domingo, 1 de enero de 2023

ENERO 2023

 

“SU PALABRA DÍA A DÍA NOS TRANSFORMA”

 

Dando gracias y bendiciendo sinceramente a nuestro Buen Dios, quiero  iniciar este nuevo año; confiado en su amor misericordioso y en su poder sin límites que nos hace vencedores. Seguro que a lo largo de este año tendremos que enfrentar batallas o situaciones de adversidad, quiero desde hoy motivarles e invitarles a que lo hagamos siempre confiados en la generosidad de nuestro Dios y diciéndole como el salmista: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿De quién podre tener miedo?, el Señor defiende y protege mi vida ¿A quién habré de temer?”(Salmo 27). Abandonados en esta confianza en el Señor, seguros(as) que en el encuentro con su Palabra día a día conoceremos, amaremos, seguiremos y serviremos más a la persona maravillosa de Jesús. El encuentro con esta bendita Palabra es la única garantía que vamos a poder enfrentar y derrotar  todas nuestras adversidades y adversarios. La Palabra de Dios es fuente de luz y de fe; esto lo afirma San Pablo en la carta a los Romanos 10,17: “La fe nace del oír  y el mensaje que se escucha es la Palabra de Cristo”. El encuentro diario con esta Palabra nos fortalece en nuestra fe y nos da la plena certeza que el Señor esta a nuestro lado en todas las situaciones cotidianas. Por duras que sean algunas pruebas que nos angustian, no olvidemos que “En todo interviene Dios para el bien de los que le aman”  (Romanos 8,28). Anteriormente decimos que la Palabra es luz que nos ilumina el camino es decir se hace discernimiento; y el discernimiento es clave en todas las decisiones que tengamos que tomar en este nuevo año; el salmista llega a confesar: “Tu Palabra es lámpara a mis pies y una luz en mi camino”. Escuchar la Palabra de Dios, meditarla, creerla, guardarla en el corazón y ponerla por obra es la seguridad de tomar sabias y prudentes decisiones en nuestra vida. El creyente que quiera construir su vida sobre una roca firme y orientarla con seguridad esta invitado a seguir estos anteriores consejos.

Sé que comenzando año todavía estamos inundados con el espíritu de alegría, esperanza y ánimo de la Navidad; sé que todavía están vivos muchos sueños, metas y proyectos; pero hay que tener cuidado que no se nos empiece a infiltrar el espíritu del desencanto, desánimo y pereza, cuando van apareciendo los problemas y las dificultades. En el encuentro diario con esa Palabra nuestra expectativa debe ir creciendo aún en momentos de dificultades. No olvidar que así como al pueblo en la antigüedad para cada uno de nosotros hoy, comenzando este nuevo año Dios sigue teniendo un propósito o gran deseo para con nuestras vidas: “Llevarnos a la tierra prometida”.  Para ello nos recuerda el ejemplo de un servidor que es llamado Caleb que a diferencia de los demás en los momentos de la prueba supo ser fiel y seguir por encima de todo al Buen Dios y por eso pudo entrar a la bendición que es la Tierra Prometida.

Que este nuevo año 2023 desde sus comienzos sea un batallar y esforzarnos día a día como fruto del encuentro con su Palabra para ir entrando poco a poco al cumplimiento y realización de todas esas maravillosas promesas del amor de Dios que podríamos llamar Tierra Prometida o desarrollo de la felicidad plena o realización de las diferentes áreas de nuestra existencia humana.

Los animo a seguir caminando juntos(as) en este camino de búsqueda hacia el verdadero sentir de nuestra existencia.  

Roberto Zamudio

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES

 “A mi siervo Caleb, por cuanto fue fiel y hubo en el él otro espíritu y decidió seguirme lo meteré a él y a su descendencia en la tierra prometida”. Números 14,24  

 

