lunes, 1 de agosto de 2022

Lunes 01 de Agosto de 2022

 


 “COMPASIÓN  Y SOLIDARIDAD”

 

PRIMERA LECTURA

JEREMÍAS 28, 1-17

 

“Ananías, el Señor no te ha enviado, y tú has inducido al pueblo a una falsa confianza”

 

Al principio del reinado de Sedecías en Judá, el mes quinto, Ananías, hijo de Azur, profeta natural de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los sacerdotes y de toda la gente: Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: "Rompo el yugo del rey de Babilonia. Antes de dos años devolveré a este lugar todo el ajuar del templo que Nabucodonosor, rey de Babilonia, cogió y se llevó a Babilonia. A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los judíos desterrados en Babilonia yo los haré volver a este lugar -oráculo del Señor-, porque romperé el yugo del rey de Babilonia."

El profeta Jeremías respondió al profeta Ananías, en presencia de los sacerdotes y del pueblo que estaba en el templo; el profeta Jeremías dijo: Amén, así lo haga el Señor. Que el Señor cumpla tu profecía, trayendo de Babilonia a este lugar todo el ajuar del templo y a todos los desterrados. Pero escucha lo que yo te digo a ti y a todo el pueblo: "Los profetas que nos precedieron, a ti y a mí, desde tiempo inmemorial, profetizaron guerras, calamidades y epidemias a muchos países y a reinos dilatados. Cuando un profeta predecía prosperidad, sólo al cumplirse su profecía era reconocido como profeta enviado realmente por el Señor." Entonces Ananías le quitó el yugo del cuello al profeta Jeremías y lo rompió, diciendo en presencia de todo el pueblo: Así dice el Señor: "Así es como romperé el yugo del rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones, antes de dos años."" El profeta Jeremías se marchó por su camino.

 

Después que el profeta Ananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino la palabra del Señor a Jeremías: Ve y dile a Ananías: "Así dice el Señor: Tú has roto un yugo de madera, yo haré un yugo de hierro. Porque así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y se le someterán, y hasta las bestias del campo le entregaré." El profeta Jeremías dijo a Ananías profeta: Escúchame, Ananías; el Señor no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza. Por eso, así dice el Señor: "Mira: yo te echaré de la superficie de la tierra; este año morirás, porque has predicado rebelión contra el Señor."  Y el profeta Ananías murió aquel mismo año, el séptimo mes. Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

La primera lectura nos presenta el contraste entre dos profetas, uno falso, de nombre Ananías y otro verdadero, llamado Jeremías. La característica externa más sobresaliente del falso profeta es que pretendía decir lo que la gente quería oír, es decir, que los amagos de invasión que ya se habían presentado no iban a pasar de ser amagos. Jeremías, en cambio, tuvo que decir la parte que la gente no quería escuchar: que las cosas se iban a poner mucho peor, como efectivamente se pusieron.

Ananías es un profeta que quiso ser demasiado aceptado y para eso modeló su lenguaje haciéndolo aceptable. En realidad estaba haciendo un daño a la gente, como se lo denunció Jeremías, pues le dijo: "has predicado rebelión contra el Señor." Esta denuncia del verdadero profeta es interesante porque solemos pensar que rebelarse contra Dios es tomar una actitud altanera y grosera, y no es así; por lo menos no es así forzosamente.

 

Durante la época de Jeremías todavía muchos de los cultos del entorno tenían sus “profetas,” que trabajaban como consejeros del rey. Los profetas del reino de Judea, por su parte, se comprendían como voceros del único Dios. El problema surgía cuando dos profetas del mismo Dios mantenían posturas encontradas ante un mismo asunto. El profeta Ananías impulsaba la resistencia a los babilonios y por eso destruyó el yugo que Jeremías cargaba simbólicamente, con ocasión de la reunión de los varios embajadores en Jerusalén y que se organizaban para rebelarse contra aquella potencia. Jeremías abogaba por la prudencia más que por la sumisión. El encontronazo entre dos visiones o posturas proféticas deja a Jeremías sin argumentos, en primera instancia. Solo después volvió con motivos que consolidaron su visión; uno de ellos, la muerte del propio Ananías. Los profetas no tienen la bola de cristal ni línea directa con Dios; son personas profundamente analíticas de lo que está sucediendo y lo cotejan con el designio divino para su pueblo. ¿Cómo identificar un falso profeta cristiano de uno verdadero? ¿Cómo entretejemos el profetismo cristiano con los derechos humanos y el cuidado del planeta? Pidamos a Dios, y pidamos el Espíritu Santo que nos de el discernimiento de hacerlo.

 

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 118

R. / Instrúyeme, Señor, en tus leyes

 

Apártame del camino falso,

y dame la gracia de tu voluntad. R.

 

No quites de mi boca las palabras sinceras,

porque yo espero en tus mandamientos. R.

 

Vuelvan a mí tus fieles

que hacen caso de tus preceptos. R.

 

Sea mi corazón perfecto en tus leyes,

así no quedaré avergonzado. R.

 

Los malvados me esperaban para perderme,

pero yo meditaba tus preceptos. R.

 

No me aparto de tus mandamientos,

porque tú me has instruido. R.

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 14, 13-21

 

“Alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente”

 

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, El Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer." Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer." Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces." Les dijo: Traédmelos."Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

La imagen del pan que se toma, se bendice, se parte y se reparte sigue siendo la  propuesta de Jesús que se solidariza con las personas hambrientas. Resulta interesante que Mateo sitúe su “multiplicación de los panes”, inmediatamente después de “la comida de muerte” que provee Herodes a sus invitados, en donde es asesinado Juan el Bautista. Mateo señala la tentación de la comunidad de querer asociarse con las comidas que dan muerte en lugar de vida, precisamente al querer “despedir a la gente hambrienta” que posiblemente podría morir en el camino. Sin embargo, Jesús y sus comidas de vida nos retan a involucrarnos con la comunidad diciendo: “Denles ustedes de comer”. No se puede ser seguidor de Jesús si no se está totalmente involucrado en la vida de las personas. “La multiplicación del pan” no sucede utilizando “magia”. Los “milagros de Jesús”, al igual que la Eucaristía, necesitan del compromiso social de sus seguidores. Es necesario  que la comunidad vea, juzgue y actúe. Cuando las personas seguidoras de Jesús se involucren en la vida precaria y vulnerable de la comunidad, entonces todo mundo, sin lugar a dudas, podrá “comer y saciarse”. ¿A quiénes doy yo de “comer”?

 

ORACIÓN

Dios Padre de la verdad, ayúdanos a estar muy atentos de las palabras y las acciones de quienes proclaman y enseñan en tu Nombre, para que en discernimiento captemos el mensaje y podamos tomarlo como guía para nuestra vida, porque viene de ti, o desecharlo, porque no está basado en tu Palabra y en tu esencia. Amén.

 

 

“El falso profeta se identifica porque dice solo lo que la gente quiere oír, no lo que Dios quiere revelar y comunicar”

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