domingo, 1 de enero de 2017

ENERO 2017

“LA MISERICORDIA CON ROSTRO DE MUJER”

Agradecidos con el Dios de la vida, por todas sus bendiciones durante el año que acaba de terminar, con esperanza, mucho ánimo y fortaleza en su Espíritu, queremos iniciar este nuevo año, que en fe será un tiempo de abundantes bendiciones y crecimiento en nuestra humanidad y espiritualidad.
Quisiera comenzar este mes, con un interrogante o pregunta que el evangelio nos lanza: ¿Qué estás buscando? (Juan 1,37). Esta es la gran eterna pregunta que la vida y el Señor Jesús dueño de ella nos hace a todos nosotros para este momento y todo el caminar de este año nuevo. Yo quisiera tratar de responder a algo de este interrogante con un sueño, anhelo y meta que Dios me ha mostrado para este año: “La misericordia con rostro de mujer”. Todo el año anterior estuvimos reflexionando en el año jubilar sobre la misericordia y algunos frutos de ella. Para este nuevo año quisiéramos reflexionar sobre la misericordia desde una perspectiva de la realidad de la mujer.
En  los últimos tiempos quizás desde finales del siglo XX se viene hablando mucho acerca de la realidad de la mujer en el mundo de hoy. Se enfatiza en la importancia del llamado de la mujer a ser protagonista de la historia. Se resalta constantemente algunas características como los carismas, la ternura, la sabiduría y últimamente la fortaleza del toque femenino; en un mundo acosado por miles de problemas y conflictos que necesitan ser reconstruidos a partir del perdón, la justicia, la fraternidad, la equidad y la paz. El tema de la mujer constituye como un punto de referencia preocupante en torno a tantos sucesos negativos que se vienen dando no solamente en estos días en nuestro país sino a lo largo de muchos años y siglos en la historia humana. Hoy se habla de muchas ONGs, fundaciones, campañas y encuentros a nivel nacional e internacional, que buscan darle el lugar que por muchos años le ha sido negado a la mujer. Alguna parte de la sociedad y también algún sector de la iglesia quiere poner los ojos sobre la mujer y ver en ella uno de los signos de liberación de los tiempos. Algún sector de la iglesia propone, y anima a la “Valoración y promoción de la mujer”. El tema de la mujer se ha desarrollado en muchos campos, no solamente el académico, intelectual sino también en ambientes populares. La mujer es admirada por su belleza, su ternura y su tolerancia, su valentía, su intuición, su sencillez,  su buena administración, etc. El pensamiento hacia una reflexión de la mujer no sólo se está dando en el ambiente colombiano y latinoamericano, sino que se puede decir se está haciendo a nivel mundial. Por eso quisiera en este año reflexionar, orar y ojalá actuar en campos y temas, donde vemos que se necesita encontrar un camino, una respuesta, a tanta desigualdad que hay en torno a ella. Por ello quiero invitarlas a todas aquellas, que reconocen una necesidad de cambio, las que quieren ser una respuesta diferente a la sociedad de hoy, a todas aquellas que no se sienten limitadas por la edad, la enfermedad y diferentes enfermedades, porque su corazón siempre joven ve que su labor no ha terminado, sino que todavía les queda mucho por hacer, en fin una invitación a todas las mujeres que buscan su realización personal, familiar y comunitaria, y su papel como protagonistas de la historia. Quisiera que empezáramos a encontrar camino y luz  desde las diferentes situaciones de exclusión, frustración y dolor a la que son víctimas muchas mujeres en la Palabra de Dios. La propuesta para este año es dar un vistazo por una gran galería de mujeres bíblicas que nos ayudarán a hacer entender que la humanidad tuvo que esperar la aparición liberadora de Jesús, para que rompiera con todas las instituciones que degradaban y esclavizaban a la mujer. A través de este caminar en el mundo bíblico de las mujeres, vamos a volver a descubrir la misión que Dios nos encargo al crear al ser y pareja humana. Sería una bella oportunidad también para agradecer y valorar el signo de la mujer que como bendición Dios nos ha dejado. Pienso en este momento valorando y muy agradecido con las diferentes mujeres que han acompañado mi caminar en los diferentes momentos de mi historia. Mujeres-mamá, mujeres- hermanas, mujeres-educadoras, mujeres- evangelistas y catequistas que me llevaron a los pies del Señor. Me han escuchado decir en más de una oportunidad que tanto física como espiritualmente soy nacido de mujeres. Sea una oportunidad para agradecerles y bendecirles, y quizás un gran homenaje para todas ustedes. Bendiciones.

