domingo, 1 de mayo de 2022

Lunes 23 de Mayo de 2022

 

“¡GRACIAS SEÑOR POR TU ESPÍRITU”

 

PRIMERA LECTURA

HECHOS 16,11-15

 

“El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo”

 

En aquellos días, zarpamos de Troas rumbo a Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, colonia romana, capital del distrito de Macedonia. Allí nos detuvimos unos días. El sábado salimos de la ciudad y fuimos por la orilla del río a un sitio donde pensábamos que se reunían para orar; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: "Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa." Y nos obligó a aceptar. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Ha avanzado un buen trecho del tiempo pascual y es sano recordar que el primer día de la primera pascua del Nuevo Testamento fueron las mujeres las primeras en recibir la Buena Nueva, y las primeras también en transmitir su gozo y su testimonio a los Apóstoles. Bueno recordarlo, porque el texto de la primera lectura de hoy nos presenta la figura discreta pero vigorosa de aquella mujer, Lidia, que abrió la puerta de la fe para Filipos. Fue ella quien recibió en su casa a los predicadores del Evangelio, quien los hospedó con alegría, quien de alguna manera hizo posible el nacimiento de esa comunidad cristiana que le trajo tanto consuelo y soporte a Pablo: los filipenses. Dios: concédenos aprender de esta mujer sencilla, abierta, humilde, franca y audaz; que nosotros, a ejemplo de ella, sepamos abrir nuestros hogares a la predicación, nuestros corazones al Evangelio, y nuestra voz a la proclamación de la fe que salva.

 

SALMO RESPONSORIAL: 149

R./ El Señor ama a su pueblo.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;

que se alegre Israel por su Creador,

los hijos de Sión por su Rey. R.

 

Alabad su nombre con danzas,

cantadle con tambores y cítaras;

porque el Señor ama a su pueblo

y adorna con la victoria a los humildes. R.

 

Que los fieles festejen su gloria

y canten jubilosos en filas,

con vítores a Dios en la boca;

 es un honor para todos sus fieles. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este salmo es una invitación universal a la alabanza con acompañamiento de música y de danzas. El salterio concluye con una invitación a la alabanza a Dios. La oración no se reduce a pedir dones y favores, sino que tiene que ser sobre todo reconocimiento del amor y del poder de Dios.   

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 15,26-16,4ª

 

“El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Jesús advierte nuevamente a los discípulos de las consecuencias y peligros resultantes de su seguimiento y de la fidelidad a sus enseñanzas. A la advertencia acompaña la promesa de la consolación por el Espíritu que se les va a comunicar como un don del Padre, en orden a mantenerse firmes en dicho seguimiento, sin empeñar su mensaje y respaldándolo con su propia palabra. El Espíritu que se les promete es denominado como “el Defensor”, “el Abogado” por su papel mediador en favor de la causa de la que ellos serán portavoces. La promesa y la recepción del Espíritu en la comunidad discipular, están pues ligadas al testimonio: reciben el Espíritu, ante todo, para ser testigos de su Señor en el mundo. Los versículos finales del texto ponen en evidencia una religión que ha dejado de ser un camino para la vida y se ha transformado en un camino de muerte en nombre de su Dios. Nosotros también sabemos lo que es eso. ¿La recepción del Espíritu del Señor, nos alienta y anima a ser sus testigos en el mundo?

 

ORACIÓN

Hoy Jesús nos enseñas que el Espíritu “da testimonio” de ti. El Espíritu Santo es el “Gran Testigo” cuyo testimonio se apodera también de nuestro entendimiento induciéndolo de modo suavísimo y firmísimo para ayudarnos a discernir en tu Palabra. Hoy te pedimos que sea  Él quien nos transforme, nos consuele, nos eduque, nos guíe,  cambié nuestra voluntad hacia el Bien y el Amor y nos fortalezca para dar testimonio de ti. Por eso hoy clamamos y oramos diciendo:  ¡Ven, ven Espíritu de Dios, ven Espíritu Santo y sumérgenos en Tí!. Amén

 

 “El Espíritu Santo visita el corazón de quienes permanecen con Dios y enciende en ellos el fuego de su amor”

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