sábado, 1 de diciembre de 2018

Lunes 17 de Diciembre de 2018


“JESÚS LA PLENITUD DE LA REVELACIÓN”

PRIMERA LECTURA
GÉNESIS 49,2.8-10

“No se apartará de Judá el cetro”

En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo: "Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro; agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel: A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu padre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien está reservado, y le rindan homenaje los pueblos."
REFLEXIÓN
El capítulo 49 del Génesis es un texto muy antiguo donde Jacob pronuncia las últimas palabras referentes a sus hijos. Entre los doce hijos hay uno que tiene la preeminencia; no es el primogénito que era Rubén, sino Judá, el cuarto. Es el heredero de las promesas. Ha vencido a sus enemigos y por eso sus hermanos le rinden pleitesía. Una familia de esa tribu será la escogida para regir a Israel, y dentro de ella una persona. Pero inclusive más allá de David, el texto apunta a un personaje especial: el Mesías.
Las llamadas “bendiciones de Jacob” son una colección de dichos, en principio independientes y de géneros literarios diversos: reprensiones, maldiciones, bendiciones, promesas, etc., sobre las tribus de Israel. Por la lista de tribus, más antigua que la de otros lugares, puede deducirse que esta colección es relativamente antigua, anterior o contemporánea al yahvista, que podría también ser el autor. Lo que más podría justificar el calificativo de “bendiciones” sería el hecho de que todo este conjunto se encuentra encajado actualmente en la narración sacerdotal sobre la última bendición o testamento de Jacob antes de morir.
La dimensión religiosa de estas “bendiciones” es muy poco perceptible para el lector moderno, pero a los ojos de los israelitas que veían su historia bajo la guía y planificación de Dios era del todo evidente. Además, los destinos futuros de cada una de las tribus se consideran fruto de la palabra profética del patriarca, cuya eficacia igual que la de los profetas posteriores es incuestionable y va modelando la historia. Tanto por su amplitud como por su contenido destacan los versículos sobre Judá y José.


Salmo responsorial: 71
R/Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
 que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.

Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO

71
El salmista apela a su larga experiencia de anciano para expresar, en medio de la aflicción, su confianza inalterable en la ayuda del Señor, Él quiere dejar un testimonio de la gracia de Dios a las generaciones venideras. La comunidad discipular en su oración también recurre a la memoria del pasado, expresa en el presente su fe y su confianza, y apoyada en la esperanza tiende la mirada hacia la consumación definitiva del Reino de Dios.  




LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 1,1-17

“Genealogía de Jesucristo, hijo de David”

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatán, Joatán a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.
REFLEXIÓN
Durante estos días cobra mayor fuerza y carácter festivo la preparación de la celebración navideña en la mayoría de familias y comunidades cristianas. Litúrgicamente, hoy comienzan a leerse en la celebración eucarística los relatos de infancia, entrelazando las narraciones de Mateo y de Lucas. Hoy corresponde la genealogía de Jesús según Mateo. Nos encontramos con un listado de personajes que Mateo organiza en tres secciones de catorce generaciones cada una. En el Antiguo Testamento el género “listas”, del que forman parte las genealogías, es muy normal para concatenar los relatos de la historia de salvación o para probar la descendencia (real) de una persona. Sin embargo, Mateo coloca en esta genealogía a reyes, profetas, prostitutas, militares, gente santa y no tan santa. Con ello Mateo quiere indicar de una forma didáctica que el evangelio de Jesús es de carácter universal, que está destinado a todos los seres humanos de todos los tiempos, y que la salvación es para todos sin ningún tipo de distinción. Es la universalidad y la integridad del mensaje liberador de Jesús. Así, todos los seres humanos se sienten incluidos en la propuesta del Reino de Dios. – Todos somos invitados de manera especial a participar en este acontecimiento salvífico.

ORACIÓN
Señor esta no puede ser para quienes te seguimos una navidad más, sino el tiempo actual donde más que el tutainatuturumaina, comprendemos qué es unirse y ser parte del pueblo que escogiste, que acompañas y que no eres un personaje de la historia sino la historia misma de nuestras vidas que nos indica el camino para ser diferentes, mensajeros(as) tuyos(as), siervos(as) que salen en defensa de tus pobres. Ayúdanos para que así sea o siga siendo. Amén

“Jesús, se hizo como uno de nosotros, se solidarizó con nuestra realidad, nos conoce a profundidad y sabe que nada podemos sin Él”



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