"UNA NUEVA PROPUESTA DE VIDA"
PRIMERA LECTURA
ISAIAS 49,3.5-6
“Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación”
El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy
orgulloso." Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo
suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me
honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y
restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel;
te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de
la tierra." Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Las lecturas de este domingo tienen como eje transversal la invitación
de Dios a toda la humanidad a asumir como propio el proyecto del Reino, de
retarle, en libertad y sinceridad, a una manera nueva ser hombre y mujer, de
ser creación y sociedad. El texto que leemos en la primera lectura forma parte
del segundo Cántico del Siervo en el que se identifica al pueblo de
Israel como el servidor de Dios; este Israel mencionado aquí no representa la
totalidad del pueblo de Dios, sino que, tal vez, se refiera a aquella pequeña
comunidad creyente desterrada en Babilonia, a ese grupo reducido que mantiene
viva la esperanza y la fe. Ese grupo que, a pesar de estar lejos de su tierra,
mantiene su confianza en Yahvé es el que traerá la salvación a todo el pueblo
de Israel y al mundo entero, pues Dios ha puesto sus ojos en él y le ha
asignado la misión de expresar a toda la creación su deseo más profundo: salvar
a todos sin excepción. El profeta que escribe este cántico marca una gran
diferencia en cuanto a la comprensión de la salvación prometida por Yahvé;
siendo el tiempo del exilio, el profeta anuncia una salvación para todas las
naciones, no únicamente para el pueblo de Israel.
SALMO RESPONSORIAL:
39
R./ Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad
Yo esperaba con ansia al Señor;
él se inclinó y escuchó mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: "Aquí estoy." R.
Como está escrito en mi libro:
"Para hacer tu voluntad."
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R.
SEGUNDA LECTURA
PRIMERA CORINTIOS
1,1-3
“La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús
sean con vosotros”
Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y
Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los
consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que
en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean
con vosotros. Palabra del Señor
REFLEXIÓN
Pablo inicia su carta confirmando la universalidad del Reino de
Dios; expresando que el mensaje de salvación es para todos los que en cualquier
lugar -y tiempo- invocan el nombre de Jesucristo. Este saludo es dirigido a los
cristianos de Corinto; sin embargo, por la manera solemne en que Pablo escribe
(a la Iglesia de Dios de Corinto), se puede afirmar que el apóstol se está refiriendo
a la única y universal Iglesia de Cristo, que se hace presente históricamente
en los creyentes de Corinto. Es decir, que aunque Pablo escriba de manera
particular a esta comunidad, su mensaje desborda los límites de espacio y
tiempo, adquiriendo en todo momento actualidad y relevancia, pues es una
Palabra dirigida a la humanidad entera. Hombres y mujeres hemos recibido la
gracia de ser hijos de Dios, por medio de Jesús; hemos sido consagrados por
Dios para realizar en nuestras vidas la “vocación santa”, que en nuestro
lenguaje correspondería a la “misión” de hacer presente, aquí y ahora, el reino
de Dios: hacer de este mundo un lugar más justo y solidario, menos violento y
destructor, más libre y fraterno. Quien asume como modo normal de vida este horizonte
liberador está invocando el nombre de Jesús.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,29-34
“Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
"Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel
de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí,
porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar
con agua, para que sea manifestado a Israel." Y Juan dio testimonio
diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una
paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar
con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse
sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he
visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." Palabra
del Señor
REFLEXIÓN:
Podemos interpretar el generoso amor de Juan Bautista en el evangelio de
hoy como una manera de decir a cada uno de nosotros: "Te presento a Jesucristo."
Muchos de nosotros cometemos un único error en la vida: creer que
creemos. Nos imaginamos que ya sabemos quién es Jesucristo, que ya lo conocemos
lo suficiente, que ya todo lo importante sobre él está dicho. Grave error, el
que ya cree que sabe queda blindado para aprender.
Y tal vez otra lección para nosotros en este domingo es que necesitamos
nuevamente que alguien nos presente a Jesús. De él dice proféticamente Isaías:
"Tú eres mi siervo..." pues sólo en él se hizo realidad lo que
significaba ese nombre de "Israel." De él dijo el Bautista:
"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."
Necesitamos que nos presenten a Cristo porque a través de esa presentación
llegamos a saber qué puede hacer por nosotros.
Juan el Bautista, nos agrega además que Jesús es el hombre lleno el
Espíritu, aquel que posee todo el Poder de Dios y es capaz de bautizarnos en
ese mismo Espíritu, para transformar nuestra debilidad en fortaleza, nuestro
miedo en valentía y nuestro desánimo en capacidad creadora de vida y de amor.
Las grandes virtudes y la fuerza del Señor Jesús están también en su
Cruz. Pero, ¿qué hay de valioso ahí? ¿De qué sirve ser coherente, leal,
humilde, orante, puro? La Cruz parece inútil y el Crucificado parece un
fracasado a menos que alguien nos ayude, nos predique y nos diga un día, que
será el día más feliz de nuestra vida. Camina durante este año con este Jesús,
vive hoy una nueva experiencia de fe que te transforme y llene.
Por eso no lo olvides la invitación de hoy : …."Te presento a
Jesucristo."
ORACIÓN
Señor Jesús aunque tengamos dificultades no nos cansaremos de decirte
que puedes seguir contando con nosotros en la construcción de tu Reino.
Ayúdanos en tu Espíritu a luchar por conquistar nuestros sueños y nuestros
anhelos. Ayúdanos a no quedarnos en lo superficial; ven y destruye en nosotros
todo cuanto le hace daño a los demás y te desagrada, y establece hoy en nuestra
vida tu Reino de Amor, paz alegría y bendiciones para los demás. Oramos, damos
gracias y bendecimos la vida de Rosa Reina en su cumpleaños.
“Ya no con agua sino con la fuerza y el
poder del Espíritu Santo es que somos rescatados para Dios”
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