“EL IDEAL DE COMUNIDAD”
PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS
APÓSTOLES 4, 32-37
“Todos pensaban y sentían lo mismo”
En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo
poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los
apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los
que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a
disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada
uno. José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa Consolado,
que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero
y lo puso a disposición de los apóstoles. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Este texto es una muestra ideal de vida de una comunidad cristiana. Es
una invitación, un reto, no para que digamos: qué lindos que eran los
discípulos, sino para que nos sintamos movidos a vivir como Jesús quería, con
una renuncia total y verdadera a cualquier pretensión de riqueza y no porque
sea malo tener cosas, sino porque el tener es una tentación grande y sólo
venciéndola podemos ser verdaderamente libres. Tal vez esta comunidad en la que
yo vivo no piense que es posible vivir a la manera de Jesús, hace dos mil años
tampoco creían que eso fuera posible. Sin embargo, cuando nos arriesgamos a
vivir de verdad, y nos aventuramos a ser felices, descubrimos como Jesús
que no se necesita mucho y que es más lo que sobra que lo que conviene. Ser
capaces de renunciar, es ser capaces de poner nuestra felicidad más allá de las
cosas, de lo que tengo y de lo que puedo. Este pasaje nos vuelve a
cuestionar sobre nuestras esclavitudes, sobre nuestros tesoros, sobre nuestra
incredulidad frente al: déjalo todo y sígueme.
SALMO RESPONSORIAL:
92
R. / El Señor reina, vestido de majestad.
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es un Himno a la majestad de Dios, Rey y Señor de la
creación. Esta se describe con el lenguaje de poemas orientales antiguos que
hablan de la lucha entre el caos primitivo y el Dios Creador. La majestad de
Dios sigue presente en sus enseñanzas y en el templo. La majestad de Dios
resplandece más mientras más conocemos la inmensidad del cosmos; pero más
admirable es su amor manifestado en el nuevo templo que es
Cristo.
LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 3,5a.7b-15
“Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del
cielo, el Hijo del Hombre”
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Tenéis que nacer de nuevo;
el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a
dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu." Nicodemo le
preguntó: "¿Cómo puede suceder eso?" Le contestó Jesús: "Y tú,
el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos
hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro
testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os
hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo,
el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así
tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga
vida eterna." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús propone a
Nicodemo «nacer de nuevo». No es volver a ser niño y recomenzar todo de
nuevo, sino de adquirir una nueva actitud que se traduzca en una acción
diversa. Nicodemo era un líder judío que, por miedo de entrar en conflicto con
sus correligionarios, se encuentra con Jesúsde noche para no ser descubierto.
Jesús lo invita a no tener miedo de su creencias, aun cuando estas le traigan
incomprensión y conflictos. La verdad tiene su precio, pero tiene la fuerza de
sacar de la oscuridad, es decir, de la mentira y la ambiguedad. Un nuevo
nacimiento nos propone la primera lectura: quienes se adhieren a la fe en Jesús
muerto y Resucitado, viven con «una sola alma y un solo corazón»: para
hacer vida el proyecto del Reino. La consecuencia de eso es la puesta en común
de aquello que son y poseen. ¿Crees que
realmente la fe en Jesús realiza milagros? Fomenta en tu comunidad el milagro
del compartir y la igualdad. ¡A nacer de nuevo!
ORACIÓN
Señor así como el agua que creaste para mantener la vida, nos quita la
sed, limpia y alimenta ayúdanos para que tu Espíritu nos lleve a
entender el sentido de tu paso por la vida, donde lo importante no es la
pretensión de riqueza y poder, sino abrir el corazón para permitir que
acontezca en nosotros el milagro de la libertad y el amor. Amén.
“Nuestra vida muchas veces ha sido dar
vueltas en torno a nuestros problemas olvidándonos que Dios está pensando en
nosotros para rehacernos de nuevo, para darnos una vida nueva”
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