Roberto Zamudio


“PRIMERA MUJER BÍBLICA: EVA”

Iniciamos estas reflexiones bíblicas en busca del rostro de las mujeres y la revelación que ellas nos hacen de Dios. Empecemos este mes con Eva, que significa la viviente o la que genera vida. Como en los mitos de los pueblos antiguos, cuando en la Biblia se habla de Adán y Eva, más que unos datos históricos sobre el origen de la mujer y el hombre, encontramos más bien rasgos fundamentales del ser humano tal como lo intuye la mentalidad popular, fundada en la experiencia de millones de años atrás. No vamos a discutir, ni quiero entrar en controversia si Eva y Adán de verdad existieron como personas o son simplemente mitos o géneros literarios que uso el autor. Eva es más que todo eso; ella representa los trazos de una mujer concreta, que describe a una mujer universal. Recordemos que en el mundo antiguo, especialmente en el bíblico los nombres de las personas están íntimamente ligados con su misión para la vida. Por eso hablar de Eva es reflexionar sobre la vida, sobre crear, sobre generar vida o todo lo contrario, su antónimo: muerte. Cuando Dios decide crear a la humanidad a su imagen y semejanza (Génesis 1,26-28) los hace “macho y hembra”. Ni él ni ella por separados, son retrato fiel de Dios; lo son en la unidad de ambos eliminando de una vez así las ideas machistas al hablar de Dios. Al llamar hembra a la mujer, la etimología hebrea sugiere un vacío a completar por el varón, para ser entre ambos equidad, justicia y armonía perfecta a la imagen de Dios. Por tanto Eva es optar por la vida, Eva es la madre de todos los vivientes. En Eva se encuentra la bendición de transmitir la vida como signo de la mujer. Pero también Eva significa un riesgo, de que seducida por la ambición, el querer ser como el autor de la vida; de correr el peligro de querer administrarla marginándose del manantial divino y arrastrando los suyos a la muerte. Tal vez por eso la Biblia recuerda que fue Eva la seductora que arrastro al varón (2da Corintios 11,3; 1ra de Timoteo 2,13) y contagió a la humanidad con el mal. En Eva la mujer opta por la vida o por la muerte, la construcción o la destrucción. En Eva se manifiesta la grandeza y la debilidad humana; el sexo bello remite a la vitalidad divina y completa a lo que al varón le falta, pero en Eva se subraya igualmente la triste realidad de que la seductora se convierta en seducida, y la transmisora de la vida en portadora de muerte. Eva fue imagen de Dios en igualdad con el hombre; genera y cuida la vida y la naturaleza. Por eso en algunas culturas es representada con el símbolo de la naturaleza porque ella la cuida y está en armonía con ella. La gran misión de todas las Evas en la diferentes áreas es dar vida.

En Eva también quisiéramos reflexionar sobre una VISIÓN HISTÓRICA DE LA MUJER, veamos:

