lunes, 1 de agosto de 2022

Jueves 04 de Agosto de 2022

 

 “UNA NUEVA ALIANZA”

 

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 31, 31-34

 

“Haré una alianza nueva y no recordaré sus pecados”

 

"Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor -oráculo del Señor-.

Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días -oráculo del Señor-: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande -oráculo del Señor-, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados."  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Hoy llegamos a los versículos finales de esta profecía de Jeremías, los cuales quieren sellar la reconciliación de Dios con su pueblo, pactando una nueva alianza, fundada en un amor eterno; lo mismo que la primera alianza se fundaba en una promesa gratuita. La destrucción del Reino del Norte, que hacíamos mención ayer, no fue porque Dios hubiese sido infiel a su alianza, sino porque el pueblo la había quebrantado; por eso Dios estaba dispuesto a firmar una alianza nueva, de otro estilo, atacando la raíz del fracaso precedente. La alianza fracasada exigía adhesión exclusiva al Señor, traducida en el cumplimiento íntegro de la ley; la ley estaba formulada con toda claridad y respaldada con doble serie de bendiciones y maldiciones. La ley era una realidad externa grabada en una lápida, una serie de mandatos y prohibiciones desde fuera, que no  tocaba el interior del hombre. La nueva alianza, por el contrario, se caracteriza  porque su esencia nace y actúa desde el corazón.     

 

SALMO RESPONSORIAL: 50

R. / Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

 

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firme;

no me arrojes lejos de tu rostro,

no me quites tu santo espíritu. R.

 

Devuélveme la alegría de tu salvación,

afiánzame con espíritu generoso:

enseñaré a los malvados tus caminos,

los pecadores volverán a ti. R.

 

Los sacrificios no te satisfacen:

si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.

Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;

un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R.

 

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo –designado como Miserere- es la súplica penitencial por excelencia. El salmista es consciente de su profunda miseria  y experimenta la necesidad de una total transformación interior, para no dejarse arrastrar por su tendencia al pecado. Por eso, además de reconocer sus faltas y de implorar el perdón divino, suplica al Señor que lo renueve íntegramente, “creando” en su interior “un corazón puro” .El tono de la súplica es personal, y en el contenido del Salmo se percibe la influencia de los grandes profetas, en especial de Jeremías  y Ezequiel.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 16, 13-23

 

“Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos”

 

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo y preguntaba a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas. El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Jesús le respondió: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Y les mandó a los discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte". Jesús se volvió y dijo a Pedro: "Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

Con el anuncio del “Reino de Dios”, Jesús comienza una comunidad alternativa ajena a todo tipo de poder. Es a esta comunidad alternativa, sin pretensiones de lujo ni de poder, que Pedro como representante está llamado y convocado a servir. Pedro como discípulo tiene que aprender que no basta con confesar a Jesús como Mesías sino que tiene que servirlo y seguirlo en el camino a la cruz. Pedro como representante de la comunidad alternativa de Jesús tiene que abandonar la falsa idea de poder y de su Mesías nacionalista. Una vez que Jesús anuncia no solamente su muerte, sino la muerte de toda la persona que quiera seguirle, Pedro, el que fue llamado primero a seguirlo, es el primero que hace el “papel de Satanás” al querer separar y “bloquear” a Jesús de su camino y de su cruz.

Reflexionemos que quien se integra a estar comunión con Jesús, ha de desterrar de su corazón todo poder y pretensión egoísta que se aleje de la solidaridad universal. Pedro, con mentalidad triunfalista, piensa librar a Jesús del sacrificio y de la prueba; Jesús les mostrará que el camino para cambiar el rumbo de la historia está en la solidaridad con los injustamente condenados de todos los tiempos. ¿Dónde notamos que el bien común es pospuesto a los intereses individuales?  ¿Nos adherimos y agregamos a la comunidad alternativa que propone Jesús, o servimos de “piedra de tropiezo” a la misma?

¡Apoyemos las causas solidarias; séamos presencia del Dios justo y misericordioso!

 

ORACIÓN

Señor de la gloria, anhelamos ese tiempo, como dice el profeta Jeremías, en que ya no habrá que instruir al prójimo, porque todos los seres humanos habremos tenido,  un encuentro contigo que nos llevará a asimilar y arraigar tu existencia en nuestro espíritu, a tal punto que podamos decir con toda certeza, como lo hicieron tus discípulos: “estamos con el Hijo del Dios vivo” Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Catalina Fonseca en su cumpleaños. Amén.

 

“La gracia y el regalo del Espíritu Santo llega a nuestros corazones y hace su obra, haciendo posible que vivamos como Dios lo ha querido y demos el fruto que permanece”


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