sábado, 1 de diciembre de 2018

Martes 18 de Diciembre de 2018


“EL “DIOS CON NOSOTROS”,  ES EL MESÍAS PROMETIDO”

PRIMERA LECTURA
JEREMÍAS 23,5-8

“Suscitaré a David un vástago legítimo”

"Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre: "El-Señor-nuestra-justicia". Por eso, mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que no se dirá: "Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto", sino que se dirá: "Vive el Señor, que sacó a la raza de Israel del país del Norte y de los países adonde los expulsó, y los trajo para que habitaran en sus campos."
REFLEXIÓN
Lo mejor que podía imaginar Jeremías, en cuanto a éxodos, era la salida del país del destierro y la reconstrucción de Judá y de Israel en unidad. Es un modo de referirse al tiempo casi idílico del reinado de David. En Jeremías, sobre todo, es sensible esa añoranza de aquel reinado en que hubo paz en las fronteras y unidad entre Judá e Israel. Jesús será entonces el nuevo y mayor David, que, venciendo sobre nuestros enemigos, da unidad y paz a la Casa de Dios. Jeremías también plantea un gran desafío. Frente a un pueblo desmembrado, dividido, desmantelado, amenazado, el anuncia un tiempo de restauración. En Jeremías, es sensible esa añoranza de aquel reinado en que hubo paz en las fronteras y unidad entre Judá e Israel. Jesús será entonces el nuevo y mayor David, que, venciendo sobre nuestros enemigos, da unidad y paz a la Casa de Dios. Jeremías anuncia el tiempo en que llegará un reinado bajo el dominio de la justicia, a la vez que se acerca el retorno de Israel… un nuevo éxodo. En medio de la devastación Jeremías opta por un mensaje de esperanza.

SALMO RESPONSORIAL: 71
R. /Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén! R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo, escrito después del exilio, en una época en que ya la dinastía de David no estaba en el trono, se refiere directamente al "rey-Mesías", ¡al reino Mesiánico esperado como "universal' y "eterno"! Sólo Dios puede tener un reino eterno, "que dure tanto como el sol, hasta la consumación de los siglos". En vano un rey cualquiera puede pretender tal cosa.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 1,18-24

“Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David”
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados."
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.
REFLEXIÓN
Cuál sería la sorpresa del joven aldeano José al darse cuenta de que su novia estaba embarazada. Posiblemente muchos sentimientos encontrados pasaron por su cabeza. Uno
de ellos, denunciarla públicamente; pero esto significaba que ella debería morir por
lapidación a causa de su infidelidad y adulterio, crimen que las mujeres (no los varones)
tenían que pagar con su propia vida. Pero la Escritura nos dice que él decidió abandonarla
en secreto, tal vez alejándose de ella sin que nadie se diera cuenta. Posiblemente las críticas
recaerían sobre él por ser un padre irresponsable, pero no pasaría de ahí. Sin embargo, el
amor tan grande por la joven María le lleva a escuchar en su conciencia recta y justa la voz
de Dios, que le indica el origen y el destino de aquel niño. Será el EMANUEL, el Dios con-
nosotros, “Dios en persona que viene a salvarnos”. Entonces José se da cuenta de que
él mismo tiene una misión en el plan de salvación de Dios. Su amor, su rectitud, su libertad
responsable, se ven compensadas de alguna manera por la maravillosa misión que Dios le
confía en sus manos: ser el rostro paterno para este niño en quien, humanamente, Jesús va
descubriendo el rostro misericordioso y bondadoso del Padre Dios.

ORACIÓN
Señor Tú eres el Rey justo y prudente que haces que en la tierra se observe la ley y la justicia, que aunque humanamente se diga que procedes de David, tu verdadera procedencia es del Padre-Madre Creador y lleno de amor. Por eso anhelamos que tu Espíritu en todo momento nos lleve a esperar en ti como nuestro liberador, con la certeza que continuas cumpliendo tus promesas, comenzando por cada uno(a) de nosotros(as) y por nuestro entorno. Amén  

“José se fía de la Palabra del Señor y su actitud de apertura hizo posible la presencia del “Dios-con -nosotros”


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