La mujer se ha ubicado en una realidad de opresión y discriminación en el campo histórico que ha traspasado todas las clases sociales, marcada siempre por una cultura llamada patriarcal en la antigüedad y machista en el mundo moderno. Esto compromete a hombres y también mujeres y  tiene manifestaciones particulares en todas las áreas: la economía, en la política, la vida familiar, la vida social y la espiritualidad o el mundo religioso, en la estructura psíquica, en el manejo de los afectos y en el disfrute sexual.
Las mujeres han constituido un grupo social llamado “relegado”, han sufrido las experiencias históricas de una posición siempre secundaria dentro de la sociedad; marginadas de la vida pública, desconocida  su personalidad jurídica por el estado, restringida al ámbito hogareño, a la crianza y educación de los hijos, a las tareas de la economía familiar. Algunas mujeres inconformes que han progresado y avanzado se les ha llegado a considerar por las mismas mujeres como rebeldes, revolucionarias; a Dios gracias muchas de ellas por su inconformidad y compromiso cristiano han salido del montón, han marcado algunos pasos en el cambio, sin que deje de afirmarse que en muchos campos la posición de la mujer sigue igual. El mundo de la economía, la política, la sociología, hasta lo han denunciado, pero parecería que la realidad de la mujer es la misma. La misma iglesia en algunos momento ha reflexionado en este tema de la mujer y ha expresado cosas tan ciertas que suenan tan bonitas, pero que en la práctica como que no se ven. La Iglesia habla que: “Ya no hay hombre ni mujer pues todos somos ahora uno en Cristo (Gálatas 26,29). Con esto no queremos dejar de reconocer el gran aporte  que la iglesia ha prestado a la promoción de la mujer, sobre todo con mensajes motivadores y documentos bellísimos que han ayudado a tomar conciencia de la igual dignidad de la mujer en relación con el hombre, de sus derechos y de su misión concreta en la iglesia y en la sociedad. Hoy se difunden diversas proposiciones reduccionistas sobre la naturaleza y misión de la  mujer, ideologías, filosofías o teologías con las cuales hay que tener un poco de cuidado. Creo que es muy importante y necesario también definir bien lo que hoy tanto se menciona sobre el tema de equidad de género. Sí, se espera la libertad de las estructuras sociales que excluyen y oprimen a la mujer, pero ojo no libertinaje, no seguirla poniendo como enfrentada al hombre, considerándolo como su rival y verdugo, cuidado que el remedio puede ser peor que la enfermedad. Hoy se está dando un fanatismo y sectarismo con algunos movimientos feministas que están resultando peores a lo que el machismo ha sido con el hombre. Hablar de equidad es hablar de complementariedad, simplemente somos iguales, nos necesitamos, somos complemento el uno para el otro; por favor no le sigamos el juego a esta guerra tan sucia del género que se vive hoy en día. Seamos sensatos, equilibrados y no fanáticos. De eso se tratan estas reflexiones, que reconociendo el lugar de exclusión en que ha sido sumergida la mujer en la historia, a la luz de la Palabra del  Señor, con algunos rostros de mujer bíblicos podamos ubicarla en el lugar que el Señor la colocó.   

“MUJER,  FUERZA, GENERADORA DE VIDA”

               .            
ORACIÓN DEL DÍA
Al comenzar este nuevo año y mes, nuestra oración se eleva a ti  para seguir agradeciendo, por toda tu bendición y bendiciones a lo largo del año que acaba de terminar. Bendito seas  Señor y gracias por este nueva navidad que nos has regalado. Gracias por este nuevo tiempo de bendición que estamos iniciando. Una vez más nos abandonamos en ti, y te consagramos este año 2017. Queremos confiadamente ir tras de ti seguros que tu promesa de vida para este nuevo año se cumplirá. Creemos firmemente que en este año nos encontraremos con la promesa que nos has declarado en tu Palabra, y que viviremos: “Un nuevo Año de encontrar y vivir la bendición tras bendición”. Juan 1,16
Gracias Señor por este Día a Día con tu Palabra, que seguimos colocando en la dirección de tu Espíritu, para que a través de este, sigamos naciendo y creciendo en tu camino de vida y bendición. Que tú mismo Espíritu nos coloque en sintonía, vivencia y servicio con el tema que en este año queremos reflexionar: “La Misericordia con rostro de mujer”. Que desde la espiritualidad de la vida, es decir de Eva en este mes podamos seguir descubriéndonos como mujeres y hombres de fuerza que generan y comparten la vida. Gracias Dios Padre y madre de la vida por este nuevo comenzar, gracias por todas las buenas noticias que en este día, mes y nuevo años traerás, a nuestras vidas, familias y pequeñas comunidades. Amén.

ORACIÓN DE LA NOCHE
Buen Dios Señor de la vida y de la historia, a esta ahora queremos venir en busca de tu presencia para darte gracias, alabarte y bendecirte por todo lo vivido durante este día. Quizás muy a pesar de las dificultades y adversidades que hemos tenido, hemos experimentado tu bondad y tu compañía. Gracias por infundir tu Espíritu de ánimo, fortaleza y esperanza en cada una de las situaciones que hoy tuvimos que enfrentar. Síguenos ayudando a seguir experimentando tu luz y tu guía, y a seguirnos haciendo a través de  Espíritu Santo, luz y camino para todos los que nos rodean y especialmente los que no te conocen. Ayúdanos a seguir dominando y controlando nuestra naturaleza humana que tanto se equivoca.
Te entregamos a esta hora nuestro descanso, Padre y Madre misericordioso para que a través del sueño Tu sigas reparando nuestras fuerzas cansadas y debilitadas. De antemano empieza a tomar el nuevo día que nos espera mañana, y que en ti podamos encontrarle sentido a todo lo que hagamos y nos atrevamos a ser  felices, y a hacer felices a los demás. Amén          


Domingo 01 de Enero de 2017


“UN AÑO NUEVO DE GRACIA Y DE BENDICIÓN”

