“JESÚS DA VERDADERO
SENTIDO A LA LEY”
PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 4,1.5-9
“Poned por obra los mandatos”
Moisés habló al pueblo, diciendo:
"Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir.
Así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de
vuestros padres, os va a dar. Mirad, yo os enseño los mandatos y decretos que
me mandó el Señor, mi Dios, para que los cumpláis en la tierra donde vais a
entrar para tomar posesión de ella. Ponedlos por obra, que ellos son vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan
noticia de todos ellos, dirán: "Cierto que esta gran nación es un pueblo
sabio e inteligente."Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga
los dioses tan cerca como lo está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo
invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos mandatos y decretos sean tan
justos como toda esta ley que hoy os doy? Pero, cuidado, guárdate muy bien de
olvidar los sucesos que vieron tus ojos, que no se aparten de tu memoria
mientras vivas; cuéntaselos a tus hijos y nietos." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Uno puede decir que todos los
pecados nacen de la mala memoria. En la primera lectura de hoy encontramos una
fuerte exhortación: "no te olvides de lo que vieron tus ojos". Una
advertencia que bien podemos considerar nacida de la experiencia, porque es muy
cierto que hemos visto maravillas y es cierto también que las hemos olvidado.
No es la menor de las desdichas humanas eso de que haya tantos males que al
recordarlos nos parecen tan recientes y tan capaces de afectarnos, mientras la
niebla de un recuerdo borroso e inocuo se apodera de los bienes que también tuvo
el pasado. Recordar las maravillas que hizo el Señor es el principio ineludible
para reconocer su grandeza, admirar su poder y agradecer su misericordia. Y
ciertamente no es posible una vida agradable a Dios sin estas tres cosas.
Además, la obediencia a los mandatos divinos
es dura, casi imposible, si nos quedamos mirando lo que hay que hacer; es
suave, en cambio, posible e incluso deleitable, si atendemos a quién nos los ha
mandado y qué planes de gracia y salvación ha dispuesto a favor nuestro. La obediencia es un acto que involucra todo lo
que nosotros somos, y precisamente la obediencia fue lo que más brilló en el
momento final de la vida de Cristo.
SALMO RESPONSORIAL: 147
R. / Glorifica al Señor,
Jerusalén.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de
tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro
de ti. R.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza.
R.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus
mandatos. R.
OREMOS CON EL SALMO
Canto de acción de
gracias a Dios por la reconstrucción de Jerusalén y el regreso de los
derrotados, y de alabanza por la providencia con que gobierna el universo. La
restauración de Jerusalén es anticipo y símbolo de la redención obrada por Dios
en Cristo. Él sigue presente en medio de su pueblo y le ofrece diariamente
pruebas de su amor.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,17-19
“Quien cumpla y enseñe será
grande”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús
es la palabra definitiva de Dios. Él es la norma que todo creyente debe asumir
con sincero corazón. No podemos seguir desplazando a Jesús por devociones
privadas, legalismos, o por profecías de última hora que van ganando adeptos.
Es muy importante que volvamos a Jesús. Que regresemos los ojos, el corazón, la
conciencia y toda la vida hacia él. Este es el trabajo permanente que debemos
hacer durante la cuaresma, a fin de ir cristificando la vida y ser en el mundo
testimonio real y creíble del amor de Dios. Lo más esencial de toda la ley y lo
fundamental de los profetas Jesús lo testifica con su vida. No es Jesús quien
tiene que acomodarse a la Ley y a la profecía de Israel, sino al contrario es
la Ley y la profecía que tienen a Jesús por norma. Lo que esté de acuerdo con
Jesús vale y lo que no esté de acuerdo con Jesús no vale. Que mientras
avanzamos en la cuaresma, avancemos también en obedecerle a Dios con sincero
corazón, que entendamos no basta conocer la Palabra sino hacer la voluntad de
Dios.
ORACIÓN
Señor ayúdanos a entender que tus
mandamientos no son para esclavizar, sino para que vivamos en el amor una
verdadera organización social, solidaria y respetuosa, donde prevalece el valor
por la vida, como nos lo enseñaste con tu Hijo Jesús. No se trata de cumplirlos
porque si, sino porque de corazón estamos convencidos del verdadero sentido que
tienen y por eso los practicamos y los enseñamos bajo la guía de tu Espíritu
Santo. Amén.
“Hay que ejercer la
ley como horizonte de libertad creciente no como imposición”
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