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

El primer sentimiento, pensamiento y palabra comenzando este nuevo año es: “GRACIAS BENDITO ALABADO Y ADORADO SEAS POR SIEMPRE, PADRE DIOS”. Gracias por el renovar tú venida en mi vida, en la Navidad que acabo de celebrar. Gracias por este nuevo año 2018 que estoy iniciando, que de antemano quiero que sea para ti, y desde tu nombre y presencia para nuestros hermanos como bendición. Reconozco que te necesito más que ayer, más que el año anterior, por eso Buen Dios no te canses de seguir viniendo y naciendo a través de esta cartillita y diferentes circunstancias a mi vida y la de los que me rodean. Ayúdame a seguir creciendo en fe, en esperanza, en misericordia, perdón y solidaridad con nuestros hermanos. Dame del Espíritu de valentía que le diste a tu siervo Caleb y empújame con autoridad a enfrentar y derrotar a los Jericós (Obstáculos) que se me presentaran en este nuevo año.  Renuévame  cada vez más, con la luz, sabiduría y visión de tu Espíritu Santo. Llévame a hacer cada mes y cada día de este año una oportunidad de encuentro contigo, con tu creación, con nuestros hermanos y con nosotros mismos. Colócame personal y comunitariamente en sintonía con los diferentes temas, reflexiones y propuestas que a través de esta cartillita seguiré lanzando en tu nombre a mis hermanos(as). Ayúdame a seguir avanzando en el proceso de cambio y transformación. Que pueda hacer del encuentro diario contigo una oportunidad para experimentar buenas noticias, y ser instrumento o motivo de una “Buena Noticia para los demás”. En tu Buen Nombre Señor Jesús, Dios de la vida, quiero iniciar este nuevo día y este nuevo año, seguro(a) que tu bendición siempre va a estar conmigo. Amén  

 

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

 

Amado Dios, de igual manera como inicié el día en la mañana, ahora al llegar la noche me dispongo a ir al descanso no sin antes: Reconocer, valorar, agradecer y bendecir todas las muestras y signos de tu bondad que a lo largo de este día me han acompañado. Gracias por todo lo vivido, aprendido y compartido a lo largo de este día. He experimentado tu amor en cada oportunidad y circunstancia que hoy he tenido que enfrentar. Gracias por regalarme nuevas fuerzas, cuando mi cuerpo por el trabajo físico se sintió desfallecer, gracias por tu Espíritu de vida que me animó para seguir adelante cuando tuve que enfrentar momentos difíciles en este día. Inúndame a esta hora de la guía y animación de tu Espíritu Santo para que a través de Él pueda prepararme para un buen descanso; ayúdame a controlar y dominar esa nuestra naturaleza humana que tanto se equivoca en los momentos de relacionarme y convivir con mi prójimo. Me abandono a esta hora en ti, en tus manos tiernas de Madre y Padre,  someto mi sueño y el reposo que me provees para recuperar  fuerzas y así estar preparado para el día de mañana que con ilusión y esperanza quiero desde ya empezar a vivir. Gracias y Bendito seas por siempre. Amén   


CUMPLEAÑOS 

Saludamos con especial cariño a cada una y cada uno de ustedes y en oración agradecemos al Dios de la vida y el amor por el regalo de un nuevo año de sus benditas vidas.

 

1 Diana Carolina Franco e Irma Garzón

4. Janet Romero

5. Nazly Hurtado y Francisco Zamudio

6. Martha Prada

7. Beatriz Hernández y Rosalba Avendaño

15. Rosa Reina 

20. Magda Táutiva

24.  Luz Marina Triana

 


Domingo 01 de Enero de 2023

 Año Nuevo y  Fiesta de Santa María, Madre de Dios

 

“BAJO TU AMPARO NOS ACOGEMOS”



PRIMERA LECTURA

NÚMEROS 6, 22-27

 

“Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré”

El Señor habló a Moisés: "Di a Aarón y a sus hijos: Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los israelitas: "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz". Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

La primera lectura de hoy nos trae una bendición, pero sobre todo nos enseña a bendecir. No es un acto trivial ni una simple costumbre social; es nuestro modo de acoger en cada aspecto de la vida al Dios de la alianza. Nuestras bendiciones mutuas son prenda de la bendición del Señor.

Podemos sintetizar los buenos deseos de esta hermosa bendición del libro de los Números en tres aspectos, que son también los mejores deseos para el año que empieza: protección, amistad con Dios y paz. Defendidos del mal y fortalecidos en el bien: este es rostro de la raza bendecida.

La bendición bíblica, que han popularizado especialmente los frailes franciscanos, no habla directamente de la amistad con Dios, sino del resplandor de su rostro, la cercanía de su favor y benevolencia. Una vida bendecida va acompañada del brillo del rostro de Dios y de una cálida proximidad a su amor y su bondad. Corresponde, pues, a lo que solemos llamar "permanecer en la gracia de Dios". El gran anhelo al bendecir es en realidad la vida de la gracia.

