“VAMOS,
¡A PREDICAR!”
PRIMERA
LECTURA
HEBREOS
2,14-18
“Tenía
que parecerse en todo a sus hermanos, para ser compasivo”
Así
como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús
fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder
para matar, es decir, al diablo. De esta manera ha dado libertad a todos los
que por miedo a la muerte viven como esclavos durante toda la vida. Pues
ciertamente no vino para ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de
Abraham. Y para eso tenía que hacerse igual en todo a sus hermanos, para llegar
a ser un Sumo Sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios, y para obtener
el perdón de los pecados de los hombres por medio del sacrificio. Y como él
mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son
puestos a prueba. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Mira
hoy conmigo la última frase de la primera lectura donde se nos dice: “Y como él
mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son
puestos a prueba”, para decirte a ti también hoy, que no tengas miedo, tú que tienes
dificultades, tú que atraviesas por desiertos, tú que lloras por la pérdida de
un ser querido o porque una relación se terminó, tú que estás ahogándote porque
no encuentras un empleo o porque no tienes los recursos que necesitas, para ti es esta Palabra del Señor hoy, no tengas
miedo, porque Él te auxilia, porque te socorre, porque es tu fuerza, porque
puedes descansar tu corazón en su amor y en su paz, puedes recibir la fuerza que necesitas para respirar
tranquilo(a). No es que Dios nos quite
los problemas, sino que nos ayuda a
superarlos. Porque nuestro Maestro nos mostró que es posible, no es algo que
suponemos que pudo ser, sino algo que fue. Su sacrificio en la cruz nos mostró que
el amor es más fuerte que el odio y más profunda es su liberación. Si ahora
estás en un momento difícil, piensa en el Señor y verás que tu dificultad no es
tan grande como pensabas; comprende que está contigo y te sacará adelante.
SALMO
RESPONSORIAL: 104
R:
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
El
Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Dad
gracias al Señor, invocad su nombre,
dad
a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle
al son de instrumentos,
hablad
de sus maravillas. R.
Gloriaos
de su nombre santo,
que
se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid
al Señor y a su poder,
buscad
continuamente su rostro. R.
¡Estirpe
de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El
Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.
Se
acuerda de su alianza eternamente,
de
la palabra dada, por mil generaciones;
de
la alianza sellada con Abrahán,
del
juramento hecho a Isaac. R.
OREMOS CON EL SALMO Y
ACERQUÉMONOS A SU CONTEXTO
Este Salmo
“histórico” es la proclamación de las maravillas que realizó el Señor para la
salvación de su Pueblo. Las acciones divinas se enumeran a partir de la
Alianza de Dios con Abraham (vs. 8-9), y el designio salvífico es
presentado como una prueba constante de la fidelidad de Dios, que lleva a su
cumplimiento las promesas hechas al Patriarca (vs. 44-45). La alabanza, la
acción de gracias y la obediencia a los preceptos divinos deben ser la
respuesta de Israel a la obra de Dios.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MARCOS
1,29-39
“Curó
a muchos enfermos de diversos males”
Cuando
salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y
Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, y
él se acercó, y tomándola de la mano la levantó; al momento se le quitó la
fiebre y comenzó a atenderlos.
Al
anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron todos los enfermos y
endemoniados a Jesús, y el pueblo entero se reunió a la puerta. Jesús sanó de
toda clase de enfermedades a mucha gente, y expulsó a muchos demonios; pero no
dejaba que los demonios hablaran, porque ellos lo conocían.
De
madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad
para ir a orar a un lugar solitario. Simón y sus compañeros fueron en busca de
Jesús, y cuando lo encontraron le dijeron: --Todos te están buscando.
Pero
él les contestó: --Vamos a los otros lugares cercanos; también allí debo
anunciar el mensaje, porque para esto he salido.
Así
que Jesús andaba por toda Galilea, anunciando el mensaje en las sinagogas de
cada lugar y expulsando a los demonios. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La
acción salvífica de Dios también se hace presente al interior del grupo de
discípulos. Es una acción que se caracteriza por la familiaridad, la
solidaridad y, en especial, por la sanación de los que padecen algún mal. Los
gestos con los que se nos relata la curación de la suegra de Simón expresan la
manera en que los discípulos y, en general, la comunidad creyente deben
comunicar el amor de Dios a la humanidad. Acercarse, tocar y levantar al que
sufre es la misión de Jesús y la de todo creyente; son los signos más evidentes
de la cercanía del Reino. Por otro lado, el estar sano significa que se está en
condiciones para servir, para continuar la obra salvífica iniciada por Jesús.
La tarea actual de toda la Iglesia es acercarse a las diferentes situaciones de
pobreza y exclusión que “enferman” a millones de seres humanos en todo el
mundo, tocar esa realidad, hacerla propia, sentir solidariamente el dolor y el
sufrimiento, tomarlos de la mano y levantarlos a través de actitudes y acciones
alternativas que devuelvan la dignidad y la salud. Por ello, el servicio es la
única manera para lograr un mundo más humano y justo.
ORACIÓN
Señor, haznos discípulos dóciles a tu acción, que no
seamos ajenos a las necesidades de los demás, que estemos dispuestos para
acompañar, levantar y servir en todo
momento, al que está nuestro lado, al que más lo necesite, pero sobre todo al
desvalido, pobre y excluido. Amén
“Descubre
por ti mismo(a) la responsabilidad de lo que significa ser escogidos(as) para
anunciar el Evangelio con valentía, aun con persecuciones”
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