PRIMERA LECTURA
NÚMEROS 6-22-27

“Invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré”

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: "Diles a Aarón y a sus hijos que cuando bendigan a los israelitas lo hagan de esta manera: 'Que el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor te mire con agrado y te muestre su bondad; que el Señor te mire con amor y te conceda la paz.'
"Así ellos pronunciarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

La primera lectura de hoy nos trae una bendición, pero sobre todo nos enseña a bendecir. No es un acto trivial ni una simple costumbre social; es nuestro modo de acoger en cada aspecto de la vida al Dios de la alianza. Nuestras bendiciones mutuas son prenda de la bendición del Señor.
Podemos sintetizar los buenos deseos de esta hermosa bendición del libro de los Números en tres aspectos, que son también los mejores deseos para el año que empieza: protección, amistad con Dios y paz. Defendidos del mal y fortalecidos en el bien: este es rostro de la raza bendecida.

La bendición bíblica, que han popularizado especialmente los frailes franciscanos, no habla directamente de la amistad con Dios, sino del resplandor de su rostro, la cercanía de su favor y benevolencia. Una vida bendecida va acompañada del brillo del rostro de Dios y de una cálida proximidad a su amor y su bondad. Corresponde, pues, a lo que solemos llamar "permanecer en la gracia de Dios".

Bendigamos hoy al Señor por todo lo que hemos vivido hasta ahora, y por el nuevo año que pone ante nuestros ojos: nuevos días por delante, nuevas oportunidades, tiempo a nuestra disposición... Alabemos al Señor por la misericordia que ha tenido con nosotros hasta ahora. Y también porque nos va a permitir ser también nosotros una bendición en este nuevo año que comienza: bendición para los hermanos y bendición para Dios mismo. Año nuevo, vida nueva, Bendición de Dios.

SALMO RESPONSORIAL: 66
R: El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R.

OREMOS CON EL SALMO
La recolección de la cosecha es motivo para invitar a todos los pueblos a dar gracias a Dios. La providencia de Dios se extiende a todas las criaturas, a todos los pueblos. Todos experimentan los frutos de su bondad.   

SEGUNDA LECTURA
GÁLATAS 4,4-7

“Envió Dios a su Hijo nacido de una mujer”

Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios. Y porque ya somos sus hijos, Dios mandó el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones; y el Espíritu clama: "¡Abbá! ¡Padre! Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El tema de que trata esta carta es la relación entre la filiación divina y la de la libertad del hombre.  Pablo hace un discurso pedagógico en el que nos muestra esa liberación en la plenitud de los tiempos por medio de la persona de Cristo. El nacido de mujer y bajo la ley nos da la plenitud de la libertad y nos da la condición de hijos, el hombre se encuentra ahora frente a una persona: Cristo el cual, siendo como es Hijo de Dios, no podría ser esclavo. Quien quiera que se adhiere a Él por los lazos del Espíritu se convierte en hijo adoptivo y, por tanto, heredero de un mundo nuevo en el que todo es don y libertad.
Ha aparecido la bondad de Dios en Jesús, y es hora de gran alegría, para hacer saber al mundo -y a la creación misma- que Dios ha florecido en nuestra tierra y todos somos depositarios de esa herencia de felicidad.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 2,16-21

“Encontraron  a María, a José y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús”

Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores. María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había dicho.
A los ocho días circuncidaron al niño, y le pusieron por nombre Jesús, el mismo nombre que el ángel le había dicho a María antes que ella estuviera encinta.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:

Jesús no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino, muy en la línea de Lucas, entre los pequeños y los humildes; como los pastores de Belén, eran en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Pero María, la madre, «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a dar testimonio delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.

La invitación es que sigamos viviendo en tiempo de Navidad, tiempo en el que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño familiar... se nos hacen más palpables que nunca. La ternura de Dios hacia nosotros, que se expresó en el niño de Belén, inunde nuestra vida. Dejemos recalar estos sentimientos en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año.

Al comenzar el año, al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar y rectificar. Feliz año para todos y que sea lleno de bendiciones.

ORACIÓN

Gracias Señor por la oportunidad de vida que nos concedes hoy al iniciar un nuevo año, gracias por tu bendición para con nosotros, que podamos con nuestra vida, con nuestros labios, con nuestra presencia y nuestro actuar ser bendición también para todo aquel que encontremos en el camino. Te entregamos Señor, nuestra vida, nuestra familia todos nuestros sueños nuestro planes para este nuevo año 2017 y queremos antes que nada sujetarlos a tu voluntad. Amén.

