“REFLEJO DE LA LUZ ETERNA”
PRIMERA
LECTURA
SABIDURÍA 7,22-8,1
“La sabiduría es reflejo de la luz eterna, espejo
nítido de la actividad de Dios”
La sabiduría es un espíritu inteligente, santo,
único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable,
bondadoso, agudo, incoercible, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro,
sereno, todopoderoso, todo vigilante, que penetra todos los espíritus
inteligentes, puros, sutilísimos. La sabiduría es más móvil que cualquier
movimiento, y, en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo; porque
es efluvio del poder divino, emanación purísima de la gloria del Omnipotente;
por eso, nada inmundo se le pega. Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de
la actividad de Dios e imagen de su bondad.
Siendo una sola, todo lo puede; sin cambiar en
nada, renueva el universo, y, entrando en las almas buenas de cada generación,
va haciendo amigos de Dios y profetas; pues Dios ama sólo a quien convive con
la sabiduría. Es más bella que el sol y que todas las constelaciones; comparada
a la luz del día, sale ganando, pues a éste le releva la noche, mientras que a
la sabiduría no le puede el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y
gobierna el universo con acierto. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La
primera lectura escoge entre lo más hermoso de nuestro lenguaje para cantar la
belleza, el poder y la presencia indeclinable de la sabiduría. El autor define
la naturaleza de la sabiduría con términos de la filosofía griega aplicados a
la religión judía. Enumera 21 características de la sabiduría y establece la
relación de ésta con Dios y con la creación. De este modo, el autor del libro
expresa la superioridad de la sabiduría respecto al conocimiento griego.
Al leer
este bello elogio de la sabiduría, no podemos evitar pensar en Cristo Jesús: Él
es la Palabra misma hecha carne, la Sabiduría en persona.
La
sabiduría es el mejor don que podemos apetecer. Una sabiduría que no sólo es
sentido común y sensatez humana, que no es poco, sino también luz que impregna
nuestra visión de las cosas y de los acontecimientos, viéndolo todo desde Dios.
Hay personas sencillas que pueden tener esta sabiduría, mientras que nosotros,
que tal vez nos ufanábamos de tantos conocimientos y talentos, somos sabios
para otras cosas, pero no para las de Dios.
SALMO RESPONSORIAL: 118
R. / Tu palabra, Señor, es eterna.
Tu
palabra, Señor, es eterna,
más
estable que el cielo. R.
Tu
fidelidad de generación en generación,
igual
que fundaste la tierra y permanece. R.
Por tu
mandamiento subsisten hasta hoy,
porque
todo está a tu servicio. R.
La
explicación de tus palabras ilumina,
da
inteligencia a los ignorantes. R.
Haz
brillar tu rostro sobre tu siervo,
enséñame
tus leyes. R.
Que mi
alma viva para alabarte,
que tus
mandamientos me auxilien. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo el más largo de todos,
presenta la excelencia de la ley de Dios, entendida como la manifestación de la
voluntad de Dios para el ser humano. Su cumplimiento le asegura el bienestar y
la dicha. La urgencia de cumplir siempre la voluntad de Dios nace de la misma
fe. Para nosotros se trata de “la ley perfecta del amor” que se encuentra en el
Evangelio y se encarna en el seguimiento de Cristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17,20-25
“El reino de Dios está dentro de vosotros”
En aquel tiempo, a unos fariseos que le
preguntaban cuándo iba a llegar el reino de Dios Jesús les contestó: "El
reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está
allí; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros." Dijo a sus
discípulos: "Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo
del hombre, y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis
detrás. Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el
Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado
por esta generación." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
“El Reino de
Dios está entre ustedes”, es decir, entre nosotros. Porque el reino o reinado
de Dios no es otra cosa que el señorío, la soberanía de Dios en el corazón de
la humanidad. Cuando la humanidad derribe los muros del egoísmo, la codicia y
prepotencia y deje lugar a Dios, entonces podremos decir que el reinado de Dios
se está realizando en medio de nuestra historia. El reino de Dios no se impone
por la fuerza, no es tampoco portentoso o ruidoso. Como lo hemos visto en
algunas parábolas, es semilla, fermento, fuerza interior que va transformando
al ser humano firme pero imperceptiblemente. El reino de Dios no es un sistema
político ni tampoco un sistema religioso. Es la fuerza vigorosa y transformante
de Dios que va creando y recreando todo según su plan de salvación. A nosotros
nos corresponde disponer todas nuestras facultades y dimensiones para que Dios
actué en nosotros y a través de nosotros. ¿Qué signos del reino de Dios
percibes en tu vida, en tu familia y comunidad?
ORACIÓN
Gracias Señor,
porque hoy nos revelas cómo es vivir en tu Reino. Ayúdanos por favor a desarrollar un espíritu parecido al tuyo: amante del bien
y bienhechor, amigo de todos los seres humanos y de todo lo creado, amable,
firme, seguro y sereno, amigo de Dios. Que te reconozcamos como un Ser Santo,
único y múltiple, penetrante, inmaculado, que todo lo puede y todo lo ve, que
penetra en nosotros y sobre todo que ama sin medida, con justicia y
misericordia. Amén
“Cuando actuamos con sencillez y
humildad descubrimos que el Reino de Dios ya está entre nosotros”
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