SALMO RESPONSORIAL: 66

R./ El Señor tenga piedad y nos bendiga.

 

El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros; 

conozca la tierra tus caminos,

todos los pueblos tu salvación. R.

 

Que canten de alegría las naciones,

porque riges el mundo con justicia,

riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra. R.

 

Oh Dios, que te alaben los pueblos,

que todos los pueblos te alaben.

 Que Dios nos bendiga; que le teman

hasta los confines del orbe. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

En esta hermosa oración, compuesta para celebrar la recolección de las cosechas la comunidad agradece al Señor los frutos de la tierra. Además, le suplica que renueve constantemente sus bendiciones, a fin de que todos los pueblos reconozcan en el Dios de Israel al único Dios.

 

SEGUNDA LECTURA

GÁLATAS 4,4-7

“Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer”

Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo que clama: "¡Abbá! (Padre)." Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En Gálatas encontramos una apretada síntesis de lo que Pablo nos enseña en tantos otros pasajes de sus cartas. En primer lugar, nos dice que el tiempo que vivimos es de plenitud, porque en él Dios ha enviado a su Hijo, no de cualquier manera, sino «nacido de mujer y nacido bajo la ley», es decir, semejante en todo a nosotros y en nuestra humanidad. Pero este abajamiento del Hijo de Dios, nos ha alcanzado la más grande de las gracias: la de llegar a ser, todos nosotros los seres humanos, sin exclusión alguna, hijos de Dios, capaces de llamarlo «Abba», es decir, Padre. Nuestra condición filial fundamenta una nueva dignidad de seres humanos libres, herederos del amor de Dios. Parecerían hermosas palabras, nada más, frente a tantos sufrimientos y miserias que todavía experimentamos, pero se trata de que pongamos de nuestra parte para que la obra de Jesucristo se haga realidad. Se trata de que nos apropiemos de nuestra dignidad de hijos libres, rechazando los males personales y sociales que nos agobian, luchando juntos contra ellos. Esto implica una tarea y una misión: la de hacernos verdaderos hijos de Dios, y a nuestros hermanos que conozcan esta dignidad.

Nacido de mujer, nacido bajo la ley, nos recuerda Pablo en Gálatas 4,4. Nació en la debilidad, en la pobreza, fuera de la ciudad, en la cueva, porque no hubo para ellos lugar en la posada... Nace en la misma situación que el conjunto del pueblo, los sencillos, los humildes, los sin poder. Este nacimiento real y concreto es asumido por Dios para abrazar en el amor a todos los que la tradición había dejado fuera. Es la visita real de aquel que, por simple misericordia, nos da la gracia de poder llamar a Dios con la familiaridad de Abba -"papito"- y la posibilidad de considerar a todos los hombres y mujeres hermanos muy amados. En Jesús, nacido de María -la mujer que aceptó ser instrumento en las manos de Dios para iniciar la nueva historia- todos los seres humanos hemos sido declarados hijos y no esclavos, hemos sido declarados coherederos, por voluntad del Padre. La bendición o benevolencia de Dios para los seres humanos da un gran paso: Dios ya no bendice con palabras, ahora bendice a todos los seres humanos y aún a toda la creación, con la misma persona de su Hijo, que se hace hermano de todos. Y nadie quedara marginado de su amor.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 2, 16-21

 

“Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús”

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN:

Lucas nos muestra a un Jesús sencillo, un Jesús que no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino entre los pequeños y  humildes; como los pastores de Belén, que no son sólo figuras decorativas de nuestros pesebres sino que eran, en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Con María, la madre, que «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.

La «maternidad divina de María», motivo oficial de la celebración litúrgica de hoy,  pero  con la imagen conciliar que la Iglesia tiene de María,  «la madre de Jesús», una imagen desmitificada, María una mujer sencilla, dispuesta a servir, María como discípula, siempre dispuesta a seguirle y permanecer en el camino hasta el final.  Contemplemos a  María como nos la describe Lucas, María, Madre de Dios, Madre que recibe a Cristo y que a la vez ofrece a Cristo. Que Ella atraiga para nosotros, y para todos los que amamos, abundantes bendiciones, y que como ella nosotros permanezcamos por la fuerza de su amor en el  camino de Jesús y en la construcción de su Reino.