“Ser más humanos(as) y solidarios(as), firme propósito para el 2017”.


Lunes 02 de Enero de 2017


“PERMANECER EN CRISTO, LE DA EL NORTE A LA EXISTENCIA HUMANA”


PRIMERA LECTURA
1JUAN 2,22-28

“Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros”

Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa- según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Desde la óptica de Juan hay una verdad que es la más grande del mundo. Esa verdad está en  Cristo, en cuanto, en esa carne hemos visto, oído y palpado la revelación que Dios nos ha dado de su amor y su salvación. Según esto, la gran mentira es negar esa revelación que tiene precio y valor de sangre del Hijo de Dios. Y eso es lo propio del anticristo; eso es lo propio de aquel o aquellos que se oponen al Señor Jesús.

Por eso es fuerte la exhortación: "permanezcan en lo que han oído" (1 Jn 2,24). Es una advertencia severa, que podríamos poner en paralelo con las palabras, también graves, del apóstol Pablo: "Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema" (Gál 1,6-8). Este tipo de advertencias  nos previenen contra las "novedades", un tema que aparece muchas veces en el Nuevo Testamento. El Evangelio es simple, claro, contundente, eficaz; las novedades, que no son profundizaciones sino que pueden ser traiciones al Evangelio,  tratan más de seducir que de salvar, tratan de confundir y no de guiar, pueden  acariciar nuestra conducta pero no la deben cambiar.  


SALMO RESPONSORIAL: 97
R. / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este es un canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y de la historia. El despliegue del poder salvador de Dios llega a su punto culminante en la encarnación de su Hijo y en la victoria de este sobre la muerte y el pecado.  

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,19-28

“En medio de vosotros hay uno que no conocéis”

Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: "¿Tú quién eres?" Él confesó sin reservas: "Yo no soy el Mesías." Le preguntaron: "¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?" Él dijo: "No lo soy." "¿Eres tú el Profeta?" Respondió: "No." Y le dijeron: "¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?" Él contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías."

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?" Juan les respondió: "Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia." Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Los jefes judíos conocen bien la misión que realiza Juan el Bautista en la orilla del río Jordán. Están preocupados y deciden interrogarlo. La respuesta de Juan es clara y contundente: no es el Mesías, ni Elías, ni el profeta; es simplemente una voz que grita en el desierto, que invita a la conversión; administra un bautismo con agua como anticipación del nuevo bautismo que implantará el Mesías. Su misión es la de anunciar y preparar el camino.

Juan con su misión nos muestra cuál ha de ser nuestra propia misión: ser anunciadores y mensajeros de Buenas Noticias que hagan visible el amor, la justicia y la paz de Dios en medio de los hermanos. Los cristianos tenemos la responsabilidad primera de preparar el corazón del mundo para que pueda escuchar la voz de Dios. Si los cristianos no ofrecemos nuestra vida, nuestras comunidades y nuestras Iglesias para hacer un mundo nuevo, ¿cómo podrá entonces conocer el mundo el proyecto de Jesús? Esto lo hacemos como servidores, excluyendo toda arrogancia de poder o de creernos los únicos responsables en la construcción de un mundo mejor.

ORACIÓN
Gracias Señor por este nuevo día, por tu amor y bendiciones. Que a lo largo de este nuevo año que comienza podamos dar a conocer tu presencia en nuestra vida a los demás por medio de nuestro propio testimonio. Amén.

“A Jesús se debe dar a conocer con firmeza y valentía”


Martes 03 de Enero de 2017


“PERMANECER EN LA SANTIDAD DE DIOS”

PRIMERA LECTURA
1JUAN 2,29-3,6

“Todo el que permanece en él no peca”

Queridos hermanos: Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.  Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley. Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado. Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no le ha visto ni conocido. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Si hay algo característico de nuestra fe cristiana, ya desde su profunda raíz en el pueblo de Israel, es esa conciencia del tiempo como una flecha que apunta a la realización de un designio. Para nosotros el tiempo tiene una dirección. Nuestra vida no es una brizna en medio de la tormenta. Pasado significa promesa; presente significa primicia; futuro significa plenitud. En la primera lectura de hoy es clara esta secuencia. Escribe el apóstol: "consideren el amor tan grande que nos ha demostrado el Padre" (1 Jn 3,1); ello corresponde al pasado; luego dice: "ahora somos ya hijos de Dios" (1 Jn 3,2); eso alude al presente; por último añade: "seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es" (1 Jn 3,2), nos vaticina el futuro.
El amor manifiesto se convierte en una promesa. Es un cheque a nuestro favor; es el anuncio de algo maravilloso que no esperábamos, que no merecíamos, que no podíamos describir siquiera. Ese amor se traduce en un presente cargado de noble dignidad: somos hijos de Dios. De allí brotan todos nuestros derechos y deberes. Pero no es ello todo, sino solo la primicia de algo mayor aún: seremos semejantes a él. Es la plenitud. El tiempo tiene una dirección y esa dirección apunta hacia la plenitud con Él.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R. / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

