jueves, 1 de diciembre de 2022

Jueves 29 de Diciembre de 2022

 

“ LA LUZ DE CRISTO DA SENTIDO A LA EXISTENCIA”

 

 PRIMERA LECTURA

1JUAN 2,3-11

 

“Quien ama a su hermano permanece en la luz”

 

Queridos hermanos: En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco", y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo -lo cual es verdadero en él y en vosotros-, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La Primera Carta de Juan ya tuvo que tratar el tema de la gente que se creía muy iluminada pero que llevaba una vida oscura. Lo básico es que la vida tiene que resplandecer, y que una luz que se queda en el nivel del conocimiento no es la luz verdadera.

Juan nos dice dónde está la prueba de la verdadera fe: “en esto sabemos que le conocemos, en que guardamos sus mandamientos”. Y no como los gnósticos de fines del primer siglo, contra los que escribe esta carta, que daban prioridad absoluta al saber (gnosis, conocimiento), y con eso se sentían salvados, sin prestar gran atención a las consecuencias de la vida. No actuaban según ese conocimiento de Dios.

Más en concreto todavía, para Juan la demostración de que hemos dejado la oscuridad y entrado en la luz, es si amamos al hermano. Es la consecuencia de haber conocido el misterio del amor de Dios en esta Navidad: también nosotros tenemos que imitar su gran mandamiento, que es el amor. La teoría es fácil. La práctica no lo es tanto y las dos deben ir juntas.

 

SALMO RESPONSORIAL: 95

R/Alégrese el cielo, goce la tierra.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor, toda la tierra;

cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

 

Proclamad día tras día su victoria.

 Contad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones. R.

 

El Señor ha hecho el cielo;

 honor y majestad lo preceden,

fuerza y esplendor están en su templo. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es un canto de alabanza al Señor de la creación y de la alianza. También presenta una amonestación al pueblo para recordarle las exigencias de la alianza La nueva alianza sellada con la Sangre de Cristo exige igualmente una correspondencia generosa al amor de Dios

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 2,22-35

 

“Luz para alumbrar a las naciones”

 

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones."

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel." Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El evangelista presenta dos acontecimientos que disipan las tinieblas de la familia de Nazaret y del pueblo de Israel: la presentación de su hijo en manos de Dios, confiándolo a su providencia, y la confirmación profética que se hace del niño como esperanza de liberación para su pueblo. José y María actúan con gratitud y convicción, sin tener los pormenores del futuro, confían en el plan de Dios para sus vidas. A ejemplo de la familia de Nazaret, hoy es buen día para presentar nuestro hogar ante Dios, comprometiéndonos a plantar en él los valores que lo hagan sólido. Una profecía mesiánica se hace evidente a los ojos de Simeón: la dignificación de la vida empobrecida y la vergüenza de los poderosos. El Mesías viene como luz que reivindica al pueblo humilde que vive en opresión. Por eso se alegran el cielo y la tierra. Necesitados como estamos de esperanza, al igual que Simeón, reconozcamos el potencial liberador que anida en nuestras familias. ¿De qué necesita liberarse nuestras  familias? ¡Pidámosle al Señor  fervientemente!

 

ORACIÓN

Gracias, Señor, finalizando este año, reconocemos todos los signos de bondad y misericordia para nosotros. Porque has dispuesto que tu Hijo fuera la luz que vino a iluminar nuestro sendero y a guiar todos los pueblos en la búsqueda de la verdad, la paz y la vida plena. Continúa Buen Señor, dándonos animadores que nos sigan motivando a seguir nuestro caminar hacia tu Reino. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Lucila Mojica en su cumpleaños. Amén.

 

“La fe es un don de Dios que debemos pedir y cultivar”

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