jueves, 1 de noviembre de 2018

NOVIEMBRE 2018

“CORAZÓN ALEGRE- CORAZÓN SANO”


Leía en alguna revista un artículo publicado por la Asociación Americana de Cardiología, y allí se señalaba las consecuencias físicas producidas por el desánimo, el mal genio, y la desesperanza. Los que han sufrido algún tipo de desilusión, frustración o tristeza extrema, por ejemplo, son más propensos a la arterioesclerosis en un veinte por ciento, a diferencia de quienes no han experimentado dicha desesperanza en la vida. Lo mismo sucede en otras enfermedades del corazón, inclusive ataques cardiacos, infartos o la muerte misma.
La estrecha relación ente la salud emocional y la física no es una novedad o descubrimiento de ninguna asociación médica moderna. La Biblia, la Palabra de Dios, nos dice en uno de sus libros más antiguos, PROVERBIOS 17, 22: “El corazón alegre constituye buen remedio, más el espíritu triste seca los huesos”. También la misma Palabra declara que : “Las palabras de Dios son vida a los que las hayan, y medicina a todo su cuerpo” (PROVERBIOS 4,22)
Existe una estrecha relación, ente tu bienestar interior y tu salud interior. Vivimos en el siglo de nuevas y raras enfermedades, cada vez más personas sufren de estrés, migrañas, insomnio, anorexia y depresión, entre otras, que evidencian un desequilibrio interior. Este estado se debe, primordialmente, a un vacío muy profundo del ser, ocasionado en su raíz, al alejamiento o deficiente relación con el Creador y de nuestro ser integral, es decir Dios mismo. En la medida que aprendemos a vivir en amistad con Dios, empezamos a experimentar paz, armonía y alegría interior. Dijo David en el SALMO 100 versículo 3: “Reconozcan que el Señor es Dios, Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos”. En nuestro interior siempre habrá un vacío que como decía San Agustín tiene forma de Dios. Llenémoslo solo con su presencia y descubriremos como hacer de la vida una alegría y disfrute. Saberse amado por Dios, perdonado por Jesús y potenciado por el Espíritu Santo, es la experiencia más hermosa y saludable de toda la vida.
Grandes científicos han afirmado que la paz y alegría del corazón manifestados a través de la risa no solamente son buenos, sino excelentes para el sistema cardiovascular de una persona. Cuando una persona se ríe con gusto se producen varios beneficios. La presión sanguínea baja temporalmente, hay una disminución de la velocidad en la respiración y una reducción de la tensión muscular; se empieza a experimentar un estado de ánimo relajado. Todos los creyentes en Jesús, por encima de todos los demás, deberíamos de beneficiarnos de ese gozo que sale de lo profundo del corazón. Nuestra fe está firmemente arraigada en un Dios misericordioso, y nuestro optimismo se basa en la seguridad de que nuestra vida está bajo su sabio control.  El que tiene un corazón alegre y el que ríe dura mucho.
Para vivir este beneficio la herramienta, camino o vehículo que Dios nos proporciona, es tener comunión, amistad o relación con Él. Y esto se da a través de la oración, encuentro con su Palabra, vivir comunitario y servicio solidario y fraterno al necesitado; estos son medios eficaces que nos ayudarán a tener un corazón siempre alegre y sano.

“SABERSE AMADO POR DIOS; PERDONADO POR JESUS Y ANIMADO POR EL ESPIRITU SANTO, ES LA EXPERIENCIA MÁS SALUDABLE DE TODA LA VIDA”


Robero Zamudio
PROMESA BÍBLICA DEL MES

 “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús”

Filipenses 4, 7

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Buenos días Dios de la vida y del amor misericordioso. Cada vez que aparece la luz de un nuevo día, que refleja el brillo del sol, sentimos que así debe brillar también en nuestra mente y oración la gratitud para contigo, por el regalo de amanecer con vida y por las cosas que nos permites realizar. Ayúdanos a estar atentos(as) a las necesidades de nuestro prójimo, no permitas que las distracciones del mundo y de nuestras propias carencias, nos aparten de tu más grande recomendación: el amor a la gente, la atención a los que, sufren por carecer de lo material, espiritual y/o emocional. Que el Espíritu Santo nos capacite con los dones y habilidades para la acción en la siembra de tu mensaje, que hará que otras personas reciban lo grande que es estar, contar contigo y rescatar todos los valores de tu Reino, que deben ser ejercidos aquí en la tierra. Señor, ven en nuestra ayuda en esta jornada que vamos a vivir, para que nuestras palabras y acciones sean para bendecir a los demás. Amén