Tañed la citara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

OREMOS CON EL SALMO
Se le ha dado a  este salmo varios títulos, tales como “El Juez de la Tierra” o “Canto de alabanza a Dios después de la victoria”. Está inspirado en el libro de Isaías (cap. 56-66). Una victoria del pueblo sirve de ocasión al poeta para dirigir a las naciones toda una invitación para que vengan  cantar a Dios, reconociendo su poderío y su fidelidad a las promesas hechas a su pueblo. A pesar de su brevedad incluye este salmo dos fragmentos   de distinta procedencia: acción de gracias por su liberación y anuncio del reino de Dios.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,29-34

“Éste es el Cordero de Dios”

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."

Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios." Palabra del Señor. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Juan Bautista concluye su ministerio como discípulo y testigo ejemplar al declarar: “Yo lo he visto y atestiguo que Él es el hijo de Dios”. Juan presenta su confesión solemne revelando la identidad mesiánica de Jesús. Con esta afirmación se disipan las dudas del Pueblo de Dios y el Evangelista invita a recorrer el itinerario discipular a todas las personas que desean seguir a Jesús: Cordero que quita el pecado del mundo, que da vida, entregando la suya. La confesión de Jesús como Mesías, no nace de la palabra sino del encuentro, del conocimiento, de la experiencia, como bellamente lo recordó el papa Benedicto XVI: “la fe en Jesucristo nace de un encuentro personal con ÉL”. La fe en el Cordero de Dios se traduce en obras. Por medio del bautismo, Jesús como Cordero e Hijo de Dios y la acción del Espíritu Santo, nos purifica, nos sana y nos capacita para reconocer y dar testimonio “cuánto amor nos ha tenido el Padre, que nos llamamos y somos Hijos de Dios”.

ORACIÓN
Gracias Señor por que de nuevo nos permites encontrarnos contigo a través de tu Palabra. Que podamos reconocernos como hijos (as) tuyos (as) y los demás lo noten viendo en nosotros la práctica de la justicia, amor y misericordia, sobre todo por los más necesitados. Amén.


“Se requiere una relación personal con Dios para conocer su voluntad”

Miércoles 04 de Enero 2017


“SOMOS DE DIOS Y PARA DIOS”

PRIMERA LECTURA
1ª JUAN 3,7-10

“Nacidos de Dios”

Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano. Palabra del Señor.


REFLEXIÓN
Ya el Evangelio de Juan nos había hecho el maravilloso anuncio: los que acogen la Palabra reciben poder llegar a ser hijos de Dios (Juan 1,12). Es muy importante para este apóstol que descubramos nuestra vocación: hemos nacido de Dios.
El propósito del pasaje de hoy es que descubramos cómo el ser y el obrar necesariamente van de la mano. El obrar sigue al ser. Si nuestro ser tiene su fuente en Dios, porque de él hemos nacido, nuestro obrar sigue al obrar de Dios, a la forma en que Él lo hace. Juan nos escribe: "que nadie los engañe; el que hace la voluntad de Dios es justo, como él es justo".
Cuando Juan dice: "que nadie los engañe" es porque sabe de buena fuente que hay quien engaña. Y el engaño también lo podemos conocer: en aquel tiempo se trataba de una especie de secta, tal vez en proceso de formación, y a si mismo lo vemos en muchas corrientes ahora, que enseñan entre otras cosas que nuestra conducta no importa realmente, mientras mantengamos una especie de luz o de conocimiento sublime y celeste en nuestra mente. Nos dice que la conducta es asunto de cosa humana o carnal y lo carnal no importa. Por consiguiente, lo que hagamos con nuestra conducta tampoco importa.
Pero claro que importa, importa la conducta en la vida de cada día. Si te olvidas de la conducta no sólo niegas el misterio de Aquel que "se hizo carne", sino que niegas su mayor principio: el amor.

