domingo, 1 de enero de 2023

Domingo 15 de Enero de 2023

 

 

"UNA NUEVA PROPUESTA DE VIDA"

 

PRIMERA LECTURA

ISAIAS 49,3.5-6

 

“Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación”

 

El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra." Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Las lecturas de este domingo tienen como eje transversal la invitación de Dios a toda la humanidad a asumir como propio el proyecto del Reino, de retarle, en libertad y sinceridad, a una manera nueva ser hombre y mujer, de ser creación y sociedad. El texto que leemos en la primera lectura forma parte del segundo Cántico del Siervo  en el que se identifica al pueblo de Israel como el servidor de Dios; este Israel mencionado aquí no representa la totalidad del pueblo de Dios, sino que, tal vez, se refiera a aquella pequeña comunidad creyente desterrada en Babilonia, a ese grupo reducido que mantiene viva la esperanza y la fe. Ese grupo que, a pesar de estar lejos de su tierra, mantiene su confianza en Yahvé es el que traerá la salvación a todo el pueblo de Israel y al mundo entero, pues Dios ha puesto sus ojos en él y le ha asignado la misión de expresar a toda la creación su deseo más profundo: salvar a todos sin excepción. El profeta que escribe este cántico marca una gran diferencia en cuanto a la comprensión de la salvación prometida por Yahvé; siendo el tiempo del exilio, el profeta anuncia una salvación para todas las naciones, no únicamente para el pueblo de Israel.

SALMO RESPONSORIAL: 39

R./ Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

 

Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito;

 me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R.

 

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

 y, en cambio, me abriste el oído;

no pides sacrificio expiatorio,

entonces yo digo: "Aquí estoy." R.

 

Como está escrito en mi libro:

"Para hacer tu voluntad."

Dios mío, lo quiero,

y llevo tu ley en las entrañas. R.

 

He proclamado tu salvación

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios:

Señor, tú lo sabes. R.

 

SEGUNDA LECTURA

PRIMERA CORINTIOS 1,1-3

 

“La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús sean con vosotros”

 

Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Pablo inicia su carta confirmando la universalidad del Reino de Dios; expresando que el mensaje de salvación es para todos los que en cualquier lugar -y tiempo- invocan el nombre de Jesucristo. Este saludo es dirigido a los cristianos de Corinto; sin embargo, por la manera solemne en que Pablo escribe (a la Iglesia de Dios de Corinto), se puede afirmar que el apóstol se está refiriendo a la única y universal Iglesia de Cristo, que se hace presente históricamente en los creyentes de Corinto. Es decir, que aunque Pablo escriba de manera particular a esta comunidad, su mensaje desborda los límites de espacio y tiempo, adquiriendo en todo momento actualidad y relevancia, pues es una Palabra dirigida a la humanidad entera. Hombres y mujeres hemos recibido la gracia de ser hijos de Dios, por medio de Jesús; hemos sido consagrados por Dios para realizar en nuestras vidas la “vocación santa”, que en nuestro lenguaje correspondería a la “misión” de hacer presente, aquí y ahora, el reino de Dios: hacer de este mundo un lugar más justo y solidario, menos violento y destructor, más libre y fraterno. Quien asume como modo normal de vida este horizonte liberador está invocando el nombre de Jesús.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 1,29-34

 

“Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”

 

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel." Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN:

Podemos interpretar el generoso amor de Juan Bautista en el evangelio de hoy como una manera de decir a cada uno de nosotros: "Te presento a Jesucristo."

Muchos de nosotros cometemos un único error en la vida: creer que creemos. Nos imaginamos que ya sabemos quién es Jesucristo, que ya lo conocemos lo suficiente, que ya todo lo importante sobre él está dicho. Grave error, el que ya cree que sabe queda blindado para aprender.

Y tal vez otra lección para nosotros en este domingo es que necesitamos nuevamente que alguien nos presente a Jesús. De él dice proféticamente Isaías: "Tú eres mi siervo..." pues sólo en él se hizo realidad lo que significaba ese nombre de "Israel." De él dijo el Bautista: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." Necesitamos que nos presenten a Cristo porque a través de esa presentación llegamos a saber qué puede hacer por nosotros.

Juan el Bautista, nos agrega además que Jesús es el hombre lleno el Espíritu, aquel que posee todo el Poder de Dios y es capaz de bautizarnos en ese mismo Espíritu, para transformar nuestra debilidad en fortaleza, nuestro miedo en valentía y nuestro desánimo en capacidad creadora de vida y de amor.

Las grandes virtudes y la fuerza del Señor Jesús están también en su Cruz. Pero, ¿qué hay de valioso ahí? ¿De qué sirve ser coherente, leal, humilde, orante, puro? La Cruz parece inútil y el Crucificado parece un fracasado a menos que alguien nos ayude, nos predique y nos diga un día, que será el día más feliz de nuestra vida. Camina durante este año con este Jesús, vive hoy una nueva experiencia de fe que te transforme y llene.

Por eso no lo olvides la invitación de hoy : …."Te presento a Jesucristo."

 

ORACIÓN

Señor Jesús aunque tengamos dificultades no nos cansaremos de decirte que puedes seguir contando con nosotros en la construcción de tu Reino. Ayúdanos en tu Espíritu a luchar por conquistar nuestros sueños y nuestros anhelos. Ayúdanos a no quedarnos en lo superficial; ven y destruye en nosotros todo cuanto le hace daño a los demás y te desagrada, y establece hoy en nuestra vida tu Reino de Amor, paz alegría y bendiciones para los demás. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Rosa Reina en su cumpleaños.

 

 

“Ya no con agua sino con la fuerza y el poder del Espíritu Santo es que somos rescatados para Dios”

 

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