sábado, 1 de diciembre de 2018

Sábado 01 de Diciembre de 2018


“ATENTOS Y PERSEVERANTES EN LA ORACIÓN”

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 22, 1-7

“Ya no habrá más noche, porque el Señor irradiará luz sobre ellos”

El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, el río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. A mitad de la calle de la ciudad, a ambos lados del río, crecía un árbol de la vida; da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven de medicina a las naciones. Allí no habrá ya nada maldito. En la ciudad estarán el trono de Dios y el del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá más noche, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos. Me dijo: "Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que pasar muy pronto. Mira que estoy para llegar. Dichoso quien hace caso del mensaje profético contenido en este libro." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Con la liturgia de este día llegamos al final de este año litúrgico. Mañana, primer domingo de adviento, se inicia el siguiente año. Y el mensaje final es claro en medio de la compleja red de símbolos de la primera lectura: grandes combates, grandes luchas, pero un solo vencedor y una sola victoria: la del "pueblo de los elegidos del Altísimo", según el bello nombre que nos da Daniel en su texto de hoy.
Así pues deben quedarnos claras las dos cosas: que hay combate y que hay victoria. Como hay combate, debemos prepararnos; como hay victoria, deben estar firmes nuestros corazones y no cejar en su empeño ni dejar de cantar las alabanzas del Único que es grande y santo.

SALMO RESPONSORIAL : 94
R. / Maranatha! Ven, Señor Jesús.

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R.

OREMOS CON EL SALMO
La primera parte de este salmo es un canto de alabanza al Señor de la creación y de la alianza. La segunda es una amonestación al pueblo para recordarle las exigencias de la alianza. La nueva alianza sellada con la sangre de Cristo exige igualmente una correspondencia generosa al amor de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 21, 34-36

“Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre."   Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Hoy termina, litúrgicamente hablando, el llamado «Tiempo Ordinario», y antes de  concluir el año litúrgico, la liturgia de la Palabra ofrece a consideración el texto de Lucas con la propuesta del llamado-invitación que hace Jesús, las exigencias del discipulado y la disponibilidad para seguirle y colaborar en la construcción del Reino. Seguir a Jesús requiere de una serena decisión, un compromiso constante, una dedicación casi exclusiva y responsabilidad asidua para no dejarnos aturdir por los vicios y las preocupaciones de la vida. Ser discípulo del Maestro es la oportunidad que se tiene para poder hacer de este mundo algo mejor. La propuesta de Jesús es clara, no es posible avanzar en la extensión del proyecto de Dios, si colocamos en nuestra vida otras prioridades que no hacen parte de su querer. Por eso, colocar la mano en el arado, o realizar cualquier otro tipo de práctica contraria a la libertad, autonomía y disponibilidad nos limita en nuestro avance del seguimiento a Jesús. ¿Qué me limita en el deseo de seguir a Jesús? ¿Cuáles son las prioridades en mi vida? ¿Dios ocupa el centro de mi existencia?

ORACIÓN
Amado Dios ayúdanos a no dejarnos distraer en el ir y venir de la vida y de la sociedad, pues necesitamos estar muy atentos a tu presencia en nuestra vida, en nuestro  corazón, renovando en este tiempo nuestro llamado y entrega a ti y a tu proyecto de amor. Que este tiempo sea para nosotros, un tiempo de mayor oración y reflexión y que tú seas la prioridad en nuestro vivir del día a día. Amén.


“Caminemos por el sendero justo, para que no nos extraviemos seducidos por el facilismo y la apariencia”

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