jueves, 1 de junio de 2017

Jueves 08 de Junio de 2017


“AMAR SIN LÍMITES”

PRIMERA LECTURA
TOBÍAS 6,10-11;7,1.9-17;8,4-9ª

“Dígnate apiadarte de ella y de mí, y haznos llegar juntos a la vejez”

En aquellos días, habían entrado ya en Media y estaban cerca de Ecbatana, cuando Rafael dijo al chico: "Amigo Tobías." Él respondió: "¿Qué?" Rafael dijo: "Hoy vamos a hacer noche en casa de Ragüel. Es pariente tuyo, y tiene una hija llamada Sara." Al llegar a Ecbatana, le dijo Tobías: "Amigo Azarías, llévame derecho a casa de nuestro pariente Ragüel." El ángel lo llevó a casa de Ragüel. Lo encontraron sentado a la puerta del patio; se adelantaron a saludarlo, y él les contestó: "Tanto gusto, amigos; bien venidos." Luego los hizo entrar en casa. Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero. Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: "Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara." Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho: "Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. Ya se la he dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros." Tobías replicó: "No comeré ni beberé mientras no dejes decidido este asunto mío." Ragüel le dijo: "Lo haré. Y te la daré, como prescribe la ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
La oración de Tobías antes de consumar su matrimonio con Sara es un ejemplo muy bello de piedad y amor a Dios pero también es una catequesis preciosa sobre el sentido del matrimonio. Tobías dice qué quiere excluir y qué quiere incluir de su intención de matrimonio. Quiere excluir ante todo la simple satisfacción de sus pasiones; quiere incluir la compañía: "que vivamos juntos hasta la vejez." Es clave esa diferencia: la pasión, por contraste, no quiere que la pareja envejezca y por eso prefiere cambiarla o buscar otra. Tobías nos enseña también el contexto de amor que hace posible a la pareja. Su plegaria no es una lista de peticiones en primer lugar, sino una alabanza: "Bendito seas, Dios de nuestros padres y bendito sea tu nombre por los siglos de los siglos." Pasa al reconocimiento del señorío de Dios, y de ahí al reconocimiento de su plan para con la pareja humana. Su amor a Sara queda inscrito en el amor de Dios hacia la humanidad.

SALMO RESPONSORIAL: 127
R./  Dichosos los que temen al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.


OREMOS CON EL SALMO
Este salmo describe la felicidad doméstica del que es fiel al Señor. La paz en el hogar es prenda de la prosperidad de todo el pueblo y de la Comunidad Casa de Dios.
LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 12,28b-34


“No hay mandamiento mayor que éstos”
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" Respondió Jesús: "El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos." El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios." Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Una pregunta directa provocó una respuesta directa: Uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?" Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos". Es bueno recordar ese lenguaje sencillo porque en un mundo plagado de fachadas y máscaras es fácil acostumbrarse a disculparlo todo o justificarlo todo o venderlo todo. El orden empieza siempre con un pensamiento claro en la mente; una idea llena de luz atrae a otras. Y hoy Jesús nos da esa clave fundamental, ese primer principio que iluminó su alma y que quiere iluminar también nuestras vidas.
La palabra fundamental en la respuesta de Jesucristo no la podemos perder: AMA. El resto de su respuesta es esencial también, porque todo depende de a quién ames y con qué amor. Tal fue el regalo que nos dio con su vida y su muerte. Bien podemos resumir la existencia de Cristo diciendo que fue una gran cátedra de amor en la que aprendimos que hemos de amar para vivir y hemos de aprender a amar para vencer a la muerte y alcanzar la vida que no muere, la vida eterna.
  
ORACIÓN
Señor tu nos enseñas como el mayor  y fundamental mandamiento que debemos poner en práctica, que debemos aplicar es el del amor, ayúdanos a amar con tu amor que es perfecto, que no  pone condiciones, con el que se es capaz de amar “a pesar de”, que es capaz de darse a los demás sobre todo a los más necesitados. Amén. 


“Nuestro amor a Dios debe ir acompañado del compromiso de mejorar las condiciones de los más necesitados”

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