“COMPARTIR CON GENEROSIDAD Y
ALEGRÍA”
PRIMERA LECTURA
2CORINTIOS 9,6-11
“Al que da de buena gana lo ama Dios”
Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; y el que siembra
generosamente, generosamente cosechará. Cada uno dé como haya decidido su
conciencia: no a disgusto ni por compromiso; porque al que da de buena gana lo
ama Dios. Tiene Dios poder para colmaros de toda clase de favores, de modo que,
teniendo siempre lo suficiente, os sobre para obras buenas. Como dice la
Escritura: "Reparte limosna a los pobres, su justicia es constante, sin
falta." El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer os
proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha de vuestra
justicia. Siempre seréis ricos para ser generosos, y así, por medio nuestro, se
dará gracias a Dios. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la primera lectura continuamos escuchando a Pablo respecto al tema
de la colecta para la comunidad de Jerusalén. Al parecer, no ha sido fácil
mover a los corintios a la generosidad, por lo cual les presenta nuevos
argumentos: primero, en el campo de la cosecha depende de lo generosa que haya
sido la siembra; segundo, Dios nos ha colmado de toda clase de favores, por lo
mismo, es lógico que seamos generosos con los demás; tercero, Dios premiará con
creces nuestra generosidad; y cuarto, hay que dar con alegría, “no a disgusto
ni por compromiso”, pues “al que da de buena gana lo ama Dios”.
Teológicamente, el mensaje de Pablo acentúa dos ideas fundamentales:
1. Dios recompensa siempre la generosidad del hombre que da de buen grado. Los
valores espirituales que vienen de él sobrepasan los bienes materiales que el
hombre se procura. El efecto de la
generosidad se traduce en el crecimiento de la comunidad gracias a una
auténtica comunidad de bienes. Pero, fundamentalmente quiere dejar claro que la
generosidad para con los hermanos conduce a los beneficiarios a una actitud de
“acción de gracias” a Dios. De tal forma que todo lo bueno que hagamos a favor
de los demás que no sea para ostentación y alabanza nuestra, sino para la
gloria de Dios; de lo contrario, nuestra recompensa se habrá perdido en un
aplauso humano. Que nuestro servicio de caridad sea hecho siempre con alegría,
sabiendo que, especialmente en el servicio a los pobres, necesitados y
enfermos, estamos sirviendo y asistiendo al mismo Cristo.
SALMO RESPONSORIAL: 111
R. /Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso
quien teme al Señor
y ama
de corazón sus mandatos.
Su
linaje será poderoso en la tierra,
la
descendencia del justo será bendita. R.
En su
casa habrá riquezas y abundancia,
su
caridad es constante, sin falta.
En las
tinieblas brilla como una luz
el que
es justo, clemente y compasivo. R.
Reparte
limosna a los pobres;
su
caridad es constante, sin falta,
y
alzará la frente con dignidad. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo siguiendo el tono de
las reflexiones de los sabios, proclama la felicidad que gozará el que es
bueno, clemente y compasivo. Las bienaventuranzas de Jesús proponen temas complementarios en relación
con su proclamación del Reino de Dios, que él hace presente entre los seres
humanos.
LECTURA
DEL EVANGELIO
MATEO 6,1-6.16-18
“Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra
justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no
tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas
limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en
las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os
aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que
no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en
secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando
recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os
aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu
aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu
Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis
cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la
gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando
ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la
gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo
escondido, te recompensará." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En el contexto judío, había unos
personajes que eran expertos en fingir “actos de misericordia” para que el
público los viera y los alabara por su “gran bondad”. Se trataba de los
fariseos. A ellos se refiere Jesús cuando expresa: “Como hacen los hipócritas
en las sinagogas y en las calles para que la gente los alabe”. Mateo presenta
las tres obras buenas principales para los judíos: ayuno, oración y limosna,
con la finalidad de acercar más la persona a Dios. El llamado de atención que
hace Jesús a sus discípulos (a ti y a mí) es que no seamos como ellos, que,
cuando hagamos estas obras, las realicemos más bien en secreto, porque el Padre
que ve lo secreto lo recompensará. Es un reto para cada uno de nosotros,
especialmente en nuestro tiempo en que los medios de difusión masiva
promocionan el heroísmo, la exaltación, el exhibicionismo, y menosprecian el
anonimato: no vales. La gente se esfuerza por llegar a hacerse personaje
público, pero poco a poco va perdiendo lo fundamental: la identidad.
A Dios se le agrada “de corazón” no con
apariencias. Jesús conoce muy bien cuan profunda es la tendencia del ser humano
a buscarse a sí mismo. Es por eso que el Señor quiere enseñarnos a reorientar
continuamente nuestro corazón. Jesús nos asegura que el Padre está en nuestro
interior, en lo secreto de nuestro corazón. Él conoce nuestras búsquedas,
nuestras luchas y también nuestros esfuerzos y nos dará todo lo que necesitamos
para ser felices, para ser discípulos auténticos de Cristo, para verdaderamente
hermanos e hijos de Dios, hijos del Reino.
ORACIÓN
Durante estos días el Evangelio
nos ha llevado a identificar los verdaderos valores cristianos, los cuales solo
pueden surgir si logramos vivir unidos a
Ti y tu Palabra. Por eso Señor ayúdanos a mantenernos orantes, buscando estar
cerca de Ti, de tu Espíritu Santo, solo así lograremos alcanzar la promesa de
una vida nueva desde esta tierra. Amén.
“Dar
es la característica propia de quien se siente amado y libre para dar y
recibir”
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