viernes, 1 de noviembre de 2019

Lunes 11 de Noviembre de 2019


“HACERSE AMIGOS DESDE LA EXPERIENCIA DEL PERDÓN”

PRIMERA LECTURA
SABIDURÍA 1,1-7

“La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres; el espíritu del Señor llena la tierra”

Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero. Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían. Los razonamientos retorcidos alejan de Dios, y su poder, sometido a prueba, pone en evidencia a los necios. La sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado. El espíritu educador y santo rehúye la estratagema, levanta el campo ante los razonamientos sin sentido y se rinde ante el asalto de la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al deslenguado; Dios penetra sus entrañas, vigila puntualmente su corazón y escucha lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido.  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
La sabiduría es un don de Dios y sólo la pueden llegar a poseer los de corazón sencillo, “los que no desconfían” los que no tienen “razonamientos retorcidos”. La encuentran “los que la buscan de corazón entero”. Sobre todo, “la sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo deudor del pecado”. Los necios y los deslenguados tampoco sabrán acoger  esta sabiduría que viene de Dios.
La sabiduría no es igual a los muchos conocimientos, sino esa intuición interior que nos hace ver las cosas con la mirada de Dios. Es la capacidad de descubrir que el hilo conductor de la historia lo lleva el Padre del cielo, quien se nos ha revelado plenamente en la persona de su Hijo Jesús. Por eso, debemos desearla y pedirla por encima de todas las cosas, así como lo hizo Salomón cuando fue puesto para gobernar a su pueblo, para poder proceder con justicia, misericordia y caridad en todos los aspectos de la vida.

SALMO RESPONSORIAL: 138
R. / Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso. R.

Todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco. R.

¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R.

Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R.

OREMOS CON EL SALMO    
La experiencia de fe lleva al salmista a un diálogo en que expresa el misterio de Dios y la absoluta dependencia de la persona respecto de él y le pide protección y guía. También San Pablo exclama: “¡Qué abismo el de la generosidad, de la sabiduría y de la providencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y qué insospechables sus caminos!” (Rom. 11, 34-35) 

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17, 1-6

“Si siete veces en un día vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás”
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día y siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás."  Los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la fe." El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Como una preocupación pastoral de su tiempo, y válida para la vida de comunidad hoy, Lucas busca responder, evocando las palabras de Jesús, a qué es lo que constituye a la comunidad. A la comunidad la constituye, primero, la generosidad y responsabilidad mutua por el acompañamiento integral a las personas que la conforman. Actuar para desorientar o desviar a los otros de una vida de acuerdo al evangelio, escandaliza. Segundo, la corrección fraterna, el perdón y la reconciliación implican un ejercicio de diálogo y cuidado recíproco. Confundir corrección con reproche es violencia. Tercero, sin ejercicio de perdón y de corrección fraterna la comunidad ni crece ni permanece unida, se hace indiferente, creando falsos “pactos de no agresión”. Cuarto,  la comunidad debe tener una fe verdadera, firme que se identifique con la causa de Jesús y las causas hondamente humanas,  esto crea una comunidad que humaniza, de lo contrario, destruye la vida y los proyectos compartidos. ¿Son estas las preocupaciones que guían a tu comunidad o más bien le interesa el escándalo, el rencor, la indiferencia y una fe mezquina?

ORACIÓN
Señor Tú conoces lo más íntimo de nuestro corazón y escuchas lo que dice nuestra lengua, por eso hoy queremos suplicarte que saques de nosotros todo aquello que  resiente, o conduce a rechazar y ofender a las personas que nos rodean, sobre todo las que nos han hecho daño. Por favor capacítanos para toda obra buena, para construir comunidades donde el perdón, el amor, la fe, la sinceridad, la solidaridad sean la esencia y pilar de las mismas, siempre guiados por ti y tu Espíritu Santo. Amén


“La Palabra de Dios contiene las claves para ser discípulos(as) y divulgar la propuesta de conversión y amor”

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