domingo, 1 de mayo de 2022

Viernes 13 de Mayo de 2022

 Fiesta de Nuestra Señora de Fátima

“ENCONTRAR EN JESÚS EL SENTIDO Y PROYECCIÓN PARA LA VIDA”

  

PRIMERA  LECTURA

HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13,26-33

 

“Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús”

 

En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: "Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Leemos la segunda parte del discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia. El apóstol afronta directamente el problema: a ese Jesús, a quien Dios ha enviado como el Mesías esperado, el pueblo judío no le ha sabido reconocer. Más aún, las autoridades de Jerusalén le han llevado a la muerte. Pero Dios lo resucitó. Pablo se atreve a anunciar claramente “os anunciamos que la promesa que Dios hizo a nuestro padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús”.  Deberíamos seguir el ejemplo de Pablo en nuestra tarea evangelizadora: él anuncia directamente a Jesús como el Salvador, el Hijo de Dios, el que da sentido a la vida. A veces nosotros damos rodeos, tal vez por miedo a que el hombre o el joven de hoy no acepten el mensaje más profundo que tenemos para él. Es bueno que nos adaptemos a los oyentes, como hacía Pablo según se tratara de judíos o de paganos, que respetemos la preparación y el trasfondo cultural que cada persona tiene, como hacía él con la historia de Israel y sus personajes y también con los presupuestos culturales y religiosos de sus oyentes paganos.

 

SALMO RESPONSORIAL: 2

R. / Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.

 

"Yo mismo he establecido a mi rey

en Sión, mi monte santo."

Voy a proclamar el decreto del Señor;

él me ha dicho:

"Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy." R.

 

"Pídemelo: te daré en herencia las naciones,

en posesión, los confines de la tierra:

los gobernarás con cetro de hierro,

los quebrarás como jarro de loza." R.

 

Y ahora, reyes, sed sensatos;

escarmentad, los que regís la tierra:

servid al Señor con temor,

rendidle homenaje temblando. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

La dinastía davídica es para Israel manifestación de una especial providencia de Dios. El escogió a David y a sus descendientes  y les prometió bienestar y perpetuidad. Después de la catástrofe nacional  (año 587 a.C.), las miradas se volvieron al futuro y se concentraron en la esperanza mesiánica. El NT aplica este salmo a Cristo (Hch. 4,25-26); ve en su persona y en su obra salvadora la plena y perfecta realización de las promesas hechas a David.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 14,1-6

 

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La inminente partida de Jesús deja desconcertados a sus discípulos que, por boca de Tomás, preguntan por el camino que deben seguir. Y Jesús contesta con esta afirmación: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». La palabra «camino» recuerda que no podemos vivir inmóviles, esperando una Salvación caída del cielo, sino que ella consiste en una constante búsqueda humana y religiosa. Los primeros cristianos fueron llamados «Los del camino» en Hechos de los Apóstoles (9,2; 22,4; 24,14.22). El cristiano necesita comprenderse como un buscador, un sin patria, caminando y amando en libertad. La segunda palabra –verdad– afirma que la esencia de la vida cristiana es justamente la libertad de asumir la frágil condición humana con sus límites y potencialidades. Comporta un vivir buscando el querer de Dios hasta alcanzar la plenitud. Y la tercera palabra que emplea Jesús –vida– lleva a mirar siempre hacia adelante, sin nostalgia de lo que queda atrás, contemplando el horizonte que nos espera y que da sentido a nuestra existencia.

 

ORACIÓN

Señor, tu sabes que no es fácil comunicar buenas noticias en el mundo de hoy, saturado de ruido y plagado de información que cierra los oídos y el corazón de las personas, volviéndolas hostiles a tu mensaje. Por favor ayúdanos a ser difusores de tu Palabra, de tu Reino, de tu amor,  llénanos de  tu Espíritu  que nos lleve a  alcanzar la paz, el domino propio, la elocuencia y sabiduría para transmitir tu mensaje, como lo hacían los primeros discípulos(as). Amén

 

 “No pierdas de vista que en la muerte  y resurrección de Jesús descubrimos la más grande prueba de amor y fidelidad”

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