Festejemos  este Año Nuevo, como un  nuevo regalo que el Señor  hace a nuestra vida, agradezcámosle  con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y seguir siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar,  rectificar, recapacitar y continuar en su  camino.

ORACIÓN

Padre Bueno, te damos infinitas gracias por el año que acaba de terminar y por este año nuevo que queremos iniciar en el nombre de tu Hijo Jesucristo, en tu paz y en tu amor, declarando tu presencia bendición y victoria sobre cada uno de los días se éste nuevo año. Te ofrecemos todo lo que vamos a vivir en este año y nos ofrecemos a nosotros mismos a ti como una ofrenda de gratitud alabanza y amor. Glorifícate Señor en cada uno de nosotros y ayúdanos a vivir como verdaderos hijos tuyos en medio de este mundo. Que acojamos la vida y el proyecto de tu Hijo Jesús en nosotros, que seamos fieles como María la madre de Nazareth a la alianza que un día hicimos contigo en el bautismo, para que vivamos como hijos y no como esclavos. Oramos, damos gracias y bendecimos las vidas de Diana Carolina Franco e Irma Garzón en su cumpleaños.Amén

 

“Coloquemos en el Dios de la vida nuestros sueños y anhelos, suplicando la gracia de vivir cada día con fe y esperanza”

Lunes 02 de Enero de 2023

 

“PERMANECER EN CRISTO, LE DA EL NORTE A LA EXISTENCIA HUMANA”

 

 

PRIMERA LECTURA

1JUAN 2,22-28

 

“Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros”

 

Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.

Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa- según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Desde la óptica de Juan hay una verdad que es la más grande del mundo. Esa verdad está en  Cristo, en cuanto, en esa carne hemos visto, oído y palpado la revelación que Dios nos ha dado de su amor y su salvación. Según esto, la gran mentira es negar esa revelación que tiene precio y valor de sangre del Hijo de Dios. Y eso es lo propio del anticristo; eso es lo propio de aquel o aquellos que se oponen al Señor Jesús.

 

Por eso es fuerte la exhortación: "permanezcan en lo que han oído" (1 Jn 2,24). Es una advertencia severa, que podríamos poner en paralelo con las palabras, también graves, del apóstol Pablo: "Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema" (Gál 1,6-8). Este tipo de advertencias  nos previenen contra las "novedades", un tema que aparece muchas veces en el Nuevo Testamento. El Evangelio es simple, claro, contundente, eficaz; las novedades, que no son profundizaciones sino que pueden ser traiciones al Evangelio,  tratan más de seducir que de salvar, tratan de confundir y no de guiar, pueden  acariciar nuestra conducta pero no la deben cambiar.  

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 97

R. / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas:

su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R.

 

El Señor da a conocer su victoria,

revela a las naciones su justicia:

se acordó de su misericordia y su fidelidad

en favor de la casa de Israel. R.

 

Los confines de la tierra han contemplado

la victoria de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera;

gritad, vitoread, tocad. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este es un canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y de la historia. El despliegue del poder salvador de Dios llega a su punto culminante en la encarnación de su Hijo y en la victoria de este sobre la muerte y el pecado.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 1,19-28

 

“En medio de vosotros hay uno que no conocéis”

 

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías."

 

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia." Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En el evangelio de hoy reaparece con fuerza la figura de Juan el Bautista. Se inicia reconociendo su labor de mediación; es la voz que se alza invitando a repensar la vida y las relaciones de manera nueva –no se puede vivir bajo el conformismo de un sistema que genera enfermedad a su paso y con ella la muerte de muchas vidas inocentes. Es la voz que nos invita a despertar y a no dejarnos manipular por los medios de comunicación masiva que nos condenan a creer en la felicidad que promete una vida consumista. Todos estamos llamados a ser, como Juan el Bautista, centinelas de la vida que corre peligro. A alertar, advertir y custodiar. Somos servidores de una Buena Noticia que hace libres a las personas. Seremos fieles a ella en la medida en la que colocamos en el primer plano a Jesús de Nazaret y su Reino de justicia, que nos invita a ser más humanos, mejores personas. ¿De qué piensas liberarte o desintoxicarte en esta Navidad?

