viernes, 1 de abril de 2022

Sábado 16 de Abril de 2022

 


Vigilia Pascual en la Noche Santa

 

Esta es la noche más santa, la Pascua, la del paso de lo viejo a lo nuevo, a la tierra nueva y al cielo nuevo, la de la creación en Cristo. El cosmos entero se configura a Cristo, su principio. Cristo muerto y resucitado. Por eso la liturgia nos inunda de luz, agua, aceite santo, cánticos y aclamaciones, porque cielo y tierra aclaman la victoria más portentosa de Dios: la victoria sobre la muerte. ¡Cristo ha resucitado! Esta vigilia es exultante y exuberante de vida nueva. La victoria de Cristo es también nuestra, desde que decidimos unir nuestra muerte a la suya para surgir de las aguas bautismales resucitados. Su vida nueva es nuestra. La vida del Resucitado es la que anima todos los momentos del creyente. Atrás quedaron sepultados miedos y tristezas: revistámonos de Cristo. Demos lugar al azoro de la sorpresa, pasmémonos ante lo inesperado, dejemos que el Creador nos renueve completamente, para ir a Galilea. Allá será la reunión con todos los discípulos. ¿Dónde queremos que la palabra creadora de Dios resuene? ¿Qué signos de vida nueva asoman en nuestra realidad?

Veamos como las lecturas de hoy nos conducen desde la experiencia de la creación hasta la tumba vacía, porque Resurrección es agradecer los hermosos dones gratuitos de Dios que rodean nuestra existencia. Es vivir como el pueblo de Israel, la experiencia de la salida de la esclavitud a la libertad, una experiencia que pasa por el contacto con el agua del Mar Rojo y para nosotros por la de las aguas bautismales; un camino guiado por la columna de fuego y por la nube que conduce a Israel de la experiencia de muerte a la de la vida.

 

La Bendición del fuego nuevo:

 

En medio de las tinieblas del pecado y de la muerte, la bendición del fuego nuevo tiene como finalidad proporcionar la llama para encender el cirio pascual, que representa a Cristo Resucitado. A medida que el cirio avanza se va iluminando el templo, y de la llama del cirio se van encendiendo las velas de los presentes en el templo; se disipan las tinieblas cuando se propaga la salvación a partir del Resucitado. El Cirio Pascual permanecerá todo el año en el templo, como símbolo memorial de la celebración pascual.

 

“SE INAUGURA UN NUEVO DÍA”

 

PRIMERA LECTURA

GÉNESIS 1,1-2,2

 

“Vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno”

 

REFLEXIÓN

Toda la creación es la obra del amor de Dios Padre que quiso preparar para el hombre un lugar hermoso y adaptado a su dignidad de imagen de Dios. Al ser humano le corresponde el compromiso de continuar y conservar esta creación.

Nos recuerda que toda realidad humana, todo el mundo como habitación humana es una buena obra de Dios. El cristianismo no condena  aquello que es humano, ni mira con suspicacia la realidad del mundo. Porque es obra de Dios y Él vio que “todo era muy bueno”, especialmente el hombre hecho a imagen suya.  La pascua no es condenación de la realidad humana, no es un esperar otro mundo despreciando este, sino un redescubrir la voluntad de Dios –a menudo estropeada por el hombre. El paso a la mayor vida que ofrece la Resurrección de Jesús no es negación de lo que llamamos lo “natural” sino valoración para ir más allá.

 

SALMO RESPONSORIAL: 103.

R. / Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.

 

Bendice, alma mía, al Señor; ¡

Dios mío, qué grande eres!

Te vistes de belleza y majestad,

la luz te envuelve como un manto. R.

 

Asentaste la tierra sobre sus cimientos,

y no vacilará jamás;

la cubriste con el manto del océano,

y las aguas se posaron sobre las montañas. R.

 

De los manantiales sacas los ríos,

para que fluyan entre los montes;

junto a ellos habitan las aves del cielo,

y entre las frondas se oye su canto. R.

 

Desde tu morada riegas los montes,

y la tierra se sacia de tu acción fecunda;

 haces brotar hierba para los ganados,

y forraje para los que sirven al hombre. R.

 

Cuántas son tus obras, Señor,

y todas las hiciste con sabiduría;

la tierra está llena de tus criaturas.

¡Bendice, alma mía, al Señor! R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un canto de alabanza a Dios por las maravillas de su acción en la creación, desde el comienzo y en cada momento. Reconocer la belleza de la creación es reconocer la sabiduría del Creador. La grandeza de la acción creadora de Dios se perfecciona en la nueva creación realizada en Cristo y llegará a su término en los nuevos cielos y la nueva tierra que esperamos. 