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Buenas noches Amado Dios, te agradecemos por el día que nos diste, por la familia, los amigos y por el pan de cada día que siempre nos provees, no solo el material sino el espiritual, ya que al contar contigo, con tu Palabra y con todos los medios que colocas a nuestro alrededor, logramos ir avanzando en nuestro proceso de conversión. Gracias por que podemos sentir la huella de tu amor, la pasión de tu entrega, la herencia de tu Reino y el motivo de tu regreso, que desde este mes  comencemos a celebrar el Adviento con la espera de tu nacimiento.  Te pedimos por la fuerza de tu Espíritu que todo lo que hemos aprendido a través del Día a Día con la Palabra, durante este año, lo vayamos evaluando en las noches de adviento y navidad y lo podamos compartir en nuestras comunidades. Por favor no permitas que nada nos quite el sueño reparador en esta noche, ya que debemos tener la certeza, si te hemos hecho el dueño de nuestra vida, que todo lo nuestro está bajo tu control. Amén


CUMPLEAÑOS NOVIEMBRE

1. Yolanda Betancur
2. Aura Cecilia Ocampo
4. Héctor Buitrago y Ana González
5. Miriam González
9. Sandra Franco y Laura María Alvarado  
12. Leticia Hospital
13. Raquel Rodríguez
18. Jeiler Andrade Leudo
23. Sandra González
26. Servando González
27. Lucía González
28. Mireya Barahona
29. Martha Lucia Díaz



NUEVO PENTECOSTÉS


Durante este, penúltimo mes del año, en nuestro proceso de Seminario de Vida en el Espíritu, con el kerigma o Primer anuncio del Evangelio, continuaremos profundizando sobre el Nuevo Pentecostés en la comunidad o Iglesia de creyentes y seguidores y seguidoras.


La Promesa es Para Todos y para Siempre  

“Porque el don del Espíritu Santo es para ustedes y para sus hijos y también para todos aquellos a los que el Señor, nuestro Dios, quiere llamar, aun cuando se hayan alejado” (Hechos 2,39).

Dios está renovando su Iglesia y está realizando un nuevo Pentecostés con los mismos signos y frutos que en el primero. Nosotros (as) somos testigos de que esa promesa no era sólo para aquel entonces, sino que es también para nosotros(as) hoy.  Esa promesa puede ser para ti, ahora mismo.

CONCILIO VATICANO II

“Repítase ahora en la familia cristiana el espectáculo de los apóstoles en Jerusalén. Dígnese el Espíritu Divino escuchar la oración que todos los días sube desde todos los rincones de la tierra: renueva nuestra tierra y tus prodigios como en un nuevo Pentecostés” (Juan XXIII, Humanes Setutis XXI)

Con esas palabras y elevando esta plegaria, el Papa Juan XXIII invitaba a toda la Iglesia para orar por el Concilio. Desde entonces se está cumpliendo ese gesto profético del Papa: Abrir la ventana paraque entre el soplo y el viento del Espíritu Santo, renovando y transformando la comunidad de creyentes, para que se vuelva a experimentar la presencia y el poder del Espíritu, de la misma manera que en la primavera de la Iglesia, después de Pentecostés. Este mismo Concilio, es el signo claro de un nuevo Pentecostés, ya que es un impulso extraordinario del Espíritu el que ha llevado a que la Iglesia se reeducara a si misma de la manera como el Señor lo concibió: Pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y comunidad unida (Koynonia) en el Espíritu.

Fruto de este momento han aparecido diversas renovaciones o corrientes eclesiales suscitadas por Dios para reavivar aspectos básicos de la vida cristiana en la Iglesia. Estos movimientos forman parte de una gran renovación eclesiástica en el Espíritu, que es una realidad en los cinco continentes y abarca también a todas las denominaciones cristianas. (católicos, ortodoxos y protestantes evangélicos). Son kerigmáticos y catequéticos, litúrgicos, carismáticos, comunitarios, sociales y ecuménicos, entre otros. Cada uno de ellos destaca una dimensión que no puede estar ausente en la vivencia cristina integral.

Dentro de las dimensiones que se destacan, encontramos:

v  El movimiento Kerigmático y catequético para avivar el ministerio de la Palabra en la Iglesia y transformar de raíz la vivencia cristiana, a partir de la renovación de los sacramentos de la iniciación cristiana.
v  El movimiento Bíblico que descubre la importancia vital de la Palabra de Dios, centra en ella toda la enseñanza de la comunidad creyente y la pone en la mano del pueblo.
v  El movimiento litúrgico que más allá de los cambios de forma, hace revivir la liturgia como ejercicio del sacerdocio de Cristo.
v  El movimiento carismático o renovación en el Espíritu que, por su referencia a la acción del espíritu y a la experiencia de su poder en todos sus efectos y manifestaciones carismáticas, es precisamente el signo claro de este nuevo Pentecostés.
v  El movimiento de renovación eclesiológica y comunitaria, con una nueva visión de la Iglesia como pueblo de Dios y, dentro de ella, la promoción de las pequeñas comunidades eclesiales.
v  El movimiento social y liberador que, ante la realidad de las graves injusticias y desigualdades impulsa a cumplir las exigencias del amor en una fe operante y comprometida, con una opción preferencial por los pobres, hacia su liberación integral.
v  El movimiento ecuménico, que busca cumplir la orientación del Señor en Juan 17,21 “Que todos sean uno, para que el mundo crea”

