ¡Tú extendiste el cielo como un velo!
 ¡Tú afirmaste sobre el agua
 los pilares de tu casa, allá en lo alto!
 conviertes las nubes en tu carro;
 ¡viajas sobre las alas del viento! R.

 

Todos ellos aguardan a que les eches

comida a su tiempo: se la echas, y la atrapan;

abres tu mano, y se sacian de bienes. R

 

Les retiras el aliento, y expiran, y vuelven

a ser polvo; envías tu aliento,

Y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El tema de este bellísimo himno es la obra de Dios en la creación. Se describe al universo visible como una realidad desbordante de movimiento y de vida, que refleja, hasta en los detalles más ínfimos,  el poder y la sabiduría del Creador.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MARCOS 7,14-23

 

“Lo que sale de dentro es lo que hace impuro el hombre”

 

En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: "Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga." Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. El les dijo: "¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina." Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: "Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro." Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Parece que esta sociedad hiperconectada ha incrementado en las personas, especialmente en las más jóvenes, el deseo de proyectar ante los demás una buena imagen, incluso falseando la realidad o preocupándose demasiado por la apariencia. Se dice que tienes que “ser” y también “parecer”, anteponiendo aquello que estás llamado a ser como persona, pero en las redes y en el mundo virtual se antepone el parecer de la imagen, del perfil adecuado o del mejor filtro. Esto va en detrimento de la esencia y de lo que llevamos en el interior. Jesús nos invita a evitar la superficialidad de vida, pues quien no cuida el encuentro consigo mismo y no deja a Dios habitar en él llegará a ser esclavo de sus bajas pasiones. Y de la superficialidad pasamos a la hipocresía, que es uno de las grandes tentaciones de las personas religiosas que solo viven de la apariencia. Cuidemos el corazón y no dejemos que se agote esa reserva de bondad que anida en nuestro interior.

ORACIÓN

Señor gracias, por habernos creado, por poner en nosotros el aliento de vida, por darnos el toque de tu Espíritu, ayúdanos a ser buenos  administradores de la creación que pusiste bajo nuestro cuidado, a ser obedientes a tu voz, a entender la verdadera esencia de tu proyecto y dejar a un lado las circunstancias externas que nos alejan de ti.  Amén. 

  “Antes que purificarse externamente, hay que purificar el corazón”

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