martes, 1 de octubre de 2019

Domingo 06 de Octubre de 2019


“VIVIR EN LA CERTEZA DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
HABACUC 1, 2-3; 2, 2-4

“El justo vivirá por su fe”

¿Hasta cuándo clamaré, Señor, sin que me escuches? ¿Te gritaré: "Violencia", sin que me salves? ¿Por qué me haces ver desgracias, me muestras trabajos, violencias y catástrofes, surgen luchas, se alzan contiendas? El Señor me respondió así: "Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su momento, se acerca su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe." Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
El profeta Habacuc nos pone en el contexto del diálogo entre el profeta y Dios, donde el primero toma la iniciativa y pregunta a Dios por la raíz del mal y el sufrimiento que lo rodea. La injusticia, la violencia y la desigualdad parecen convertirse en la única forma de vivir de la sociedad en muchos momentos, no sólo de la historia del pueblo de Dios, sino también de la historia de la humanidad. La queja del profeta es clara: no hay justicia; se vive en una violación sistemática de los derechos básicos provocados por la desorganización social y la confusión de su tiempo. Sin embargo, la respuesta del Señor, ante la situación, no se hace esperar. El Dios de la historia y la creación hace un llamado al “justo” a la fidelidad y a la confianza. Dios se encuentra con el ser humano en la justicia, en la resistencia pacífica y en la esperanza del ser humano en Él.

SALMO RESPONSORIAL: 94
R. /Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón."

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R.

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
"No endurezcáis el corazón
como en Meribá,
como el día de Masa en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron
a prueba y me tentaron,
aunque habían visto mis obras." R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un canto litúrgico que expresa la alegría del pueblo fiel al Señor, es una invitación universal a reconocer la gloria y el poder de Dios. Nuestra liturgia también debe ser expresión de la alegría que nace de nuestra fe en la obra salvadora de Dios en Cristo. La invitación universal es más actual gracias al Evangelio. El juicio anunciado es juicio salvador.

SEGUNDA LECTURA
2TIMOTEO 1, 6-8. 13-14

No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor”

Querido hermano: Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las manos; porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino un espíritu de energía, amor y buen juicio. No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor en Cristo Jesús. Guarda este precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

En la segunda carta a Timoteo el autor nos presenta de dónde procede el ser apóstoles del Señor: del plan divino de la salvación de Dios. Los creyentes hoy estamos exigidos a tomar conciencia que hemos recibido del Señor el don de la fe, de la fortaleza y de la caridad; por tanto, este don recibido demanda una respuesta oportuna. Ante la situación tan compleja, adversa y confusa de nuestra situación mundial, los carismas del Espíritu del resucitado se nos dan para dirigir a la comunidad humana con valentía y dar testimonio de la liberación y salvación del Señor. Dichos dones recibidos de la gracia de Dios, son también, tarea humana, y necesitan ser cultivados e incrementados constantemente para evitar caer en el absurdo y la desesperanza.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 17, 5-10

¡Si tuvierais fe ... !”

En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la fe." El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: 'Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el texto de Lucas vemos a los discípulos, conscientes de su poca fe, de su incapacidad para dar su adhesión plena a Jesús y a su mensaje. Por eso le piden que les aumente la fe. Jesús constata en realidad que tienen una fe más pequeña que un grano de mostaza, semilla del tamaño de una cabeza de alfiler. No dan ni siquiera el mínimo, pues con tan mínima cantidad de fe bastaría para hacer lo imposible: arrancar de raíz con sólo una orden una morera y tirarla al mar. Este mínimo de fe es suficiente para poner a disposición del discípulo la potencia de Dios.  O lo que es igual: si siguierais mi camino, si vivierais según el evangelio, tendríais la fuerza de Dios para cambiar el sistema.
En este evangelio la comunidad de Lucas hace alarde de ser adelantados o crecidos en la fe, aspirando a tener más fe . Por su parte, les advierte sobre los vacíos y debilidades que tienen en el crecimiento de su fe. Una fe que ni siquiera tiene el tamaño de las semillas más pequeña del campo. La fe de los discípulos naufraga en la cotidianidad de la vida, pues en la práctica  terminan actuando de la misma manera que un dueño de esclavos. Hacia el final de la lectura, recibimos el llamado a ser cumplidores  del deber actuando como simples administradores o servidores, no como dueños. Se trata de una lección de humildad, reconociendo que no somos indispensables. Esto significa que hemos de seguir las luces del Espíritu del Señor renunciando a pretensiones de intereses personales, de fama, poder, y lucro. Las tres lecturas de hoy se articulan en torno a la centralidad de la fe, asumida y vivida  en un contexto de injusticia, violencia, divisiones, rivalidades, y liderazgos distantes de los valores del Evangelio. Es ahí donde reconocemos la fuerza renovadora  y liberadora de la fe.  
     
ORACIÓN
Señor, en medio de un mundo difícil, nuestras fuerzas se pueden agotar y sentimos que nuestra fe se debilita, por eso como tus seguidores y seguidoras te pedimos que nos des más fe, para mantenernos comprometidos(as) en tu causa, con la certeza que, en tu sabia voluntad los árboles y las montañas de nuestra vida se moverán. Amén


“Si viviéramos con verdadera fe se moverían montañas”

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