jueves, 1 de diciembre de 2022

Viernes 23 de Diciembre de 2022

 

 “JESÚS, UN REGALO PARA LA NAVIDAD”

 

PRIMERA LECTURA

MALAQUÍAS 3,1-4.23-24

 “Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor”

 Así dice el Señor: "Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar -dice el Señor de los ejércitos-. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos. Mirad: os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible. Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Me gusta mucho esta primera lectura. Sobre todo porque habla de los profetas, que a veces algunos los han entendido y confundido como brujos, adivinos, o aves de mal agüero. Los profetas no únicamente anuncian catástrofes y tragedias, como estamos a veces acostumbrados a pensar. Los profetas si es cierto que denuncian toda injusticia y atropello que vaya en contra del Reino de Dios, pero ante todo anuncian tiempos de esperanza, proclaman la utopía e indican los pasos necesarios para alcanzarla. En este texto Malaquías (que significa mi mensajero) nos habla de un regreso del Señor a su pueblo; un mensajero consolidará esta nueva alianza pactada desde antiguo y constantemente violada o infringida por la infidelidad de Israel. La presencia del mensajero de esta alianza significa que el Señor de la vida, acompañará desde su santuario a todo el pueblo que está atento a su voz y a su presencia. Para que esto sea posible es necesario dar varios pasos o movimientos previos: el primero de ellos es liberar a su pueblo de los pecados. Pero no de cualquier pecado sino del pecado más grave de todos; la violencia por la injusticia y la opresión que se había instalado en el corazón de la nación. La conducta corrupta de los gobernantes y poderosos y la decidía del pueblo eran los más claros síntomas de que se había infringido la alianza. Ante esta situación el profeta debe actuar para purificar con su acción radical la falta de carácter y temple de la nación. Dispuesto de este modo el pueblo y sus dirigentes, la nación podía encaminarse a renovar la alianza con Dios, por medio de un compromiso que consiste en el respeto del derecho y en la observancia de la justicia y misericordia.

 

SALMO RESPONSORIAL: 24

R./Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

 

Señor, enséñame tus caminos,

instrúyeme en tus sendas:

haz que camine con lealtad;

enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

 

El Señor es bueno y es recto,

y enseña el camino a los pecadores;

hace caminar a los humildes con rectitud,

enseña su camino a los humildes. R.

 

Las sendas del Señor son misericordia y lealtad

para los que guardan su alianza y sus mandatos.

El Señor se confía con sus fieles

y les da a conocer su alianza. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un canto a la bondad y al amor de Dios y petición humilde de orientación y enseñanza. El cristiano sabe que el amor de Dios se hizo presente de manera nueva e insuperable en la persona de Jesús. Él es quien debe guiarlo y enseñarle la verdad que conduce a la vida.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 1,57-66

 

“El nacimiento de Juan Bautista”

 

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Siempre hemos comentado el «Sí» de María, dentro de la Historia de la Salvación, y la importancia de ese Sí para que la encarnación aconteciera. Pocas veces, más bien casi nunca, se ha dicho palabra alguna sobre el No que pronunció Isabel, tan importante en la Historia Salvífica como el Sí de María. Las maternidades de estas dos mujeres estuvieron marcadas por las palabras que pronunciaron. El SÍ de María, que es expresión de su apertura al don del Espíritu y el NO de Isabel (¡No!, se llamará Juan), que rompió con la tradición del siempre fue así, para ser fiel a la voluntad de Dios. De hecho, Juan significa “el que es fiel”

Dejémonos inspirar por la valentía de estas dos mujeres de fe, María e Isabel. Que ellas acompañen la experiencia de Navidad de este año y que nos transmitan su coraje, para saber decir sí o no, según la inspiración del Espíritu, y ser así capaces de generar vida nueva, hasta llegar a ser cristianos que ardamos en el amor.

ORACIÓN

Señor continúa dándonos profetas y pastores sabios, que siempre nos guíen al encuentro salvador con tu Hijo. Infúndenos hoy el deseo de una conversión sincera, para que Cristo el Señor siga tomando forma en nosotros. Te damos gracias por todos los profetas y pastores que tú has colocado y sigues colocando en nuestro caminar, bendíceles grandemente. Amén.

“Pidámosle  a Jesús en esta Navidad que cuando Él nazca, nosotros también nazcamos a una nueva vida”


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