“PREPARADOS PARA EL COMBATE DE LA FE”
PRIMERA LECTURA
EFESIOS 6, 10-20
“Tomad las armas de Dios, para poder mantener las
posiciones”
Hermanos: Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su
invencible poder. Poneos las armas que Dios os da, para poder resistir a las
estratagemas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y
hueso, sino contra los principados, autoridades y poderes que dominan este
mundo de tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal.
Por eso, tomad las armas de Dios, para poder
resistir en el día fatal y, después de actuar a fondo, mantener las posiciones.
Estad firmes, repito: abrochaos el cinturón de la verdad, por coraza poneos la
justicia; bien calzados para estar dispuestos a anunciar el Evangelio de la
paz. Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe, donde se apagarán las
flechas incendiarias del malo. Tomad por casco la salvación y por espada la del
Espíritu, es decir, la palabra de Dios, insistiendo y pidiendo en la oración.
Orad en toda ocasión con la ayuda del Espíritu.
Tened vigilias en que oréis con constancia por todos los santos. Pedid también
por mí, para que Dios abra mi boca y me conceda palabras que anuncien sin temor
el misterio contenido en el Evangelio, del que soy embajador en cadenas. Pedid
que tenga valor para hablar de él como debo. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Tomar
las armas del Espíritu, es el llamado que nos hace el apóstol Pablo hoy. Una
versión pacifista del Evangelio no quisiera que se mencionara nunca que creer implica estar dispuesto a luchar. Sin embargo, la
primera lectura de hoy no habla de otra cosa. El hecho concreto es que ser
cristiano conlleva pisar los intereses del enemigo del alma, el cual no está contento ni se quedará
impasible ante las conversiones.
En un
tiempo en que mucha gente niega la existencia misma del mal es fácil creer que
todos los problemas son "intramundanos," es decir, que todo puede
arreglarse con motivar, coordinar, organizar o corregir las voluntades humanas.
En el fondo, late en esta postura una convicción de que las fuerzas humanas,
debidamente educadas, son suficientes para alcanzar la plenitud de nuestro ser.
El problema
de dar tanto protagonismo a la voluntad humana es que cuando las cosas se
detienen, cuando no avanzan, uno empieza a pensar que todo se debe a la
testarudez de la gente, o a factores psicológicos como la simpatía o la
antipatía; o tal vez empieza uno a conjeturar sobre intereses desconocidos que
puedan tener las demás personas. Lo grave de todo esto es que al final la mente
termina abrumada y perpleja, y el corazón acaba herido y seco y frío, mientras
que los frutos que uno quería y necesitaba jamás llegan.
La búsqueda
de las "armas del Espíritu" es algo que corresponde simplemente con
la humildad, la sensatez y la conciencia de que el único conocedor y único
Señor de todos es Dios, y que sólo con la acción de Dios por su Espíritu
podemos ser vencedores en circunstancias que nunca serán completamente diáfanas
ni enteramente bajo nuestro poder.
SALMO RESPONSORIAL: 143
R./ Bendito el Señor, mi Roca.
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea. R.
Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo. R.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 13, 31-35
“No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a
decirle: "Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte."
Él contestó: "Id a decirle a ese zorro:
"Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios: pasado mañana llego a mi
término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que
un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y
apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos,
como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido.
Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el
día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor."
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Nos recuerda esta advertencia que le hacen a Jesús en territorio de
Herodes, a aquella que le hizo el sacerdote Amasías al profeta Amós: “Amasías
ordenó a Amós: –Vidente, vete, escapa al territorio de Judá; allí te ganarás la
vida, allí profetizarás; pero en Betel no vuelvas a profetizar, porque es el
templo real, es el santuario nacional “(Am 7,12-13).
¿Se necesita permiso “oficial” para evangelizar? ¿Credenciales para
hacer el bien? Además de absurdo, suena contradictorio y antievangélico el
proceso que hay que seguir para obtener los permisos y la “oficialización” de
una misión. Cuánta distancia nos separa del coraje decidido de Jesús para evangelizar
y hacer el bien por donde pasa. Cuánto tenemos que aprender de esa actitud
liberal de Jesús que no reconoce fronteras ni posesiones, ni otra autoridad que
no sea la de su Padre.
Sea hoy la oportunidad de rendir un sentido homenaje a aquellos hombres
y mujeres que siguiendo este ejemplo de Jesús, han arriesgado su vida y la han
entregado libremente (cf. Jn 10,18) en territorios donde supuestamente era
prohibido anunciar el proyecto liberador de Jesús.
ORACIÓN
Por tu gracia,
mi buen Dios, quedamos atentos(as) a escuchar tu mensaje; por tu infinito amor podemos
acoger tu presencia. Ayúdanos a reconocerte y dar un sí definitivo que restaure
nuestra vida. Con el poder de tu Espíritu capacítanos para seguir luchado en el
combate de la fe. Que no nos pasemos el tiempo buscando razones, sino que confiemos
plenamente en tu amor que nos salva y da plenitud. Amén
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