martes, 1 de mayo de 2012

Viernes 4 de mayo 2012

San Felipe y Santiago Apóstoles

“JESÚS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”

PRIMERA  LECTURA
HECHOS 13,26-33 

“DIOS HA CUMPLIDO LA PROMESA RESUCITANDO A JESÚS”
En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: "Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy."  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Leemos la segunda parte del discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia. El apóstol afronta directamente el problema: a ese Jesús, a quien Dios ha enviado como el Mesías esperado, el pueblo judío no le ha sabido reconocer. Más aún, las autoridades de Jerusalén le han llevado a la muerte. Pero Dios lo resucitó. Pablo se atreve a anunciar claramente “os anunciamos que la promesa que Dios hizo a nuestro padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús”.  Deberíamos seguir el ejemplo de Pablo en nuestra tarea evangelizadora: él anuncia directamente a Jesús como el Salvador, el Hijo de Dios, el que da sentido a la vida. A veces nosotros damos rodeos, tal vez por miedo a que el hombre o el joven de hoy no acepten el mensaje más profundo que tenemos para él. Es bueno que nos adaptemos a los oyentes, como hacía Pablo según se tratara de judíos o de paganos, que respetemos la preparación y el trasfondo cultural que cada persona tiene, como hacía él con la historia de Israel y sus personajes y también con los presupuestos culturales y religiosos de sus oyentes paganos.

SALMO RESPONSORIAL: 2
R. / Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.

"Yo mismo he establecido a mi rey
en Sión, mi monte santo."
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho:
"Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy." R.

"Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza." R.

Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,1-6

YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD Y  LA VIDA"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Hoy la Iglesia celebra con gozo la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. Es una fiesta en la que debemos celebrar la opción radical que estos hombres hicieron por el seguimiento de Jesús, comprendiéndolo como el verdadero camino que conduce el ser humano a Dios. Felipe y Santiago, al igual que los demás discípulos, confiaron plenamente en el proyecto misionero de Jesús; creyeron en la Palabra liberadora de Dios, logrando un vínculo total con la Divinidad, por medio de la entrega generosa de la vida al servicio del Reino. Juan invita a todos los creyentes a confiar en el Maestro, creer que en Él, Dios realmente actúa. Tal confianza tiene como recompensa el Reino de los cielos, una “habitación” en la casa del Padre (Cfr. v.2); es decir, una permanencia eterna junto a Dios, lo cual significa, en último término, vida y felicidad eternas. El evangelista indica que los discípulos ya conocen el camino para ir al Padre, pues han sido testigos del lavatorio de los pies y han escuchado el mandamiento nuevo. – La experiencia de fe de Felipe y Santiago nos debe llevar a la conclusión de que el servicio, la solidaridad y la fraternidad son el camino correcto para configurarnos con el Dios de la Vida.

ORACIÓN
Tener a Dios Padre e Hijo como los seres que quieren darnos a entender cuál es el verdadero sentido del amor requiere un seguir tus huellas mi Jesús, asumir tu verdad y creer que así estaremos siendo semilla en la transformación de un mundo que no quiere vivir en Ti. Ayúdanos por favor a ser sembradores de vuestro proyecto de vida abundante. Amén

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