jueves, 1 de agosto de 2019

Martes 13 de Agosto de 2019


“¿NUESTRAS TAREAS CUENTAN CON LA BENDICIÓN DEL SEÑOR?”


PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 31,1-8

“Sé fuerte y valiente, Josué, porque tú has de introducir al pueblo en la tierra”

Moisés dijo estas palabras a los israelitas: "He cumplido ya ciento veinte años, y me encuentro impedido; además, el Señor me ha dicho: "No pasarás ese Jordán." El Señor, tu Dios, pasará delante de ti. Él destruirá delante de ti esos pueblos, para que te apoderes de ellos. Josué pasará delante de ti, como ha dicho el Señor. El Señor los tratará como a los reyes amorreos Sijón y Og, y como a sus tierras, que arrasó. Cuando el Señor os los entregue, haréis con ellos lo que yo os he ordenado. ¡Sed fuertes y valientes, no temáis, no os acobardéis ante ellos!, que el Señor, tu Dios, avanza a tu lado, no te dejará ni te abandonará." Después Moisés llamó a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: "Sé fuerte y valiente, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el Señor, tu Dios, prometió dar a tus padres; y tú les repartirás la heredad. El Señor avanzará ante ti. Él estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El libro de Deuteronomio pone en labios de Moisés, cuando ya está a punto de morir, las últimas recomendaciones para su pueblo y para Josué, a quien da la investidura como su sucesor. Moisés no va a poder entrar en la tierra prometida, pero va a producirse un “vacío de poder” en un momento tan delicado como éste, en que están ya a las puertas de Canaán y se disponen a iniciar su ocupación. En primer lugar, porque Moisés nombra a Josué como guía del pueblo en esta etapa de la entrada y el asentamiento en Palestina. Y sobre todo, porque Dios sigue acompañándoles a lo largo de todo el camino por el desierto.

El texto nos deja ver un momento crucial en la historia del pueblo de Dios peregrino, cuando Moisés llega al ocaso de su vida y una aurora de llamado avanza sobre la frente de Josué. Tiempo oportuno para reflexionar sobre Moisés como  lider: Hay tres elogios particulares que la Biblia da de Moisés: "Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra" (Núm 12,3), "Acostumbraba hablar el Señor con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo". "Moisés fue amado de Dios y de los hombres; su memoria es una bendición".(Éxodo 33,11)
Miremos algunos pasajes que nos ayudan a descubrir quién es  Josué: Josué aparece en primer lugar como un valiente guerrero que se apoya en la oración de Moisés para vencer al terrible Amalec (Éx 17,8-15). Luego, siendo un "joven" está junto a Moisés que ora en la Tienda del Encuentro (Éx 33,11). Más importante que todo: Josué es un elegido de Dios, que quiere que él, que ha estado en el Sinaí y ha probado el desierto, introduzca al pueblo en la tierra prometida (Núm 14,30)

INTERLECCIONAL: DEUTERONOMIO 32,3-12
R. / La porción del Señor fue su pueblo.

Voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas. R.

Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre, y te lo contará,
a tus ancianos, y te lo dirán. R.

Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios. R.

La porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue el lote de su heredad.
El Señor solo los condujo,
no hubo dioses extraños con el. R.

OREMOS CON EL SALMO
Cantico litúrgico que se remonta a los inicios de la historia del pueblo de Israel, con el que se concluye el libro del Deuteronomio. Es una invitación a la conversión, puesta en labios de Moisés en el momento de morir; es la última exhortación y como el testamento espiritual del gran caudillo que condujo a Israel desde Egipto al país de Canaán. Cuando Israel tome posesión de la tierra que Dios le ha preparado, debe estar atento en no olvidar al Señor, como, con tanta frecuencia, hizo mientras duró su peregrinación por el desierto.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 18,1-5.10.12-14

“Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños”

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?" Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: "Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La imagen del niño, lo es tanto por su niñez como por su pequeñez. En tiempos de Jesús, los niños, las mujeres y los pobres, eran importantes pero excluidos socialmente. Eran “pequeños” que no podían participar en las decisiones de los “grandes”. El mundo sigue hoy dominado por los “grandes” en poder, ambición, injusticia y violencia. Jesús propone un mundo desarrollado desde la pequeñez, desde el grano de mostaza que crece en ternura, solidaridad, justicia y paz. La pequeñez por tanto, no es carencia de estatura o de madurez, es una actitud evangélica que procura despertar en la vida cristiana, la preocupación permanente por las ovejas perdidas, por los hombres y mujeres olvidados y excluidos de nuestro mundo, que necesitan un amigo, una voz, un abrazo solidario para volver a creer que un mundo nuevo y mejor todavía es posible. Hagamos lo imposible para que no se pierda ni uno solo de nuestros hermanos. Solo así podremos ser los más grandes en el reino de los cielos y los mejores pastores en nuestras comunidades. 

ORACIÓN
Señor Tú nos envías a realizar acciones encaminadas a la misión de liberar, dignificar, solidarizarnos con  los más pequeños, con los pobres, los humildes y sencillos. Por favor ayúdanos, con la guía de tu  Espíritu, a contar con tu ejemplo y dirección para obrar con sabiduría y fortaleza. Amén


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: