viernes, 1 de enero de 2016

Martes 05 de Enero de 2016

“EL AMOR DE DIOS ES MARAVILLOSO”

PRIMERA LECTURA
1JUAN 4,7-10

“Dios es amor”
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Con la misma metodología del sujeto y el predicado podemos acercarnos a una comprensión recta del gran enunciado de Juan: "Dios es amor". ¡Atención! No dijo: "el amor es Dios"; no proclamó la divinidad del amor, de cualquier amor por ser amor; dijo: "Dios es amor". El sujeto, a quien queremos conocer un poco más, un poco mejor, es DIOS; el predicado, lo que consideramos más cercano y conocido es: "amor".
¿Y en dónde o cómo hemos conocido qué es amor y qué es amar? Muy claramente lo dice el apóstol: "Dios ha manifestado el amor que nos tiene enviando al mundo a su Hijo único, para que vivamos por él. El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros primero, y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados." (1 Jn 4,9-10). Una vez más, entonces: el amor ha adquirido su nombre, su rostro y su significado en Jesucristo. Por él y en él sabemos qué quiere decir amar. Jesús es nuestro diccionario. Jesús hecho hombre, la historia de Jesús, la conducta de Jesús es la luz que ilumina la verdad de nuestras palabras. Porque no son nuestras palabras quienes le miden, sino que es él, la Palabra, quien calibra y autoriza o desautoriza nuestras palabras. Dejémonos amar y comprometámonos a amar con su amor y como Él lo hace.
SALMO RESPONSORIAL: 71
R. / Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
 para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar, 
del Gran Río al confín de la tierra. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Se refiere a una soberanía que no es ansia de poder, dominación tiránica, sino un extender el reinado benéfico de la justicia, a favor de pobres, afligidos, indigentes, oprimidos. Será el salvador universal frente a la violencia, porque considera de gran precio la vida del pobre. El nombre y la fama perpetuarán la vida del rey. Pero más importante es que el rey se hace heredero de la promesa hecha a Abrahán, de ser bendición para todos los pueblos. Los hombres pronunciarán ese nombre "Bendito" como cifra y síntesis de felicidad; y ese nombre será, realmente, canal de la bendición divina para todos los pueblos.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6,34-44

“Jesús se revela como profeta en la multiplicación de los panes”

En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer." Él les replicó: "Dadles vosotros de comer." Ellos le preguntaron: "¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?" Él les dijo: "¿Cuántos panes tenéis? Id a ver." Cuando lo averiguaron le dijeron: "Cinco, y dos peces."
Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Nuestro mundo está padeciendo una crisis profunda de amor. Esta crisis, entre otras cosas, está anclada a una crisis profunda de fe. Quien no ama no puede decir que cree. Estamos llamados a revisar nuestras prácticas de amor, para tener claridad a qué Dios es al que estamos siguiendo.
Cristo es la expresión más concreta y real del amor. En Él, el Padre Dios amó al mundo hasta el extremo. La multiplicación de los panes que la Palabra nos presenta hoy es expresión del amor sin medida que Jesús tiene por la humanidad, en especial por la humanidad que padece, en carne propia, la violencia, la miseria y la exclusión. Este sencillo texto manifiesta en cortas líneas que Dios, a través de Jesús, se compadece, por puro amor, de los hombres y mujeres sin mirar la condición moral de los mismos.
Hemos de lograr la síntesis perfecta de toda persona que cree: fe y amor. Esta es la clave. Vivir este binomio hoy, es la tarea urgente que se le exige a todo bautizado que asuma la causa de Jesús hasta las últimas consecuencias. Como tarea nos queda unir intensamente la fe y el amor. ¡Que no se nos quede en meras intenciones¡

ORACIÓN
Buen Padre, te damos gracias por este nuevo día, te alabamos y te bendecimos, por tu Bendita Palabra que  nos da vida; te pedimos que la fuerza del Espíritu  hoy nos inunde con ríos de vida nueva,  nos inunde con tu amor, un amor que se refleje en la reconciliación, comprensión,  en el diálogo, en la tolerancia, nos aumentes la fe  y  la capacidad de aceptar a los demás, con sus limitaciones, reconociendo también sus virtudes para sentirnos todos amados y salir adelante juntos. Amén.

“Dios se manifiesta a través de personas que con su vida y acciones, devuelven a la sociedad la esperanza y la invitan a creer en el amor”


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