     De esta manera la Iglesia universal, desde todos sus niveles, vive una renovación teológica, pastoral, jurídica e institucional. La promesa de un nuevo pentecostés, es para todos y todas los (as) que hoy siguen al Dios de la vida, el amor y la misericordia. El modelo de vida a seguir, se encuentra descrito en el capítulo segundo de los Hechos de los Apóstoles, siempre que el pueblo de Dios cumpla este programa, volverá a vivir el mismo Pentecostés: Evangelización hecha por testigos ungidos que invitan a una respuesta (Hech. 2,38) y motivan a los demás a vivir una vida nueva (Hech. 2,42). Un Cristo vivo y un Espíritu Santo activo para un pueblo nuevo, seguidor de Dios Padre-Madre, Hijo y Espíritu Santo, que lleve al mundo a vivir una cultura cristiana que transforme la realidad de hoy.

Así lo planteó Paulo VI en 1975 (declarado Año Santo):

“En el día feliz de Pentecostés, el año santo despliega sus velos a fin de que una nueva navegación, un nuevo movimiento verdaderamente neumático, es decir carismático, impulse en una nueva dirección a una nueva humanidad creyente”




INTERROGANTES PARA ESTE MES

·         Según Hechos 2,38-39, ¿Para quién es la promesa?
·         ¿Hemos escuchado o conocemos esta renovación que se viene dando en toda la iglesia?
·         ¿A partir de cuándo se está dando el nuevo Pentecostés en la Iglesia?
·         ¿Qué pasos precedieron el Concilio Vaticano II?
·         ¿Recuerdan algunas corrientes o movimientos que hayan nacido como frutos de este nuevo Pentecostés?








Jueves 01 de Noviembre 2018


“CON ESPÍRITU DE SANTIDAD”

PRIMERA LECTURA
APOCALIPSIS 7,2-4.9-14

“Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén." Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿Quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Lo primero que atrae nuestra atención en este día es la contundente manifestación del bien. Estamos acostumbrados a que el mal haga espectáculo. El mal es notorio y llega a volverse notable, y nuestra mente quizá ha llegado a acostumbrarse a eso. La primera lectura cambia este hábito de nuestra mente: "una muchedumbre que nadie podría contar" (Ap.7,9). Después de todo, el bien también existe; está entre nosotros, aunque, por ahora, permanece de modo casi invisible.
En esa muchedumbre el vidente del Apocalipsis encuentra gentes de toda raza, lengua, pueblo y nación. Otra imagen que nos sorprende. Tal vez estamos acostumbrados a pensar la salvación en términos de élites y de exclusiones: los del hemisferio Norte tienen un nivel de vida, y los del Sur, otro; los ricos gozan lo que no pueden disfrutar los pobres; los educados y los incultos, los sanos y los enfermos. Siempre parece que la salvación y la felicidad son para un grupo cerrado que deja excluido al resto. La alegría del Apocalipsis es distinta; en ella la exclusión ha sido excluida.
La muchedumbre de la tierra se une a la muchedumbre del cielo. Pensábamos que luchábamos solos, que sufríamos solos, que no teníamos más compañía que nuestras propias ideas y recursos. De repente, el velo se corre y vemos que estamos y que siempre estuvimos acompañados. Millares de ángeles se gozan en el mismo Dios nuestro, y nuestro gozo es su mismo gozo.
SALMO RESPONSORIAL: 23
R./ Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
 el orbe y todos sus habitantes:
 él la fundó sobre los mares,
 él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
 El hombre de manos inocentes
 y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

OREMOS CON EL SALMO
Después de enunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, en el templo. En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria, La conducta de los que buscan al Señor debe corresponde a su presión de fe.     

SEGUNDA LECTURA
1 JUAN 3, 1-3

“Veremos a Dios tal cual es”
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a Él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como él es puro. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN

Nos hace una afirmación contundente: el Padre nos ama y nos ha llamado hijos suyos. La filiación la recibimos por Cristo, en Él somos hijos del Padre que nos ama aunque todavía no se manifieste lo que seremos. Aunque no seamos santos, ni perfectos como Él quiere, Dios Padre, tiene siempre la esperanza abierta a que lo seamos, a que hagamos vida ese proyecto suyo. Vamos a ser semejantes a Él en todo, purificados en su amor, sin embargo, aún estamos lejos de vivir esa realidad y por eso nos invita a hacer su voluntad por medio de su Hijo y espera de nosotros que así sea. Esta confianza de Dios debe ser respondida con actitudes existenciales de nuestra parte, de apertura, de amor, de compromiso con su voluntad y de resistencia al pecado.

LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 5,1-12a

"Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo"
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y Él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Hoy celebramos en nuestra liturgia la fiesta de todos los santos. Dios nos quiere a todos felices y para alcanzar esa plenitud en la comunión con Él, nos hace hoy esta invitación a ser santos como Él es santo (Lev.19,2).  Esta festividad nos representa visualmente a toda la multitud de los redimidos para descubrirnos el destino que nos espera también a nosotros, como peregrinos en esta vida. Es, además, un motivo para hacernos conscientes de nuestra solidaridad con todos aquellos que nos han precedido en el mundo del espíritu. Todos aquellos, que ya viven frente a Dios, y que siguen dando esperanza en el recuerdo e impulso a nuestra vida.

Infortunadamente se sigue pensando que los santos fueron unos personajes extraños de los primeros siglos de la era cristiana o de la edad media, mas no de nuestros tiempos. Se ha creído que la santidad consiste en hacer cosas extrañas, adquirir posturas o espiritualidades raras, místicas. Ser santo al estilo de Jesús es simplemente tratar de reproducir la imagen de Cristo, asumiendo y comprometiéndome con su Palabra y su proyecto de vida. Por tanto podemos afirmar que la santidad no es una propuesta inalcanzable, se trata con la ayuda y guía del Espíritu Santo de ser fiel, ir hasta el final, permanecer y perseveras en el camino de Dios, cubrir la distancia, como el Padre con su Hijo (Mateo 5,48).

Para iluminar esta fiesta se nos propone los primeros doce versículos de Mateo 5. En la tradición este pasaje se ha denominado el texto del “sermón del monte o de las bienaventuranzas”. Según Mateo este anuncio testimonial de Jesús va dirigido a las muchedumbres. Sin embargo, en un círculo más próximo, se hallan los discípulos, y para superar la experiencia de Moisés en el Sinaí, el Hijo de Dios, desde un monte entrega la nueva enseñanza y propuesta de vida a todos los suyos. Jesús camina para enseñar con su propia vida, pero también, como en este caso se “sienta” para darnos en su Palabra una explicación de la manera como entiende su existencia.

Las bienaventuranzas proclamadas por Jesús a sus discípulos representan, de manera sintética, una nueva forma de comprender la acción de Dios en la humanidad. No son una nueva ley que determina estrictamente la vida de sus seguidores, sino una propuesta de vida que tiene como eje fundamental la misericordia. Son verdaderamente felices y santos los que viven según la misericordia, es decir, aquellos que reaccionan ante el sufrimiento ajeno y buscan erradicarlo movidos simplemente por el amor al otro. Con las bienaventuranzas Jesús está expresando su más profundo querer: que todos los seres humanos sean felices, en especial aquellos que son víctimas de la injusticia social; es el nuevo programa del reinado de Dios, es la expresión de la voluntad de Dios para sus hijos, es la respuesta amorosa de Dios para los que sufren por su causa. Aquí encontramos un nuevo orden de valores y realidades: son felices los pobres, los mansos, los afligidos, los perseguidos, en últimas, aquellos que no representan algún poder o importancia en la sociedad. Seguir entonces a Jesús implica abrir los ojos y los oídos al mundo de los pobres, pasar por nuestro corazón sus situaciones de dolor y actuar misericordiosamente, es lo que verdaderamente nos conduce a la santidad.

ORACIÓN
Señor, gracias porque hoy tu Palabra nos lleva a comprender que todos y todas sin distinción,  estamos llamados(as)  a vivir en comunión contigo para desarrollar tu proyecto de justicia, paz e igualdad. Que sin dejar de ser  comunes y corrientes, si practicamos el don del amor, que nos hace humildes y sencillos de corazón, podremos ser de los miles que lucharon y luchan por  ser fermento, sal y luz desde sus realidades de vida.  Amén


“Humildad y sencillez son las condiciones básicas de todas las virtudes. Es a través de ellas como se forjan las grandes almas”

Viernes 02 de Noviembre 2018


“ELEGIDOS PARA LA VIDA ETERNA”

PRIMERA LECTURA
2 MACABEOS 12, 43-45  

 Efectuó entre sus soldados una colecta y entonces envió hasta dos mil monedas de plata a Jerusalén a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado. Todo esto lo hicieron muy bien inspirados por la creencia de la resurrección, pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. Pero creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren como creyentes; de ahí que su inquietud era santa y de acuerdo con la fe. Esta fue la razón por la cual Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado.  Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
El texto que nos propone la liturgia de la celebración de los fieles difuntos es 2 Macabeos en el capítulo 12, es un escrito muy tardío del Antiguo Testamento. Durante la dominación griega en Jerusalén, hacia el siglo II antes de Cristo nos cuenta como, después de la batalla contra  Gorguias, el ejército de Judas Macabeo fue a recoger los muertos para darles sepultura y encontraron en muchos de ellos “objetos consagrados a los ídolos” que la ley prohíbe a los judíos. Judas macabeo, entonces ofrece una celebración de sacrificios de expiación, unos, para pedir perdón de los pecados; pero con el pensamiento puesto en la resurrección.
Hay aquí dos elementos muy propios de nuestra experiencia cristiana: la conciencia del pecado comunitario, que lleva a celebrar un sacrificio para pedir perdón, y la esperanza puesta en la resurrección. Lo segundo da confianza para lo primero; porque creemos en la resurrección, pedimos perdón a Dios por el pecado de todos, no solo por lo pecados de nuestros difuntos.        

SALMO 129
R. / Desde lo hondo grito a Ti, Señor.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora R.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un humilde reconocimiento del pecado y el acto de confianza en el perdón de Dios para el salmista y para todo el pueblo. Con la misma convicción de que todos necesitamos el perdón de Dios, podemos hacer nuestras las palabras del salmista. En Cristo Dios concede a todo el perdón. 
SEGUNDA LECTURA
ROMANOS 6,3-9

“¿No saben ustedes que, al quedar unidos a Cristo Jesús en el bautismo, quedamos unidos a su muerte?” 

Pues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, así como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del Padre. Si nos hemos unido a Cristo en una muerte como la suya, también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. Porque, cuando uno muere, queda libre del pecado. Si nosotros hemos muerto con Cristo, confiamos en que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, habiendo resucitado, no volverá a morir. La muerte ya no tiene poder sobre él. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El texto que nos regala la liturgia se comprende mejor si se piensa en el bautismo primitivo cuando se usaba en el rito de la inmersión: el signo de sumergirse en el agua y salir de ella expresa muy bien lo que sucede a través de este rito: el hombre se une a Cristo sepultado en la muerte y resucitado de entre los muertos. Eso tiene una primera consecuencia: esta unión con Cristo trae un cambio en el modo de vivir. El que se ha unido conscientemente con Él, ciertamente querrá vivir del modo más parecido, sin pecado. Y esta unión tiene una segunda consecuencia que es vivir con Él más allá de la muerte. El cristiano cree que Jesús ha resucitado y vive para siempre, y por eso cree también que el que se ha sumergido con Él en la muerte vivirá también por siempre.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14, 1-6

“En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones y yo les estoy preparando la suya”

"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy."
Tomás le dijo a Jesús: -Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
--Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Los que nos han precedido, nos han dejado una herencia vivida en el amor y en la fe, en el sacrificio y en el trabajo. Por eso, celebrar hoy la conmemoración de los fieles difuntos es la manifestación fraterna de nuestra solicitud cristiana y de nuestro agradecimiento por nuestros seres queridos. El sacrificio de Cristo en la cruz, nos alcanza la salvación, abre a ellos y a nosotros la esperanza de la vida eterna. Retomemos como en la segunda lectura el apóstol Pablo nos anuncia hoy un mensaje de alegría, de esperanza y victoria; ante la muerte, Pablo no quiere que vivamos tristes y desconsolados como los que no tienen esperanza. Para un cristiano la muerte no puede ser el final, sino el comienzo de una vida nueva, pues tiene la absoluta certeza de que Dios le concede participar de la muerte de Jesús para resucitar victorioso con Él.

Hoy es una noticia consoladora saber que si participamos de la muerte de Cristo, también participaremos un día de su gloriosa resurrección. San Pablo en la carta a los Corintios nos dice:  “Si se proclama que Cristo resucitó de la muerte, ¿cómo algunos de ustedes siguen diciendo que no hay resurrección de los muertos?” (1 de Corintios 15,12)”. Recordamos en este día con afecto y gratitud a todos nuestros seres queridos difuntos con la feliz esperanza de que un día nos encontraremos todos en el gran banquete del Reino de Dios.
El evangelio de este día nos confirma, a través de la resurrección de Jesús, que la vida está por encima de la muerte. La vida es el destino de la humanidad, pues es el querer de Dios, es su proyecto; y es este proyecto el que Jesús vivió y proclamó: que todos y todas tuviéramos vida abundante y digna. Los que presenciaban la agonía de Jesús en la cruz creían que era la derrota de un hombre y de un proyecto, no la donación de una vida a favor de la humanidad; el único que confiesa la acción salvadora de Dios efectuada en Jesús es el centurión romano: “Realmente este hombre era Hijo de Dios”; esta confesión nos lleva a afirmar que la muerte, y con ella todos los sistemas que ciegan la vida, es derrotada. Por lo tanto, la fe que confesamos debe estar apoyada por verdaderas acciones que defiendan la vida, tal como lo hizo Jesús de Nazaret.

ORACIÓN
Amado Jesús Tú nos llamas a ver con claridad el sentido del paso de este mundo, a la verdadera resurrección, aquella que nos acerca a ti desde el hoy y que permitirá que nos reconozcas cuando regresemos a tu dimensión de libertad y plenitud. Ayúdanos por favor a tomar conciencia de nuestra misión en este  mundo, a partir de la comunión contigo velando por tus preferidos. Te agradecemos también por los que ya pasaron y dejaron huellas de amor en nuestra vida. Amén

“La muerte no es la última palabra sobre el destino humano, porque estamos destinados a una vida sin límites que tiene su raíz y cumplimiento en Dios”

(Papa Francisco)

Sábado 3 de Noviembre 2018

SAN MARTIN DE PORRES

“NUESTRA GRANDEZA ES LA HUMILDAD”


PRIMERA LECTURA
FILIPENSES 1,18-26

“Para mí el vivir es Cristo, y la muerte ganancia”

Hermanos: De la manera que sea, con segundas intenciones o con sinceridad, se anuncia a Cristo, y yo me alegro; y me seguiré alegrando, porque sé que esto será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y al Espíritu de Jesucristo que me socorre. Lo espero con impaciencia, porque en ningún caso saldré derrotado; al contrario, ahora, como siempre, Cristo será glorificado abiertamente en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en este dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para que avancéis alegres en la fe, de modo que el orgullo que sentís por mí en Jesucristo rebose cuando me encuentre de nuevo entre vosotros. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El título dice que Dios puede valerse de muchos medios para hacer que su Reino crezca en medio de la humanidad, incluso de las circunstancias que parecieran más adversas, como la muerte misma. Así mismo Cristo es la vida del cristiano: Esta vida se desarrolla en medio de tensiones, pero todo fluye para bien de los que aman a Dios. Cuando se vive según Cristo, es decir en clave del Amor, las alegrías, los triunfos, así como las persecuciones y la muerte sirven para darle gloria al Dios mismo. La meta del cristiano es llegar a sentir que todo, incluyendo la muerte, es de Cristo. Y en cuanto a ella, nos damos cuenta además que no es opcional para el cristiano el modo de ver la muerte. El que niega que la muerte nos acerca a los bienes plenos, estables y verdaderos está negando la eficacia del amor redentor de Cristo. Lo que sucede es que hay gente maravillosa, como san Pablo, que se atreve a decir las cosas de un modo tan claro y brillante, que su claridad nos ilumina a todos.

Por otra parte reflexionemos en que anunciar el evangelio no es andar siempre con las palabras de la Biblia en los labios sino encarnar sus valores en cada situación que se hace y se vive. Cristo puede ser predicado también por los que son de otra corriente religiosa, diferente a la nuestra, pero que viven de manera coherente con la voz de Dios que les habla desde su propia conciencia, que les lleva a preocuparse de sus hermanos y de restablecer la justicia y la misericordia de la que han sido desterrados.
SALMO RESPONSORIAL: 41
R./ Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Como busca la cierva
 corrientes de agua,
 así mi alma te busca
a ti, Dios mío. R.

Tiene sed de Dios,
 del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios? R.

Recuerdo cómo marchaba a la cabeza del grupo
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta. R.

OREMOS CON EL SALMO
En este Salmo el poeta lejos de Jerusalén, expresa la nostalgia de otros tiempos y el deseo de regresar a la ciudad para poder entrar a la presencia de Dios, al templo.  Todo ser humano puede repetir como San Agustín: “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 14, 1.7-11

“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido
En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro, y te dirá: "Cédele el puesto a éste". Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba". Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". Pero ¿qué importa? De cualquier manera, con sinceridad o sin ella, anuncian a Cristo; y esto me causa alegría.
Y todavía me alegraré más, pues yo sé que todo esto será para mi salvación, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda que me da el Espíritu de Jesucristo. Pues espero firmemente que Dios no me dejará quedar mal, sino que, ahora como siempre, se mostrará públicamente en mí la grandeza de Cristo, tanto si sigo vivo como si muero. Porque para mí, seguir viviendo es Cristo, y morir, una ganancia. Y si al seguir viviendo en este cuerpo, mi trabajo puede producir tanto fruto, entonces no sé qué escogerme es difícil decidirme por una de las dos cosas: por un lado, quisiera morir para ir a estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor para mí; pero, por otro lado, a causa de ustedes es más necesario que siga viviendo. Y como estoy convencido de esto, sé que me quedaré todavía con ustedes, para ayudarlos a seguir adelante y a tener más gozo en su fe. Así me tendrán otra vez entre ustedes, y haré que aumente su orgullo en Cristo Jesús.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En el evangelio de hoy la comunidad lucana nos pone en sintonía con uno de los temas vitales de la comunidad de su tiempo: El del prestigio y el honor de ocupar los primeros puestos. En la mesa de los fariseos hay disputas por esos primeros puestos. Todos los invitados los desean. Los primeros en ocuparlos son los distinguidos los supuestos elegidos. Para ellos “ocupar los últimos puestos es una vergüenza” se muestra en este escenario, en contexto de la mesa y de la comida, el reflejo de la estratificación y exclusión social del tiempo de Jesús. Sin embargo, en la mesa del Reino de Dios los invitados buscan el último puesto. En la mesa de Jesús los últimos suben y los primeros deben estar dispuestos a bajar de manera que se llegue a conformar una mesa en la equidad, donde no haya jerarquías opresoras y delimitadoras de la dignidad humana.

Los invitados a la mesa del Reino, son invitados al gran banquete que es abierto a todos, en especial a los más pobres, necesitados, marginados, que en el evangelio son los considerados los “últimos”. El verdadero honor y prestigio evangélico del discípulo de Jesús tiene que pasar por el permanente servicio desinteresado a los demás. Estos son los rostros y las coordenadas del Reino de Dios.

ORACIÓN
Cuando nos llamas y comenzamos a pensar, ver y sentir diferente, es porque vamos descubriendo tu propuesta de amor misericordioso, dadivoso y servidor  en este proceso necesitamos mucho de tu ayuda para poder vivir el servicio desde el abajarnos para pensar en el otro y brindarle nuestro ser para que crezca como persona, sin que nos hagamos notar. Ayúdanos en esta tarea, te lo pedimos Señor. Amén

“El orgullo y la autosuficiencia pueden alejarnos del amor de Dios y del prójimo”


Domingo 04 de Noviembre 2018


“RECUPERAR LA FE EN EL AMOR”

PRIMERA LECTURA
DEUTERONOMIO 6, 2-6

“Escucha Israel: Amarás al Señor con todo el corazón”
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Teme al Señor, tu Dios, guardando todos sus mandatos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: "Es una tierra que mana leche y miel." Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria."   Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La redacción de este pasaje, aunque aparenta ser de una época previa a la conquista y posesión de la tierra, en realidad es de una época en la cual Israel ha probado y experimentado en carne propia lo que significa no escuchar poniendo en práctica los mandatos y preceptos del Señor. Estamos en la llamada época del post-exilio, Israel ha pasado por las experiencias históricas más crueles y difíciles: desaparición del sistema solidario tribal, aparición de la monarquía (punto de partida de todos sus pecados), división del reino, destrucción de ambos reinos, deportación... En todo momento Israel fue instruido por medio de los profetas que siempre lo invitaban a reorientar su camino, pero la queja de Dios fue siempre constante: «Israel no me escucha» (Sof 3,2), no me obedece, va camino a la perdición...
Las experiencias históricas obligan a Israel a aprender qué significa escuchar a su Dios y poner en práctica su Palabra, su instrucción. Con base en todo lo que le ha pasado, Israel descubre que los mandatos del Señor no buscan atarlo, cerrarle horizontes ni poner a todo un pueblo bajo la dirección de un Dios caprichoso. No es un Dios cualquiera el que libre y espontáneamente ha optado por este pueblo, es un Dios de Vida que sólo busca orientar al pueblo por sendas de vida. Israel no entendió siempre así el propósito de Dios y se fue detrás de otros dioses, y cuando se metió en el proyecto de otras divinidades empezó a perderse, se confundió y resultó siendo peor que otros pueblos que no conocían al verdadero y único Dios. Así pues, después de sobrevivir a las más duras experiencias, Israel vuelve a recordar cuál era desde el principio la propuesta de su Dios: amarlo sólo a él, buscarlo sólo a él y no confiarse de ninguna otra propuesta por más llamativa que fuera para no volver a caer en un fracaso peor.
SALMO RESPONSORIAL: 17
R./Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R.