SALMO RESPONSORIAL: 97
R: / Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.

Al Señor, que llega para regir la tierra.
 Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.


LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,35-42

“Hemos encontrado al Mesías”

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscáis?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Venid y lo veréis." Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)." Palabra del Señor.


REFLEXIÓN:
Cada persona y cada grupo reaccionan de manera distinta ante el llamado profético de Juan Bautista y de Jesús de Nazaret. Así como el llamado de Juan Bautista había puesto en evidencia las verdaderas intenciones del pueblo sencillo y la oposición de las autoridades religiosas, así el encuentro con Jesús revela las intenciones de sus discípulos. Por el testimonio de Juan los dos primeros discípulos reconocen a Jesús como Maestro, y luego lo proclaman como Mesías; Pedro tendrá que hacer un recorrido más largo.

Los que reconocen a Jesús, tan pronto como tarde, deberán preguntarse constantemente: ¿qué significa este encuentro para mí?, ¿cómo afecta mi vida?, ¿qué debo hacer para responder al llamado de Jesús que me dice “ven y verás”? Encontrar a Jesús significa reconocerle como ‘maestro de vida’ o Rabí; interpretar su mensaje en términos de seguimiento; aceptar que compartimos su misión. Respondemos a su llamado acudiendo a los lugares donde Él vive y actúa. Nos transformamos en mensajeros suyos cuando aceptamos nuestra condición de ‘ungidos para la vida’, que es lo que realmente significa nuestro nombre de cristianos.

ORACIÓN
Buen Dios, hoy queremos que tú seas  la luz que brilla en las tinieblas de nuestros problemas,  de nuestros sufrimientos, de nuestras dificultades; te pedimos que tu nos des vida, a través de  tu Espíritu y tu Palabra, y que podamos levantarnos y ayudar a los que amamos,  a los que nos rodean, a salir también de las tinieblas en que se encuentran. Amén.
--

“Identifica quién maneja tus emociones y es el centro de tu vida”

Jueves 05 de Enero de 2017


“¿CUÁL ES NUESTRA CONFESIÓN DE FE?”


PRIMERA LECTURA
1JUAN 3,11-21

“Hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos”

Queridos hermanos: Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas. No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.

Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Palabra del Señor.


REFLEXIÓN
En la Primera Carta de Juan, que venimos meditando, hay una analogía profunda y muy fecunda entre la verdad de Cristo y la verdad de la vida cristiana. Una imagen de Cristo como una especie de idea, o de luz inmaterial, o de portador de un conocimiento,  era lo que predicaban los herejes a los que combate el apóstol Juan en esta carta. Porque no debemos pensar que este apóstol escribió este mensaje sólo como una meditación sabrosa sobre el amor,  aunque tanto se mencione el amar en sus capítulos. Esta carta proviene de un contexto de polémica, y la polémica es con aquellos que querían mirar la revelación cristiana como una especie de precioso relato o de brillantísima teoría. Frente a ellos, Juan presenta lo que ha "tocado." No arguye desde una solidez de razones ni desde una explosión de emociones sino desde la fe que brota un Jesús crucificado y realmente glorioso.  La verdad de la  Encarnación es de tal modo central en esta Carta, que probablemente sea esa la razón fundamental para que la Iglesia nos invite a meditarla en la Navidad, cuando Jesús hecho  hombre, el Hijo de Dios, está ante nuestros ojos y nuestro corazón.

SALMO RESPONSORIAL: 99
R. / Aclama al Señor, tierra entera.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

"El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades." R.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 1,43-51

“Tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel”

En aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice: "Sígueme." Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Jesús ha comenzado su misión llamando a personas interesadas por su propuesta alternativa de formar comunidad. Natanael representa al pueblo Judío que sigue anclado en sus categorías del pasado y cuyos miedos y prejuicios hacia otras personas no les permite ver la presencia de Dios. Jesús alaba a Natanael como modelo de Israelita y lo conecta con la higuera del pueblo de Israel: “Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a sus padres” (Os 9,10). Cuando Natanael se siente interpelado en las categorías judías que conoce, es que “confiesa” a Jesús como Maestro, quién anuncia una misión abierta a todas las personas que sean capaces de abrirse a otras realidades. Jesús nos llama ahora y nos convoca para su seguimiento. A veces preferimos sentarnos bajo la “higuera” del confort, que adentrarnos al discipulado de Jesús. Nuestros miedos y prejuicios hacia otras personas nos coloca del lado de Natanael, y no de la propuesta abierta de Jesús. ¿En qué lugar queremos ubicarnos nosotros hoy?

