martes, 1 de octubre de 2019

Lunes 28 de Octubre de 2019


“COLABORADORES DEL SEÑOR”

Hoy, en este día en que celebramos a los apóstoles Simón y Judas, los textos nos invitan conocer y a reflexionar sobre nuestro llamado de servidores en el nombre de Cristo.

PRIMERA LECTURA
EFESIOS 2,19-22

“Están ustedes edificados sobre el cimiento de los apóstoles”

Por eso, ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal. En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
San Pablo está como haciendo unas reflexiones en voz alta sobre lo que ha sucedido con sus hermanos de raza, es decir, con el pueblo judío. Los datos son sencillos: son el pueblo elegido. Sin embargo, la mayor parte de ellos no acepta a Jesús como el Mesías esperado. Jesús es ante todo el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo, pero su pueblo lo rechaza. ¿Qué decir? En esto tiene que haber pecado, pero ¿ese pecado detiene el plan de Dios, o lo arruina?
El apóstol sigue meditando sin desprenderse de los datos reales y concretos: la negación de los judíos a creer es en sí misma un hecho lamentable y triste; eso es innegable. Pero esa negación sirvió para que la predicación se abriera a los pueblos no judíos, a los paganos. Y lo mismo que verificamos la triste noticia de la no aceptación de los judíos también tenemos que verificar que ello fue ocasión de que se manifestara la compasión sobreabundante de Dios para con los pueblos paganos.
Lo que se observa entonces es que de algo malo salió algo bueno. Entonces lo malo no significa que Dios ya no es Dios; no significa que Dios no reine, sino que su modo de reinar se manifestará de otra manera o por otro camino.


SALMO RESPONSORIAL: 18
R./ A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo hace la alabanza de la revelación de Dios, primero en las obras de la creación y luego en la ley, para terminar con una humilde oración. La revelación de Dios  tiene su punto culminante en Jesús, Palabra definitiva de Dios, camino, verdad y vida.                                                                                                                                                                                                                                                                            
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 6,12-19
“Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles”

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que se puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
El evangelio nos revela tres elementos principales en la misión de Jesús: la oración, la elección de los doce apóstoles y la sanación de la multitud enferma. Lucas destaca el tiempo de Jesús para la oración antes de elegir a sus colaboradores más inmediatos. Jesús es, por excelencia, el misionero del Padre. Él ha venido a realizar el plan de salvación de Dios para la humanidad. Pero esa misión no se puede realizar si no hay una relación profunda e íntima con el Padre. Y es la oración la garantía de esa unidad indisoluble. Es en este contexto de oración, de comunión con el Padre bueno, que Jesús elige y llama a sus discípulos (seguramente también a su discípulas); de tal manera que el llamamiento a la misión no es deseo de Jesús sino voluntad del Padre. Enseguida el texto nos dice que sanó enfermos y liberó a muchos oprimidos por el mal. Oremos al Señor con plena confianza para que siga llamando a muchos hombres y mujeres a participar en la misión, mediante una vida de intensa oración y compromiso evangelizador sin desfallecer.

ORACIÓN
Gracias, Señor Jesús, porque a nosotros también nos has llamado por nuestro propio nombre para hacernos discípulos(as) y misioneros(as) de tu evangelio. Ayúdanos a realizar bien la tarea que nos has recomendado. Pon hoy en nuestros labios tus palabras de vida, pon en nuestro corazón tu amor misericordioso, pon en nuestra mente la sabiduría de tu Espíritu, pon en nosotros actuar  con la valentía y decisión de tu Espíritu para que podamos  anunciarte a todos. Amén. 


“Que en el silencio de nuestro corazón escuchemos la voz de Dios que nos llama y acoge para trabaja por su Reino”

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