“DE
LA PASCUA AL PENTECOSTÉS: UNA INVITACIÓN
A UN NUEVO ESTILO DE VIDA”
En este mes de mayo en
torno a la experiencia de Jesús resucitado, celebramos desde el discipulado de
María de Nazaret el mes de las madres, junto a la experiencia del
Espíritu o el Pentecostés. La pascua de Jesús ayuda a la comunidad (mujeres y
hombres) a tomar conciencia de la acción del Espíritu Santo en la Nueva Era
inaugurada por la Resurrección.
Aunque el Espíritu
actuaba desde el origen del mundo (Gen. 1,1-3) conduciendo a los grandes
líderes de Israel, se esperaba una especial Efusión de su acción en
los tiempos de la salvación, como lo había anunciado el profeta Joel. Durante
su ministerio, Jesús orientó a la naciente comunidad cristiana que comenzó con
una escuela de vida que seguía los pasos de su Maestro, luego de la muerte en
la cruz la condición de la comunidad siguió bajo la acción del Espíritu Santo
con la guía de los apóstoles, Discípulos(as) y de todos los nuevos
ministros(as) que continuaron la labor de los(as) seguidores(as) de Jesús. Así
vemos al Espíritu en la animación y conducción de la pequeña comunidad y sus
animadores.
Hablar de Pentecostés es
hablar del nuevo movimiento o Plan del Resucitado, que es:
UN MOVIMIENTO……
Ø Del Espíritu o carismático
Ø Arraigado en la Palabra del
Resucitado (Biblia o Escritura)
Ø Pequeña Comunidad (desde la
vida cotidiana y el amor)
Ø De Discípulos(as)
Ø De Misioneros(as)
Ø De solidaridad y fraternidad
en el compartir del pan y la mesa
Ø De Casa Abierta a las
diferentes culturas, pensamientos y espiritualidades (inclusión)
Ø Donde se da a conocer como protagónico el papel de las mujeres
en la experiencia del Resucitado
Pentecostés una
invitación a vivir plenamente la propuesta del Maestro a ser nuevos(as) en la
manera de pensar, sentir, hablar y construir la vida al estilo o modelo de vida
de Jesús el Resucitado, el Hombre siempre nuevo.
Que desde
el ardor del Espíritu de Dios, podamos
reconocer, valorar, agradecer y dignificar el valor de las mujeres
especialmente en el rostro de las madres; que guiados(as) por el Espíritu de
PENTECOSTES, celebremos, no solo un mes, sino que cada momento y día de
la vida lo hagamos con este Dios con rostro maternal que nos sigue
sirviendo y atrayendo hacia Él a través de las madres en sus diferentes rostros
de ayer hoy y siempre: Abuelas que han hecho el papel de madres,
madrinas, tías que se han entregado y se han prestado para ser signos de amor
maternal, y tantas hermanas que se han gastado y desgastado cuando los
padres no han estado para mostrar ese rostro materno de Dios. Damos gracias a
Dios por ellas, por tantas educadoras maestras, catequistas que reflejan ese
rostro materno de Dios. Gratitud a todas ellas y bendiciones en este tiempo de
PENTECOSTES, recordando que “MADRE” es el nombre de Dios en el corazón y en los
labios de los que siempre se hacen siempre niños y niñas.
Les enviamos una gran
bendición y reconocimiento por su maternidad. También rogamos que en
este nuevo Pentecostés 2021 el Espíritu Santo refuerce nuestro proceso de
transformación personal, familiar y comunitario desde el Plan de vida al que
Dios nos invita, que en medio de este tiempo de Pandemia tan prolongado y de
tantas dificultades, sufrimientos, enfermedades y necesidades , Él siempre nos
dé un nuevo aliento de vida y esperanza.
Dios les bendiga,
Roberto Zamudio
PROMESA BÍBLICA DEL MES
“Todos quedaron llenos del
Espíritu Santo. Hechos 2,4
ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Buenos días Dios Padre y Madre de nuestra vida. En el día a día de este mes
queremos agradecerte por las madres y en especial por el amor tan similar
al tuyo que has colocado en ellas. Te pedimos nos ayudes a que nosotros como
hijos e hijas, sepamos también obedecerles con conciencia y humildad.
Regálanos también sentimientos y acciones de ternura, paciencia, buen trato,
protección y provisión, como lo haces Tú y la mayoría de mujeres que son
madres. Apártanos de sentimientos y acciones negativas como abandono,
descuido e indiferencia por todas las personas pero especialmente x el ser que
se ha engendrado. Señor que la unción de tu Espíritu Santo, nos lleve a
descubrir, asimilar y adquirir los dones que has regalado a las madres y que
debemos tener todos los seres humanos, para responder al sentido de la
Resurrección. Si vivimos en la maldad, en lo que hace daño a las demás
personas, estamos negándote y negando a los seres que nos dieron la vida.
Queremos ir caminando contigo y clamando nos hagas cada vez
mejores seres humanos, para alcanzar la verdadera paz y reflejarte a ti,
Dios de Amor. Amén
ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
Buenas noches Señor, aquí en el descanso y en el silencio de la
noche, luego de un día de ires y venires, te buscamos, con ansia, con fuego en
nuestro corazón, recibe en esta noche nuestra adoración. Te anhelamos, te
necesitamos, te amamos más que a nuestro ser. Te entregamos
nuestros aciertos, desaciertos, el daño que hayamos hecho con nuestro
obrar. Ayúdanos Señor a enmendarlo, necesitamos de una gran porción de tu
Espíritu Santo para convertir todo aquello que no sea tuyo y obedecer a todo
los que Tú nos pides, para cumplir y hacer tu voluntad, para hacer vida
tu Palabra.
Gracias por que tu amor por nosotros es infinito, tan alto, tan ancho, tan
grande que no lo podemos tocar, pero lo percibimos y lo sentimos en cada
instante de nuestra vida. Cámbianos, transfórmanos y ayúdanos a seguir tu
ejemplo, Jesús, fortalécenos en esta noche y que podamos levantarnos como las
águilas y llenas de tu Espíritu salir a cumplir tu misión. Amén.