OREMOS CON EL SALMO
Alabanza a Dios (puesta en boca de David) por la protección que obtuvo en su lucha contra diversos enemigos. La presencia de Dios se manifestó en medio de la tormenta. El tono guerrero de este Salmo podemos tomarlo como una imagen literaria y aplicarla a realidades nuevas, en el orden espiritual. También estamos en lucha con el pecado, con el mal, con la muerte. Dios es el único que puede iluminar nuestras tinieblas. Cristo el descendiente de David, es el Rey victorioso.  
SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 7, 23-28

“Como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa”
Hermanos: Ha habido multitud de sacerdotes del Antiguo Testamento, porque la muerte les impedía permanecer; como éste, en cambio, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor. Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo. Él no necesita ofrecer sacrificios cada día- como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo-, porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidad. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El Texto de Hebreos dentro del tema que nos propone hoy la liturgia,  es tratar de confrontar la vida, por las dimensiones fundamentales del verbo “AMAR”; siendo una oportunidad para mirar si el amor que profesamos a Dios se vuelve vida en relación al prójimo. El autor de la carta de  Hebreos lo relaciona, el amor en clave de servicio (sacerdocio), en este caso servicio sacerdocio eterno de Jesús, adquirido por la ofrenda gratuita de su propia vida, signo del verdadero rito agradable a Dios.  Su sacerdocio, descrito con toda clase de calificativos, es el modelo del verdadero amor oblativo.  Por eso la comunidad de los hebreos nos invita a celebrar el día del Señor (domingo) acercándonos a Jesús centro de la celebración con un corazón sincero y con una total confianza; dejemos que su único sacrificio, por nuestros muchos pecados nos otorgue la vida eterna (vida nueva). Cada celebración eucarística es una invitación a actualizar su sacrificio sacerdotal en la atenta escucha de la palabra y en la fracción del pan. Jesús en la cruz se ha ofrecido por nosotros,     ofrezcámosles nosotros también un sacrificio de acción de gracias y alabanza en la entrega y servicio a nuestro prójimo.         
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 12, 28b-34

“No estás lejos del reino de Dios”
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos." El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios."Jesús. Viendo, que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús se encuentra con que su pueblo cumple con una norma de varios siglos. Todos los días, tres veces al día todo israelita varón recita el «Escucha Israel... el Señor nuestro Dios es uno sólo, a él amarás...», el shemá, pero como sucedía desde, ese shemá se quedó solo en el campo auditivo, en el campo de la práctica no se ve, y eso es lo que Jesús denuncia a lo largo de su ministerio, muchas palabras, muchas normas y preceptos, mucho invocar  a Dios para todo, muchas frases de la ley en los bordes del manto, en el marco de las puertas, en el brazo, en la frente, pero nada en el corazón y menos aún en la vida ordinaria, en la práctica cotidiana.
En la comunidad de Marcos se están presentando situaciones similares a las del judaísmo. Las normas y preceptos que conocen los primeros cristianos son necesariamente aquellas que vienen del mundo judío; ahora, ¿serán de obligatorio cumplimiento todos esos preceptos en esta nueva experiencia de vida que se supone está animada por la presencia viva del Señor resucitado? Lo primero y más importante que los creyentes deben tener en cuenta es que no se trata de una adhesión a una divinidad distinta a la del judaísmo. Es el mismo Dios revelado al pueblo de Israel y en la Escritura, es el mismo Dios de Jesús, por tanto lo que primero tiene que hacer el cristiano es profesar su fe, amor y adhesión a ese Único Dios en términos de «escuchar» su Palabra y ponerse en función de obedecerle. Ese es el proyecto de vida de Jesús, eso fue lo que movió toda su vida y su obra y eso es lo que tiene que mantener vivo al cristiano, su adhesión a ese único y verdadero Dios a quien no le interesa otra cosa que el amor y adhesión a Él, que lo vivan sus fieles en el amor mutuo y fraterno. Pero no tiene sentido para Jesús hablar del amor a Dios sin tener en cuenta la ÚNICA puerta de acceso a Él: el prójimo.

ORACIÓN
Gracias Señor porque en estos días tu Palabra nos anima al discernimiento sobre el verdadero sentido del amor, llevándonos a hacernos preguntas como: ¿Cuánto amo?, ¿Cuánto soy capaz de salir de mi confort para dar a los demás?, ¿Será que me quedo en el sustantivo y no ejecuto el verbo? ¡Ay! Señor ayúdanos a vivir el verdadero sentido del amor, por favor capacítanos para seguir tu ejemplo. Amén

“Si amo a Dios, ese amor es al hermano; y todo amor al hermano es en definitiva amor a Dios. Son inseparables”
(Madre Teresa de Calcuta)