ORACIÓN

Gracias Señor por este nuevo día, por tu amor y bendiciones. Que a lo largo de este nuevo año que comienza podamos dar a conocer tu presencia en nuestra vida a los demás por medio de nuestro propio testimonio. Amén.

 

“A Jesús se debe dar a conocer con firmeza y valentía”

 

Martes 03 de Enero de 2023

 

“VER MIENTRAS VAMOS DE CAMINO”

 

PRIMERA LECTURA

1JUAN 2,29-3,6

 

“Todo el que permanece en él no peca”

 

Queridos hermanos: Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.  Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Si hay algo característico de nuestra fe cristiana, ya desde su profunda raíz en el pueblo de Israel, es esa conciencia del tiempo como una flecha que apunta a la realización de un designio. Para nosotros el tiempo tiene una dirección. Nuestra vida no es una brizna en medio de la tormenta. Pasado significa promesa; presente significa primicia; futuro significa plenitud. En la primera lectura de hoy es clara esta secuencia. Escribe el apóstol: "consideren el amor tan grande que nos ha demostrado el Padre" (1 Jn 3,1); ello corresponde al pasado; luego dice: "ahora somos ya hijos de Dios" (1 Jn 3,2); eso alude al presente; por último añade: "seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es" (1 Jn 3,2), nos vaticina el futuro.

El amor manifiesto se convierte en una promesa. Es un cheque a nuestro favor; es el anuncio de algo maravilloso que no esperábamos, que no merecíamos, que no podíamos describir siquiera. Ese amor se traduce en un presente cargado de noble dignidad: somos hijos de Dios. De allí brotan todos nuestros derechos y deberes. Pero no es ello todo, sino solo la primicia de algo mayor aún: seremos semejantes a él. Es la plenitud. El tiempo tiene una dirección y esa dirección apunta hacia la plenitud con Él.

 

SALMO RESPONSORIAL: 97

R. / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

porque ha hecho maravillas:

su diestra le ha dado la victoria,

su santo brazo. R.

 

Los confines de la tierra han contemplado

la victoria de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera;

gritad, vitoread, tocad. R.

 

Tañed la citara para el Señor,

suenen los instrumentos:

con clarines y al son de trompetas,

aclamad al Rey y Señor. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Se le ha dado a  este salmo varios títulos, tales como “El Juez de la Tierra” o “Canto de alabanza a Dios después de la victoria”. Está inspirado en el libro de Isaías (cap. 56-66). Una victoria del pueblo sirve de ocasión al poeta para dirigir a las naciones toda una invitación para que vengan  cantar a Dios, reconociendo su poderío y su fidelidad a las promesas hechas a su pueblo. A pesar de su brevedad incluye este salmo dos fragmentos   de distinta procedencia: acción de gracias por su liberación y anuncio del reino de Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 1,29-34

 

“Éste es el Cordero de Dios”

 

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."

 

Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." Palabra del Señor. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En la escena anterior Juan el Bautista se introducía como una voz que grita en el desierto. Ahora, no solo nos pide escuchar sino también ver. Ese a quien habían anunciado los profetas (por medio de la voz), ahora se deja ver. Pero son tantas las distracciones en esta época de consumo navideño que se hace difícil reconocerlo. Nos hipnotizan o narcotizan las pantallas y terminamos evadiendo la realidad de sufrimiento y de dolor que nos rodea. Juan el Bautista nos da una primera clave en preparación para la Epifanía (manifestación de Dios): afinar nuestra mirada para saber reconocer al Cordero de Dios. Y ¿dónde se deja ver? En las vidas humildes y sencillas; también en las vidas empobrecidas y oprimidas que esperan liberación. Ahí está el Cordero de Dios inmolado a causa de la ambición, la corrupción, los abusos, la violencia y las desigualdades. Para reconocerlo, es necesario acercarnos con corazones dispuestos a dejarse transformar por él y su Buena Noticia de Salvación. 

ORACIÓN

Gracias Señor por que de nuevo nos permites encontrarnos contigo a través de tu Palabra. Que podamos reconocernos como hijos (as) tuyos (as) y los demás lo noten viendo en nosotros la práctica de la justicia, amor y misericordia, sobre todo por los más necesitados. Amén.

 

 

“Se requiere una relación personal con Dios para conocer su voluntad”