ORACIÓN
Señor, Tú que  te revelas día a día a nosotros y a tantas personas en el camino, permite que no seamos indiferentes a tu llamado, ni a tu voluntad, danos de la fuerza de tu Espíritu Santo, para abrir nuestra mente, nuestro corazón y con decisión y valentía seguirte y construir tu propuesta de amor. Amén.


“Nuestra fe debe ir más allá de normas y costumbres”

Viernes, 06 de Enero de 2017


“BAUTIZADOS EN EL ESPÍRITU SANTO”

PRIMERA LECTURA
PRIMERA DE JUAN 5,5-13

“El espíritu el agua y la sangre”

Queridos hermanos: El que cree que Jesús es el Hijo de Dios, vence al mundo. La venida de Jesucristo quedó señalada con agua y sangre; no solo con agua, sino con agua y sangre. El Espíritu mismo es testigo de esto, y el Espíritu es la verdad. Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Aceptamos el testimonio de los hombres, pero el testimonio de Dios es de mucho más valor, porque consiste en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, lleva este testimonio en su propio corazón; el que no cree en Dios, lo hace aparecer como mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Este testimonio es que Dios nos ha dado vida eterna, y que esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo de Dios, tiene también esta vida; pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene. Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Vamos llegando al final de la carta de Juan, aunque hemos pasado por diversos matices, el tema ha sido el mismo y terminará del mismo modo como empezó. Jesús ha venido a este mundo apoyado por los testimonios de Dios. El que cree en el Hijo, cree en Dios y tiene el testimonio de Dios. El testimonio, para Juan, con su lenguaje simbólico, es triple; el Espíritu, el agua y la sangre. Este Jesús, en quien creemos, es el bautizado por el Bautista en el agua del Jordán, con el Espíritu sobre él, y el que al final de su vida derramó su sangre en la cruz, y luego fue resucitado por ese mismo Espíritu. Agua y sangre que son certificadas siempre por el Espíritu, el maestro y el garante de toda fe verdadera. Por eso tenemos que creer, el testimonio de Dios sobre Jesús de Nazaret. Pero lo principal es lo que sucede a los que creen en el Enviado de Dios: vencen al mundo y tienen la vida eterna.

SALMO RESPONSORIAL: 147
R./Glorifica al Señor, Jerusalén.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Ha puesto paz en tus fronteras,
 te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
 y su palabra corre veloz. R.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.

OREMOS CON EL SALMO 
Este salmo propone un canto de acción de gracias por la paz y la prosperidad de Jerusalén, y, sobre todo, por haberle dado el Señor la Ley por la que se distingue de todas las naciones, y que es prueba de la predilección divina por Israel. Los israelitas tienen una obligación especial de entonar alabanzas al Señor por haber fortalecido las murallas de la ciudad reforzando los cerrojos de sus puertas y difundiendo sus bendiciones sobre sus habitantes.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 1,7-11

“Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto”
En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo." Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la epifanía o manifestación de Jesús el misterio se revela: ¡Jesús es el hijo amado y predilecto de Dios! Los cielos que antes estaban cerrados por el odio, la envidia, el egoísmo y la injusticia, quedan abiertos por el amor de Dios, manifestado en Jesús, a todos los pueblos, a todas las personas, a toda la creación. En la epifanía de Jesús, la comunidad cristiana tiene un motivo de profunda alegría para celebrar, compartir y sentirse familia de Dios. El Dios de Jesús no solo se revela, sino que se hace persona y entra en intimidad con toda la creación. Agua, cielos, desiertos, camellos, palomas, personas y pueblos pueden sentirse amados, queridos, confortados y cuidados por el Dios que ama. El Dios que hablaba en el misterio y en el silencio, ahora se deja ver, tocar y oír para continuar diciéndonos: “Tu eres mi hijo amado, tu eres mi hija predilecta”. Estas palabras maternales deben recordarnos que por medio de nuestro bautismo, somos y pertenecemos al Dios de Jesús.

ORACIÓN
Gracias, Señor por sumergirnos en tu amor y proyecto de vida. Que no nos hagamos llamar cristianos simplemente por una tradición, doctrina o ritual vacío; sino porque a pesar de nuestras imperfecciones y limitaciones, te hemos dado oportunidad a ti en nuestra vida para que la acontezcas y la transformes. Amén  


“Somos personas llamadas a dar frutos de fe y de vida”