 

SEGUNDA LECTURA

ÉXODO 14, 15-15, 1

 

“Los israelitas en medio del mar a pie enjuto”

 

REFLEXIÓN

Los israelitas eran esclavos en Egipto, eran un pueblo sometido a otro pueblo. Pero Dios vio la miseria y las penalidades del pueblo, escuchó sus clamores y le abre un camino de salvación al pueblo esclavo y salva a Israel del poder del faraón. Nos presenta la salida de Egipto con el paso del Mar Rojo, este texto se describe  con un género literario propio, que caracteriza las narraciones de los orígenes todos  los pueblos. Sin el Éxodo posiblemente Israel, como pueblo, habría desaparecido de la historia.

 

TERCERA LECTURA

ISAÍAS 54, 5-14

 

“Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor”

 

REFLEXIÓN

Este texto canta la fecundidad de la nueva Jerusalén. Nos muestra al pueblo de Israel que, en el exilio, se encuentra en una situación como la de una esposa abandonada, el abandono en que Dios tiene a su pueblo no es más que aparente y “por un instante”, porque Él mismo va a recobrar a su pueblo “con gran cariño”, ya que le ama con “misericordia eterna· de la que jamás se echará atrás.

 

ROMANOS  6, 3-11

 

“Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más”

 

Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya. Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado. Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

El apóstol Pablo nos enseña que por el bautismo también el cristiano pasa de la muerte a la vida. Ese misterio pascual de Jesús, misterio de muerte y resurrección es nuestro propio misterio, porque el cristiano, mediante el bautismo, está muerto al pecado y vivo para Dios. En Cristo Jesús el cristiano vive el misterio de Cristo muerto y resucitado cada día en los momentos de tristeza y gozo, de enfermedad y salud, cuando pecamos y sentimos que Dios Padre nos acoge con misericordia. Lo vivimos especialmente en los sacramentos. Cada sacramento que recibimos es una reactualización del misterio Pascual, y esto lo vemos muy clara en el texto de Romanos que acabamos de escuchar.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 24, 1-12

 

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

El primer día de la semana, de madrugada, las mujeres fueron al sepulcro llevando las aromas que habían preparado. Encontraron corrida la piedra del sepulcro. Y, entrando, no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas por esto, se les presentaron dos hombres con vestidos refulgentes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No esta aquí. Ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo estando todavía en Galilea: "El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de pecadores, ser crucificado y al tercer día resucitar.""

Recordaron sus palabras, volvieron del sepulcro y anunciaron todo esto a los once y a los demás. María Magdalena, Juana y María, la de Santiago, y sus compañeras contaban esto a los apóstoles. Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron. Pedro se levantó y fue corriendo al sepulcro. Asomándose, vio sólo las vendas por el suelo. Y se volvió admirándose de lo sucedido. Palabra del Señor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXIÓN

La narración de la tumba vacía del Evangelio de Lucas pone en la boca de los ángeles vestidos de blanco, el significado de la Resurrección de Jesús para las mujeres que fueron al sepulcro al amanecer del primer día de la semana, y para todos nosotros: no podemos buscar a Jesús entre los muertos, porque está vivo, en medio de nosotros. Sólo nos corresponde descubrir el rostro de Jesús en los miles de personas que pasan por la calle, en los niños tristes y desnutridos, en las mujeres que necesitan un trozo de pan para ellas y sus hijos; en el hombre maloliente que está a nuestro lado en el templo, en todos los hombres y mujeres que por diferentes caminos buscan a Jesús.

La tumba vacía no es una prueba de la resurrección de Jesús, sino la pregunta que sólo tendrá respuesta cuando se logre vivir la experiencia de Jesús resucitado.

Los apóstoles no creyeron en lo que las mujeres les narraron.  Entre los judíos las mujeres no eran personas creíbles, los judíos acostumbraban a decir : mucha mujer, mucha mentira. Pero en cambio ellas si estaban experimentando y vivido la experiencia de Jesús vivo, Pedro comprueba que la tumba está vacía, se asombra, pero aún no ha logrado vivir la experiencia.

 

ORACIÓN

Aunque en la época, muchos seguidores tuyos creyeron que tu vida que iluminaba a cada paso a quienes más lo necesitaba, se había apagado y tus enemigos cantaban victorias porque creyeron vencerte, muchos otros mantenían el amor y la esperanza que les había irradiado tu compartir en el amor y la amistad. Que en esos momentos de oscuridad y sin salida, nosotros también sigamos creyendo en ti, no perdamos la esperanza y encontremos  la certeza de tu plan de bendición para nuestra vida, para así vivir plenamente tu Resurrección. Amén.

 

Para vivir la Vigilia Pascual la Iglesia nos ayuda a través del símbolo de la luz que vence a las tinieblas, la fuerza de la Palabra que recorre la historia de la salvación, la gracia del bautismo que nos conecta con la muerte y resurrección de Jesús y el don de la comunión eucarística.

“No busques entre los muertos al que vive, Cristo vive, Cristo reina. Aleluya!”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: