“PRIMERA MUJER BÍBLICA: EVA”
Iniciamos
estas reflexiones bíblicas en busca del rostro de las mujeres y la revelación
que ellas nos hacen de Dios. Empecemos este mes con Eva, que significa la
viviente o la que genera vida. Como en los mitos de los pueblos antiguos,
cuando en la Biblia se habla de Adán y Eva, más que unos datos históricos sobre
el origen de la mujer y el hombre, encontramos más bien rasgos fundamentales
del ser humano tal como lo intuye la mentalidad popular, fundada en la
experiencia de millones de años atrás. No vamos a discutir, ni quiero entrar en
controversia si Eva y Adán de verdad existieron como personas o son simplemente
mitos o géneros literarios que uso el autor. Eva es más que todo eso; ella
representa los trazos de una mujer concreta, que describe a una mujer
universal. Recordemos que en el mundo antiguo, especialmente en el bíblico los
nombres de las personas están íntimamente ligados con su misión para la vida.
Por eso hablar de Eva es reflexionar sobre la vida, sobre crear, sobre generar
vida o todo lo contrario, su antónimo: muerte. Cuando Dios decide crear a la
humanidad a su imagen y semejanza (Génesis 1,26-28) los hace “macho y hembra”.
Ni él ni ella por separados, son retrato fiel de Dios; lo son en la unidad de
ambos eliminando de una vez así las ideas machistas al hablar de Dios. Al
llamar hembra a la mujer, la etimología hebrea sugiere un vacío a completar por
el varón, para ser entre ambos equidad, justicia y armonía perfecta a la imagen
de Dios. Por tanto Eva es optar por la vida, Eva es la madre de todos los
vivientes. En Eva se encuentra la bendición de transmitir la vida como signo de
la mujer. Pero también Eva significa un riesgo, de que seducida por la
ambición, el querer ser como el autor de la vida; de correr el peligro de
querer administrarla marginándose del manantial divino y arrastrando los suyos
a la muerte. Tal vez por eso la Biblia recuerda que fue Eva la seductora que
arrastro al varón (2da Corintios 11,3; 1ra de Timoteo 2,13) y contagió a la
humanidad con el mal. En Eva la mujer opta por la vida o por la muerte, la
construcción o la destrucción. En Eva se manifiesta la grandeza y la debilidad
humana; el sexo bello remite a la vitalidad divina y completa a lo que al varón
le falta, pero en Eva se subraya igualmente la triste realidad de que la
seductora se convierta en seducida, y la transmisora de la vida en portadora de
muerte. Eva fue imagen de Dios en igualdad con el hombre; genera y cuida la
vida y la naturaleza. Por eso en algunas culturas es representada con el
símbolo de la naturaleza porque ella la cuida y está en armonía con ella. La
gran misión de todas las Evas en la diferentes áreas es dar vida.
En
Eva también quisiéramos reflexionar sobre una VISIÓN HISTÓRICA DE LA MUJER,
veamos:
La
mujer se ha ubicado en una realidad de opresión y discriminación en el campo
histórico que ha traspasado todas las clases sociales, marcada siempre por una
cultura llamada patriarcal en la antigüedad y machista en el mundo moderno.
Esto compromete a hombres y también mujeres y
tiene manifestaciones particulares en todas las áreas: la economía, en
la política, la vida familiar, la vida social y la espiritualidad o el mundo
religioso, en la estructura psíquica, en el manejo de los afectos y en el
disfrute sexual.
Las
mujeres han constituido un grupo social llamado “relegado”, han sufrido las
experiencias históricas de una posición siempre secundaria dentro de la
sociedad; marginadas de la vida pública, desconocida su personalidad jurídica por el estado,
restringida al ámbito hogareño, a la crianza y educación de los hijos, a las
tareas de la economía familiar. Algunas mujeres inconformes que han progresado
y avanzado se les ha llegado a considerar por las mismas mujeres como rebeldes,
revolucionarias; a Dios gracias muchas de ellas por su inconformidad y
compromiso cristiano han salido del montón, han marcado algunos pasos en el
cambio, sin que deje de afirmarse que en muchos campos la posición de la mujer
sigue igual. El mundo de la economía, la política, la sociología, hasta lo han
denunciado, pero parecería que la realidad de la mujer es la misma. La misma
iglesia en algunos momento ha reflexionado en este tema de la mujer y ha
expresado cosas tan ciertas que suenan tan bonitas, pero que en la práctica
como que no se ven. La Iglesia habla que: “Ya no hay hombre ni mujer pues todos
somos ahora uno en Cristo (Gálatas 26,29). Con esto no queremos dejar de reconocer
el gran aporte que la iglesia ha
prestado a la promoción de la mujer, sobre todo con mensajes motivadores y
documentos bellísimos que han ayudado a tomar conciencia de la igual dignidad
de la mujer en relación con el hombre, de sus derechos y de su misión concreta
en la iglesia y en la sociedad. Hoy se difunden diversas proposiciones
reduccionistas sobre la naturaleza y misión de la mujer, ideologías, filosofías o teologías con
las cuales hay que tener un poco de cuidado. Creo que es muy importante y
necesario también definir bien lo que hoy tanto se menciona sobre el tema de
equidad de género. Sí, se espera la libertad de las estructuras sociales que
excluyen y oprimen a la mujer, pero ojo no libertinaje, no seguirla poniendo
como enfrentada al hombre, considerándolo como su rival y verdugo, cuidado que
el remedio puede ser peor que la enfermedad. Hoy se está dando un fanatismo y
sectarismo con algunos movimientos feministas que están resultando peores a lo
que el machismo ha sido con el hombre. Hablar de equidad es hablar de
complementariedad, simplemente somos iguales, nos necesitamos, somos
complemento el uno para el otro; por favor no le sigamos el juego a esta guerra
tan sucia del género que se vive hoy en día. Seamos sensatos, equilibrados y no
fanáticos. De eso se tratan estas reflexiones, que reconociendo el lugar de
exclusión en que ha sido sumergida la mujer en la historia, a la luz de la
Palabra del Señor, con algunos rostros
de mujer bíblicos podamos ubicarla en el lugar que el Señor la colocó.
“MUJER, FUERZA, GENERADORA DE VIDA”
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Mensaje o Intercesión por: