martes, 1 de octubre de 2019

OCTUBRE 2019

“LA MISIÓN ES EL SER Y QUEHACER DE LA IGLESIA”

Siempre en este mes se ha propuesto reflexionar sobre la MISIÓN. Para este año el Papa Francisco ha hecho un énfasis más grande y un llamado a una misión extraordinaria a todos los creyentes. Recordando que desde el comienzo de su pontificado insiste en ver a una “Iglesia en salida” y a un “Callejear la fe”.
Quisiera que pensáramos en unos pasos a tener en cuenta en la Misión. Recordando que el fin definitivo de la iglesia es la Misión:
Ø  Que por el anuncio de la Palabra las vidas sean transformadas, de adentro hacia afuera, mirando la vida como una integralidad (Evangelización).
Ø  Que el fruto de esta transformación o vida cambiada sea el optar por el proyecto de Jesús como alternativa de cambio de la sociedad que es una vida comunitaria, fraterna y servicial.
Ø  Trabajar desde la misión por la dignidad humana: el ser humano tiene dignidad y un valor supremo por su condición de hijos de Dios y persona humana. La Iglesia debe ver en cada mujer y hombre el rostro vivo de Dios, y está llamado a descubrir cada vez más sus vidas y corazones sufrientes, para desde el anuncio del Evangelio trabajar por la dignidad humana, derecho fundamental del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia.
Ø  Trabajar siempre por el bien común: el bien común, según el papa Francisco, es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno de la vida comunitaria. No consiste en la simple suma de compartir los bienes de cada sujeto del cuerpo social. Debe ir más allá, nacer del afecto, es decir del verdadero amor (Espíritu o espiritualidad). Por otro lado, basados en la misericordia del Evangelio, este compartir los bienes debe llevar al respeto a la persona en cuanto a ella es, ayudarle en su bienestar social, y ser transmisora de “la Paz”. El destino universal de los bienes es uno de los principios básicos de la Teología Bíblica Cristiana y de la doctrina social de la Iglesia
Ø  Trabajar siempre por principios de solidaridad. La solidaridad es fruto de haberse encontrado con el amor misericordioso del Padre Dios. Es también una verdadera virtud y valor humano, no simplemente un sentimiento pasajero y superficial. Es la meta de toda evangelización. Discipulado y misión debe estar siempre unido a una propuesta solidaria, a la vida comunitaria. La solidaridad en el derecho humano y cristiano se eleva a la dimensión de la justicia. La entrega por el bien del otro, debe estar siempre en toda propuesta y anuncio de la Palabra del Señor resucitado; contrario a toda doctrina y mensaje de explotación opresión y exclusión.
Ø  La misión tiene que apuntarle a un encuentro misericordioso con la creación, “La Casa Común”: Dios creó la naturaleza y nos permitió tomar de ella lo que necesitáramos para subsistir, pero cuidándola, respetándola, sin explotarla, urbanizarla, dañarla y acabarla. No nos imaginamos la crisis que se avecina en cuanto al agua contaminada en los ríos y mares; las consecuencias por no cuidar la amazonia, que es el pulmón del mundo. En nuestro país ya se encuentran grandes áreas de tierra para el monocultivo sustituyendo el cultivo de alimentos, por plantas que se pueden convertir en agro combustibles. El reto evangelizador es: descubrir el rostro sufriente de la naturaleza que agoniza; a Jesús que sigue sufriendo y crucificado al ver como la tenemos; y promover el amor misericordioso, con acciones concretas que rescaten, promuevan y restauren la tierra ancestral, sus cultivos, costumbres, la economía solidaria. Hay que volver a la tierra para que cumpla su propósito.
Solamente desde una experiencia verdadera de fe o encuentro personal con Jesús Resucitado que transforma la vida podremos asumir estos retos de Misión o Nueva Evangelización de la que se habla hoy en la Iglesia.

“LA ORACIÓN-PALABRA Y COMUNIDAD SOSTIENEN LA MISIÓN Y ÉSTA A LA IGLESIA”

Bendiciones para este nuevo mes en las diferentes áreas de la vida.
Roberto Zamudio


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mensaje o Intercesión por: