lunes, 1 de febrero de 2016

FEBRERO 2016

“LA FALTA DE PERDÓN ENVENENA EL ALMA”

Cuantas veces no hemos escuchado, esta frase: “A esta persona no la pienso perdonar nunca, no se lo merece”. Afirmación que parece sonar satisfactoria, cuando en verdad es una intoxicación que poco a poco nos va envenenando el alma, por guardar rencor. Pensamos que negando el perdón a quien nos ofendió, tomamos venganza de esa persona y lo mantenemos preso en nuestra decisión de no perdón;  como pensamos que no se lo merece, simplemente lo estamos amarrando a nuestro rencor. Muchos vivimos cargando en nuestra cartera o bolso emocional un sinnúmero de cargas pesadas de personas que nos lastimaron, eso hace cada vez más lento y pesado  nuestro andar. Algunos corren la carrera de la vida con tantas cadenas, de odio, resentimiento, que se quedan atrás y no logran avanzar en su vida, y alcanzar la gracia o bendición que Dios les tiene preparada.  De ahí el acertado comentario de la carta a los Hebreos en su capítulo 12: “Si queremos seguir corriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante necesitamos despojarnos de la carga pesada que nos estorba, especialmente del pecado que nos asedia”. La falta de perdón es la raíz profunda de muchas situaciones de amargura, tristeza, depresión y muchas enfermedades mentales y hasta físicas. Perdonar, es quedar libre, sentirme libre. El que no perdona es el que sufre, y nunca el ofensor. Eres tú el que estas preso y sigues atado si no perdonas, y no la persona a la que le niegas el perdón.  Deja hoy mismo tu bolso o cartera pesada por el resentimiento a los pies de aquel que supo perdonar tu ofensa, mi ofensa, y corramos libremente con paciencia hasta llegar a la meta. No sigas haciendo esa contabilidad peligrosa, de seguir llevando un registro exhaustivo de cada ofensa que has recibido. Puedes comprender que te sea difícil perdonar sino puedes ser perdonado por Dios. Si ese es hoy tu caso, urgentemente, acércate a Dios, pídele perdón, experimenta su inmenso amor misericordioso; pídele que en su Espíritu te de la fuerza y decisión para perdonar. Es increíble que conociendo los beneficios que trae el perdón todavía haya personas que se niegan a dar ese paso sanador y liberador, sólo porque no quieren dejar de odiar. Es como lo que decía alguien alguna vez: Estrellar la cabeza contra la pared y esperar que le duela al otro. NO, el único lastimado siempre serás tú, si no quieres dar el paso del perdón.  El primer bendecido al optar por el perdón eres tú. Así que a partir de hoy, “Anota las ofensas emocionales en la arena y las bendiciones espirituales en la roca”. Cuando sientas ganas de odiar y de vengarte recuerda o mira a Jesús en la cruz, allí encontrarás una fuerza maravillosa para derrotar el rencor y el odio; en la cruz encontraremos la verdadera sanación y liberación.

“LA FALTA DE PERDÓN, ES COMO TOMAR EL VENENO Y ESPERAR QUE EL OTRO SEA EL QUE MUERA”

Bendiciones para tu vida, tu familia y tu comunidad, en torno a este tema, para este nuevo mes.

Roberto Zamudio          

PROMESA BÍBLICA DEL MES

“ Y perdónanos,  como nosotros también perdonamos a nuestros deudores.” 

Lucas 11,4


ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
Buenos días Dios de la vida. Llegando al segundo mes de este año  no podemos dejar de darte gracias por todas las vivencias que nos has permitido tener. Sentimos y experimentamos que estás aquí, en nuestra realidad, acompañándonos en todas nuestras circunstancias y llevándonos a  reflexionar los frutos de la Misericordia, para nuestro crecimiento como hijos(as) tuyos(as). Nos damos cuenta  que el amor, es la base de la existencia humana, es la única y verdadera religión que Tú creaste.  Ayúdanos a que este primordial fruto que nos permite salir de nosotros mismos y darnos sin medida, que nos lleva a renunciar a nuestros propios anhelos, sentimientos,  necesidades y hasta entregar la vida, por el bien del otro, se desarrolle en nuestro ser, lo necesitamos tanto para transformar nuestras relaciones e ir sembrando paz y armonía. Que cada mañana de este mes también nos ayudes a interiorizar acerca del don del PERDÓN, necesitamos sanar nuestro interior, reconociendo que hemos errado, hecho daño a otros con acciones que no vienen de ti;  y que también otros nos han hecho daño, ayúdanos a curar nuestras heridas y liberarnos de  sentimientos que nos lesionan y lesionan a otros, que seamos capaces de mostrarles tu amor misericordioso, que nos lleva a vivir el verdadero perdón. Gracias Dios, por dirigirnos en este día y andar en nuestro camino. Amén 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA
  Señor, te buscamos en esta noche, con fuego en nuestro corazón. No podemos  dejar de hablarte antes de ir al descanso, necesitamos tanto de ti, de tu ternura, de tu Palabra, de tu Espíritu que nos hace conscientes de los pasos que hoy dimos, de nuestro  pensar,  hablar,  sentir,  actuar y  amar.

Ven Señor y controla todo nuestro ser, sánanos y ayúdanos  a seguir refugiados en ti, con la certeza que eres nuestro amigo y nuestro todo. Te entregamos el dolor y sufrimiento de tantos que tal vez hoy no encontraron consuelo, ni te buscaron para experimentar tu amor misericordioso que da fuerzas y levanta para continuar sin desfallecer, en medio de las dificultades. Trabaja en nosotros y guárdanos bajo tu amparo. Te amamos y nos disponemos para que continúes tu proceso de conversión en nuestra vida y en toda persona que así lo desee. Fórmanos como seres humanos sensibles al dolor y necesidades de los semejantes. Ayúdanos a reconocer nuestras fallas y a ponernos en los zapatos del otro, para que mañana podamos ejercer tu propuesta de amor y reconciliación. Te alabamos, te adoramos, te bendecimos y te damos gracias Señor Nuestro. Sé que velaras nuestro descanso. Amén     


SEGUNDO FRUTO DE LA MISERICORDIA: EL PERDÓN

Reflexionemos en este mes en torno a este fruto nacido de la misericordia que es el perdón. Entendiendo el perdón en la Biblia como un disculpar, no tener en cuenta la ofensa recibida y de hecho eximir de todo castigo la falta cometida. En el Nuevo Testamento la palabra griega que se traduce como perdón significa: “Dejar pasar, no guardar”, como cuando una persona renuncia a una deuda que se le tiene. El Señor Jesús uso esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar: “Perdona nuestras deudas, como nosotros también perdonamos a quienes nos deben” (Lucas 11,4). Recordemos la parábola del esclavo que no mostró misericordia con su deudor, Jesús nos enseña que el perdón es como la cancelación de una deuda (Mateo 18,23-35). Podemos hablar de perdón cuando dejamos de guardar resentimiento y deseo de venganza y no buscamos pedir compensación por el daño que nos han hecho o por la pérdida que hayamos podido sufrir. La madre o fuente de donde nace el perdón es el amor, ya que el amor no lleva en cuenta el daño (1ra de Corintios 13,4-5). El perdón es un don o regalo perfecto que viene de Dios, su origen etimológico es “per : perfecto o ganancia, don : gracia o regalo”.

FALSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PERDÓN

1.      Perdono si olvido: Eso no es verdad, la única manera de olvidar es que le dé a la persona una enfermedad llamada amnesia. No se trata de hacer esfuerzos humanos para olvidar, se trata más bien que aún recordando la ofensa ya no me duele, y no siento deseo de vengarme.
2.      Aprobar siempre la ofensa: La Palabra de Dios no es para  masoquistas, bobos o tontos; es para mansos de corazón pero no para mensos ( Isaías 5,20).
3.      El verdadero perdón nacido del amor misericordioso, siempre es educativo y correctivo. No puedo seguir actuando como si el ofensor no hubiera cometido la ofensa. Te perdono o pido perdón pero si enseño y aprendo la lección y corrijo. Dios perdonó al rey David sus “graves pecados”, pero no lo libró de la corrección y consecuencias de su pecado ( 2Samuel 12,9-13).
4.       Dejar que los demás se sigan aprovechando de uno. Por ejemplo pensemos en un caso que puede ser muy real y de moda: Le presto un dinero a alguien, que es un mal administrador y mala paga, que de antemano sé que no me va a pagar; así  no estoy edificando a la persona sino que le estoy haciendo el mal de crearle más deudas, de atarlo cada vez más. Esta persona se siente esclavizada por las deudas, quizás hasta llega a reconocerlas, puede llegar hasta pedirme perdón. Nosotros podríamos o tendríamos que  perdonarlo, es más, en este que es el año de la Misericordia lo haríamos por amor venido de Dios, y más si se trata de un familiar, con mayor razón, podríamos hasta olvidar o cancelar la deuda por completo; pero esto no significaría estar otra vez dispuestos a prestarle en el futuro, si de verdad tenemos la sabiduría venida de Dios, ya que le causaríamos más daño. ( Proverbios 14,15; 22,3; Gálatas 6,7).     
5.      Perdonar sin una base sólida: Dios no perdona a quien no reconoce su error, se arrepiente y busca enmendar o resarcir el daño ocasionado (Proverbios 28,13; Hechos 26,20; Hebreos 10,26: Salmo 139,21).

HERRAMIENTAS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A PERDONAR

1.      Recordar  lo que implica perdonar, considerar lo que sucedió, no negar que nunca pasó; sencillamente recordándolo, teniéndolo en cuenta que lo pasamos por alto.
2.      Pensar en lo beneficios que trae el perdón:  Dejar de sentirnos enojados, con deseos de venganza, perder la calma y la paz.  El perdón verdadero como lo decíamos antes viene o es nacido de Dios, entonces de tal manera, definitivamente se convierte en toda una medicina sanadora, restauradora y liberadora, que nos hace más felices (Proverbios 14,20; Mateo 5,9). Y quizás lo que es más importante: “Perdonar es imprescindible para que Dios me perdone a mí” (Mateo 6,15).
3.      Ser más comprensivos: Todos somos imperfectos (Santiago 3,21). Si deseamos que los demás perdonen nuestros pecados, nosotros también perdonemos a los otros (Mateo 7,12).
4.      Si entendemos que ninguno de nosotros somos perfectos, seamos más tolerantes con el otro, más, si el error es de poca importancia, pongamos en práctica el siguiente consejo sabio de la Biblia: “Sopórtese unos a otros” (Colosenses 3,13).
5.      No reciclemos o guardemos las ofensas que se van a convertir cada vez en heridas más profundas; actuemos con la medicina del perdón de inmediato (Efesios 4,26-27)   
ALGUNOS TEXTOS BÍBLICOS PARA REFLEXIONAR SOBRE EL PERDÓN     

-          Efesios 4,32
-          Mateo 6,14
-          Colosenses 3,13
-          2da Crónicas 7,14
-          Miqueas 7,18
-          Salmo 86,5
-          Proverbios 17,9
-          Hechos 13, 35-39
-          1ra Juan 2,2
-          Efesios 1,7
-          Hechos 2,38

En síntesis el perdón nace del amor; y el amor viene de Dios, total sin Dios no se puede o es imposible perdonar. El gran reto del creyente en Dios para todos los tiempos es: “VIVIENDO EL AMOR MISERICORDIOSO DE DIOS ATREVERNOS A PERDONAR, CONVIRTIENDO ESE AMOR-PERDÓN EN SERVICIO A LOS DEMÁS”. No hay color político, ideología, filosofía, credo, doctrina, religión, más veraz y segura que me lleve al camino directo, a la verdadera felicidad que estas tres acciones.    

           

Lunes 1 de Febrero de 2016


“NUESTRO DIOS: FUENTE DE VIDA Y LIBERTAD”

PRIMERA LECTURA

2 SAMUEL  15,13-14.30;16,5-13a
“Huyamos de Absalón. dejad a Semeí que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor”

En aquellos días, uno llevó esta noticia a David: "Los israelitas se han puesto de parte de Absalón." Entonces David dijo a los cortesanos que estaban con él en Jerusalén: "¡Ea, huyamos! Que, si se presenta Absalón, no nos dejará escapar. Salgamos a toda prisa, no sea que él se adelante, nos alcance y precipite la ruina sobre nosotros, y pase a cuchillo la población." David subió la Cuesta de los Olivos; la subió llorando, la cabeza cubierta y los pies descalzos. Y todos sus compañeros llevaban cubierta la cabeza y subían llorando. Al llegar el rey David a Bajurín, salió de allí uno de la familia de Saúl, llamado Semeí, hijo de Guerá, insultándolo según venía. Y empezó a tirar piedras a David y a sus cortesanos -toda la gente y los militares iban a derecha e izquierda del rey-, y le maldecía: "¡Vete, vete, asesino, canalla! El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino."
Abisay, hijo de Seruyá, dijo al rey: "Ese perro muerto, ¿se pone a maldecir a mi señor? ¡Déjame ir allá, y le corto la cabeza!" Pero el rey dijo: "¡No os metáis en mis asuntos, hijos de Seruyá! Déjale que maldiga, que, si el Señor le ha mandado que maldiga a David, ¿quién va a pedirle cuentas?" Luego dijo David a Abisay y a todos sus cortesanos: "Ya veis. Un hijo mío, salido de mis entrañas, intenta matarme, ¡y os extraña ese benjaminita! Dejadlo que me maldiga, porque se lo ha mandado el Señor. Quizás el Señor se fije en mi humillación y me pague con bendiciones estas maldiciones de hoy." David y los suyos siguieron su camino.  Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Alguien dijo que vivir es preparar y construir lo mejor y saber soportar y superar lo peor. Algo así nos cuenta la primera lectura de hoy: David pasa por uno de los momentos más agrios y difíciles de su reinado, y soporta con admirable paciencia y espíritu de fe la humillación pública y el insulto de Semeí.  No es lo único malo que le sucedía al rey por aquella época. Su propio hijo, Absalón, se había declarado en guerra contra él, y también en esto David se muestra particularmente humilde y prudente. La actitud de David es huir de Absalón, sin hacer valer ni su propia hombría y fuerza, ni su calidad de rey en ejercicio.
No siempre hay que huir ni todo insulto hay que aguantarlo pero David nos está enseñando hoy algo. Tal vez lo más importante es: antes de reaccionar, piensa bien las cosas y pide a Dios que te muestre, que te ilumine qué te quiere decir con lo que te está sucediendo. Algunas cosas son desafíos que hay que enfrentar con coraje; otras son lecciones que hay que recibir con docilidad.
SALMO RESPONSORIAL: 3
R./Levántate, Señor, sálvame.

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
"Ya no lo protege Dios." R.

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito, invocando al Señor,
Él me escucha desde su monte santo. R.

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
La confianza en el amor de Dios se hace más desinteresada cuando nos parece que Dios está lejos, cuando pensamos tener razones para desconfiar, cuando nos falta el apoyo de las cosas humanas. Jesús nos invita a confiar siempre en la bondad y el amor de Dios nuestro Padre.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 5,1-20

“Espíritu inmundo, sal de este hombre”

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos." Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país. Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

La “otra orilla” representa un desafío para Jesús y sus discípulos. Mientras la orilla occidental está ocupada principalmente por población Judía con poca presencia de gente griega y siria, la otra orilla oriental está ocupada casi exclusivamente por población extranjera, que tiene una religión distinta a la de Israel. La distancia mayor no es la geográfica, sino la distancia cultural y religiosa. Allí Jesús enfrenta una opresión mayor, representada por una legión. El hombre agobiado por este mal es incapaz de ubicarse en el ámbito de los vivos y prefiere la compañía de los muertos. La acción de Jesús lo libera, no sin antes hacer recaer el castigo sobre los cerdos, símbolo del culto a los dioses paganos y a la violencia institucional romana. La liberación sólo se completa cuando el hombre recién liberado marcha hacia los suyos para anunciarles la Buena Noticia de su propia salvación.

Nosotros hoy enfrentamos una legión de ideologías que legitiman la violencia sobre los más débiles y la manipulación de todos los seres humanos. Nuestra lucha sería vana si no supiéramos de antemano que podemos vencer, de la mano de Jesús. Si nos abandonamos a nuestras fuerzas, terminaremos derrotados, porque esta fuerza tiene un carácter sobrehumano, pero si lo hacemos en Jesús, seremos más que vencedores.

ORACIÓN
Bendito Dios, ayúdanos para que la proclamación de la buena noticia como testimonio de encuentro personal contigo  en medio de la comunidad sea siempre liberadora y generadora de vida y con tal autoridad que todo aquello que desespere, angustie y lleve a la oscuridad, sea derribado por la fuerza de la palabra en tu nombre. Amén



“Fuiste creado(a) para ser libre; disfruta de la verdadera libertad”

Martes 2 de Febrero de 2016

Presentación del Señor

“ENTREGAR A DIOS LA OFRENDA DE LA PROPIA EXISTENCIA”

PRIMERA LECTURA
MALAQUÍAS 3,1-4

"Entrará en el Santuario el Señor a quien vosotros buscáis”

Así dice el Señor: "Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar -dice el Señor de los ejércitos-. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos."  Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Malaquías, como tantos otros profetas del Señor, hasta Juan Bautista inclusive, anunció un Día descrito con vigorosos y turbadores trazos. El Día de refinar los corazones y hacer aparecer la verdad de cada uno frente a Dios. Para ese Día, anuncia este profeta, el Señor entrará en su santuario. Y el Señor entró en su Santuario. Es lo que celebramos hoy: Jesús entra en el templo. Y sin embargo, su entrada es humilde y reconocida sólo por unos cuantos humildes.

Aparentemente aparece una contradicción, frente al mensaje tremendo que venía de los profetas: se anunciaba fuego y llegó calidez; se anunciaba juicio y llegó salvación; se anunciaba temor y llegó mansedumbre.  Bien está el anuncio del juicio que despierta la conciencia, pero  mucho mejor es el evangelio de la conversión, de  aquello que nos dice: "no he venido por los justos sino por los pecadores". Bien está el temor, pero mejor la mansedumbre que nos atrae al bien y a la reconciliación. Bien está el fuego, pero mejor la calidez que acoge al hombre peregrino, agotado del camino y hastiado de sí mismo. Bien esta Jesús con su mensaje de amor y esperanza.

SALMO RESPONSORIAL: 23
R. /El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.

 ¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria. R.

 -¿Quién es ese Rey de la gloria?
 -El Señor, héroe valeroso;
 el Señor, héroe de la guerra. R.

  ¡Portones!, alzad los dinteles,
 que se alcen las antiguas compuertas:
 va a entrar el Rey de la gloria. R.

  -¿Quién es ese Rey de la gloria?
-El Señor, Dios de los ejércitos.
 Él es el Rey de la gloria. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Después de enunciar las condiciones morales para que el culto a Dios tenga sentido, se dramatiza la entrada de Dios, Rey de la gloria, al templo. En la liturgia se aplica este salmo a la entrada de Cristo al santuario celestial, a su glorificación definitiva. De Él también se puede decir que es el Rey de la gloria. La conducta de los que buscan al Señor debe corresponder a su profesión de fe.
SEGUNDA LECTURA
HEBREOS 2, 14-18

Tenía que parecerse en todo a sus hermanos

Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también Jesús; así, muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaba la vida entera como esclavos. Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo. Como él ha pasado por la prueba del dolor, puede auxiliar a los que ahora pasan por ella. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La carta a los Hebreos, nos dice que Jesús quiso tener nuestra misma sangre, para destruir con su muerte al diablo y todo lo que nos esclavizaba, ofreciéndonos la libertad. Este texto nos resalta la estrecha solidaridad que une a Cristo con los seres humanos, comparte nuestra carne y nuestra sangre, por eso Él como nosotros también pasa por el dolor, sufrimiento, enfermedad y muerte; pero al morir cambia el sentido de esta: convierte la muerte y el dolor en instrumento de redención para todos los hombres y mujeres. Tan solidario con nuestro ser de humanos, que no nos puede ser extraño verlo obedeciendo y ser llevado por sus padres a cumplir con la tradición judía de la Presentación en el templo (1 Samuel  1,22-24) y en la consagración al Señor y ofrecimiento al sacrificio.

LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 2,22-40

“Mis ojos han visto a tu Salvador”

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al Señor", y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un par de tórtolas o dos pichones." Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel." Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, diciendo a María, su madre: "Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma."

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el Evangelio de Lucas  de hoy, María y José, obedientes a la ley de Moisés, llevan al pequeño Jesús ante el templo de Jerusalén en el día de la purificación (Yonki-pur).  Lucas y su comunidad además de enseñarnos sus costumbres quiere presentarnos a Jesús como la gran Revelación de Dios.  Por eso, al igual que en los relatos de Navidad, donde aparecen unos binomios de personajes (María e Isabel), hoy también nos muestran  dos personajes, Simeón y Ana, que se incorporan en la escena de Navidad y proclaman al niño como el Mesías, sobre el cual las promesas de Dios son cumplidas. Simeón reconoce al niño y entona un cántico de alabanza, gratitud y de gozo, por poder experimentar el cumplimiento de la promesa de Dios. Simeón lanza dos importantes afirmaciones: 1. Del niño se dice que será signo de contradicción en el mundo. 2. A María le advierte que una espada atravesará su alma. De otro lado Ana, nombre que significa “felicidad, bendición” (Génesis 30,13), también ella le da al relato, una tono ya no de tristeza sino más bien de alegría. Coloca a María como modelo de esperanza, de gozo, en Ana, Dios nos recuerda la hermosa vida y la practica o trabajo asiduo de tantas mujeres de nuestra sociedad, familia y comunidad, que mediante su ayuno, oración, entrega y servicio, son testigos validos, creíbles y esperanzadores  de la revelación de Jesús como Mesías.  Hoy la invitación es a que le demos gracias a Dios en el testimonio de Ana  en el evangelio por la bendición que significan tantas mujeres, tejedoras de vida y de esperanza. Y todos preguntémonos hoy   ¿tiene nuestra vida cristiana algo de Simeón y de Ana?     

ORACIÓN
Señor, de verdad hoy queremos  entregarte la ofrenda que más te agrada de tus hijos e hijas, y es la integridad de nuestra vida, manifestada en el servicio comprometido por el bienestar de los demás. Esto no es fácil, pues el mundo nos distrae y desvía del verdadero sentido de la vida con el que nos creaste.  Por eso te suplicamos haz lo que sea necesario para que siempre estemos prestos para cumplir tu voluntad y poder ser perfume agradable a Ti. Amén

“Agrada al Señor, entregando tu servicio comprometido
por el bienestar de los demás”


Miércoles 3 de Febrero de 2016


“PROFETAS DE LA VERDAD Y DEL AMOR COMO JESÚS”


PRIMERA LECTURA
2SAMUEL 24,2.9-17

“Soy yo el que ha pecado, haciendo el censo de la población. ¿qué han hecho estas ovejas?”

En aquellos días, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: "Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo." Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil. Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: "He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura."
Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: "Vete a decir a David: "Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré."" Gad se presentó a David y le notificó: "¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres días de peste en tu territorio. ¿Qué le respondo al Señor, que me ha enviado?" David contestó: "¡Estoy en un gran apuro! Mejor es caer en manos de Dios, que es compasivo, que caer en manos de hombres."
Y David escogió la peste. Eran los días de la recolección del trigo. El Señor mandó entonces la peste a Israel, desde la mañana hasta el tiempo señalado. Y desde Dan hasta Berseba, murieron setenta mil hombres del pueblo. El ángel extendió su mano hacia Jerusalén para asolarla. Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: "¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia." El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando a la población: "¡Basta! ¡Detén tu mano!" Palabra de Dios.

REFLEXIÓN
Muchas cosas del Antiguo Testamento pueden parecernos injustas, mágicas o primitivas, según los ojos modernos. Es injusto que una persona haga algo y otras paguen, como lo que vemos en la primera lectura de hoy. Suena a mágico eso de que Dios haga depender de un diálogo la suerte de todo un pueblo.
Nos puede parecer extraño que un censo sea pecado, pero el problema del censo no es el contar gente, sino que esta medida se podía interpretar como un signo de orgullo, de independencia con respecto a Dios, como una excesiva confianza en los medios humanos, pretender apoyarse en las propias fuerzas; y también el pretender justificar las victorias a partir de la propia habilidad militar, o de la reunión de fuerzas humanas, pretender reducir la obra de Dios, la obra de la salvación de Dios a causas enteramente mundanas. Y esto significa quitarle la gloria a Dios para erigirnos nosotros como autores de nuestra propia salvación. Es la pretensión de quitarle la gloria a Dios y pretender que podemos responder de nuestra vida y podemos darle la gloria a nuestra vida, presentándonos como única causa de nuestra propia salvación.
También este texto nos deja otra lección, sobre todo, que el pecado tiene consecuencias y que esas consecuencias no son sólo personales sino que afectan en realidad y a fondo la historia de otras personas. Si cada gobernante meditara que su corazón es el lugar donde tiene que encontrarse con la verdad de su conciencia y con la voz de Dios, ¿no es verdad que tendríamos mejores gobiernos y gobernantes?.

SALMO RESPONSORIAL: 31
R. / Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito. R.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: "Confesaré al Señor mi culpa",
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.

Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará. R.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación. R.
OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
En este salmo, la primera parte es una acción de gracias a Dios por el perdón recibido, la segunda es una instrucción sobre la confianza en el amor de Dios. Todos debemos reconocer que fallamos, pero que somos perdonados por Dios, quien nos envió a su Hijo para  asegurarnos su indulgencia y toda la inmensidad de su amor.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6,1-6

“No desprecian a un profeta más que en su tierra.”

En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: "¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" Y esto les resultaba escandaloso.
Jesús les decía: "No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa." No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La aceptación de la misión de Jesús por parte del pueblo sencillo corre pareja al rechazo de sus familiares y paisanos. Si sus parientes lo buscan es porque consideran que está fuera de sí (Mc 3, 21.31-34). A Jesús le desprecian por conocerle y por tener un oficio humilde como ellos. Es decir, por ser uno de ellos. En respuesta, Jesús no se enoja, sino que se sorprende de lo despistados que están sus paisanos: no tienen ojos para el acontecer de Dios en la vida diaria. La religión no es para ellos un camino cotidiano, sino una actividad que se realiza en la sinagoga y en el Templo. ¿Cuántas veces nosotros actuamos de la misma forma? Permanecemos completamente despistados y no aterrizamos con nuestras opciones religiosas para dar significado a los acontecimientos maravillosos de la vida cotidiana. Esperamos grandes predicadores, pero difícilmente escuchamos a la vecina que nos narra la salvación de su economía doméstica, o la historia de la mamá que logra rescatar a un hijo alcohólico o drogadicto (Lc 15, 1-31). Jesús no narra nunca cataclismos inexplicables, sino la acción de un Dios que nos salva en la vida cotidiana.

ORACIÓN
Danos por favor Señor una conciencia abierta para reconocer nuestros propios errores, y ayúdanos a enmendarlos y evitar que volvamos a caer en ellos. Tú sabes que todo lo que hagamos en contra de lo que has creado, que haga daño y rompa la armonía, va contra ti. Necesitamos que nos ayudes a actuar conforme a tu voluntad, a no confiar solo en nuestras fuerzas, a no jactarnos de nuestros éxitos, sino a ser humildes y sencillos, a vivir confiadamente en ti. Amén.


“La tragedia más grande de una persona, familia o sociedad es ignorar o apartarse del amor de Dios”

Jueves 04 de Febrero de 2016


“CUMPLIR LA MISIÓN CON FIDELIDAD”

PRIMERA LECTURA
1REYES 2,1-4.10-12

“Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, Salomón, sé un hombre!”
Estando ya próximo a morir, David hizo estas recomendaciones a su hijo Salomón: "Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas del Señor, tu Dios, caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, mandatos, decretos y normas, como están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todas tus empresas, dondequiera que vayas; para que el Señor cumpla la promesa que me hizo: "Si tus hijos saben comportase, caminando sinceramente en mi presencia, con todo el corazón y con toda el alma, no te faltará un descendiente en el trono de Israel.""
David fue a reunirse con sus antepasados y lo enterraron en la Ciudad de David. Reinó en Israel cuarenta años: siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. Salomón le sucedió en el trono, y su reino se consolidó. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Empezamos hoy la lectura del primer libro de los Reyes que continua narrándonos la historia del primer pueblo de Israel a partir de la muerte de David, las últimas recomendaciones que da el rey a su hijo Salomón, quien le sucedió en el trono y llevó el reino a su máximo esplendor, conservando el estilo propio de la formación, de la tribu, de la comunidad del Deuteronomio: “Guarda las consignas del Señor, tu Dios caminando por sus sendas, guardando sus preceptos, como están escritos en la ley de Moisés”.  Es todo un programa de actuación para un rey que debe ser eficaz políticamente, pero a la vez un humilde servidor de Dios. Si procede así, Dios le dará éxito a todos sus proyectos  y le mantendrá la promesa de la permanencia de la casa de David sobre el trono de Israel, de la cual saldrá el Mesías Salvador. Nadie, al margen del Señor puede ser plenamente hombre, libre y feliz. Por eso la gran invitación o lección de esta primera lectura es la de estar siempre dispuestos a, no sólo a caminar en su presencia, sino a escuchar su Palabra, vivirla y celebrarla en comunidad y ponerla en práctica.          
SALMO RESPONSORIAL: INTERLECCIONAL: 1CRÓNICAS 29,10-12
R. / Tú eres Señor del universo.
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R.

Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R.

Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
David bendijo al Señor, el tomo la iniciativa de reconocer su magnificencia y poder. Necesitamos ser adiestrados (as) para también lograr hacerlo, así sin ningún interés, esperando que se nos den las cosas como nosotros deseamos, o estar saludables, con trabajo sino que simplemente debemos alabarlo porque vemos que Él está por encima de todo y nos ha demostrado su gran amor misericordioso. Esto se ha vivido en los escogidos de Dios, a través de los siglos.

LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6,7-13
“Los fue enviando”
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús instituyó al grupo de los doce para estar con Él, aprendiendo la asignatura del reino en el camino, en la vida diaria, escuchando sus enseñanzas y siendo testigos de sus milagros, verdaderos signos del reino. No solo los nombra para enviarlos a predicar sino para expulsar demonios. Ahora les ofrece el discurso del envío donde vemos que el método evangelizador forma parte del contenido. Ir pobremente, desarmados, con sandalias, pero sin dos túnicas. En una palabra: ligeros de equipaje, como una “tropa ligera”. Lo que van a anunciar es abundancia para el pueblo en “casas, hermanos, madre, hijos y hacienda” (10,29-30) pero deben anunciarlo como un movimiento de pobres anunciando la vida nueva con medios pobres. Los envía de dos en dos para dar a entender que nadie es dueño del proyecto, que es un movimiento en marcha, que es un trabajo en equipo, que el primer mensaje evangelizador es la vida de ese equipo, de esa comunidad. La tarea va dirigida a las casas, tarea con frecuencia difícil. Lo que hacen ahora los discípulos es lo mismo que han visto hacer a Jesús: proclamar un mensaje, el del reino, la buena noticia de la revolución de Dios, acompañarla con signos, expulsando demonios y sanando enfermos.

ORACIÓN
Señor, gracias por tu Palabra que nos anima, por la misión a las que nos llamas, aquí estamos para ir a donde nos envíes, para anunciarte en el lugar que nos instales, para dar testimonio y hablar de la obra que has hecho y haces en nosotros; te pedimos nos hagas ligeros de equipaje, desprendidos, disponibles, llénanos de tu Espíritu Santo para ser ejemplo para otros y que nuestra vida hable de ti. Amén.


“Se evangeliza no solo con la palabra, sino también con signos y gestos concretos a favor de la persona humana”

Viernes 05 de Febrero de 2016

“LA LUZ BRILLA EN MEDIO DE LA OSCURIDAD”

PRIMERA LECTURA
ECLESIÁSTICO 47,2-13

“De todo corazón amó David a su Creador, entonando salmos cada día”
Como la grasa es lo mejor del sacrificio, así David es el mejor de Israel. Jugaba con leones como con cabritos, y con osos como con corderillos; siendo un muchacho, mató a un gigante, removiendo la afrenta del pueblo, cuando su mano hizo girar la honda, y derribó el orgullo de Goliat. Invocó al Dios Altísimo, quien hizo fuerte su diestra para eliminar al hombre aguerrido y restaurar el honor de su pueblo. Por eso le cantaban las mozas, alabándolo por sus diez mil. Ya coronado, peleó y derrotó a sus enemigos vecinos, derrotó a los filisteos hostiles, quebrantando su poder hasta hoy.  De todas sus empresas daba gracias, alabando la gloria del Dios Altísimo; de todo corazón amó a su Creador, entonando salmos cada día; trajo instrumentos para servicio del altar y compuso música de acompañamiento; celebró solemnemente fiestas y ordenó el ciclo de las solemnidades; cuando alababa el nombre santo, de madrugada, resonaba el rito. El Señor perdonó su delito y exaltó su poder para siempre; le confirió el poder real y le dio un trono en Jerusalén. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Después de escuchar durante varios días la historia de los orígenes del reinado en Israel, y particularmente como una crónica de la vida de David, ahora la Iglesia nos ofrece una especie de resumen en forma de himno o de poesía.  Es un cántico que encontramos en el libro Eclesiástico,  que hace como un resumen de lo que es y lo que significa David en  el pueblo de Dios. Se presenta,  de manera sencilla, su falta, su pecado, y se  hace  sólo para decir que está perdonado. Dice aquí: "El Señor perdonó su delito y exaltó su poder para siempre"
Este texto es como una secuencia de alabanzas a Dios por David, y por eso, así como se cuenta que Dios le dio fortaleza, y se cuenta que Dios le dio inspiración, así también se cuenta que le dio perdón.  El perdón no es aquí un insulto para David, sino una alabanza para Dios;  no es para humillar a David, sino para ensalzar a Dios; el perdón no es para recordar un mal pasado de David, sino para proclamar un bien presente, siempre presente de Dios. El perdón que Dios le otorgó se convierte en una luz más, en una belleza más de la vida de David.  Es bien interesante reconocer que David también es recordado por la calidad y alegría de su oración. Mientras que otros hombres grandes son recordados por lo que hicieron para su propia gloria, para acrecentar sus riquezas, fama o territorios, la Biblia alaba a David fundamentalmente porque David supo alabar a Dios. Más que ante un rey, un filósofo, un artista o un pensador, estamos frente a un hombre que quiso amar y que de algún modo supo amar a Dios. Es la primacía de este amor lo que realmente importa aquí, y su expresión propia  en la oración de alabanza.
SALMO RESPONSORIAL: 17
R. / Bendito sea mi Dios y Salvador

Perfecto es el camino de Dios,
acendrada es la promesa del Señor;
 Él es escudo para los que a Él se acogen. R.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
 Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
 y tañeré en honor de tu nombre. R.

Tú diste gran victoria a tu rey,
 tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre. R.

OREMOS CON EL SALMO Y ACERQUÉMONOS  A SU CONTEXTO
Alabanza a Dios (puesta en la boca de David) por la protección que obtuvo en su lucha contra diversos enemigos. La presencia de Dios se manifestó en medio de la tormenta. El tono guerrero de este salmo podemos tomarlo como una imagen literaria y aplicarla a realidades nuevas, en el orden espiritual. También estamos en lucha con el pecado, con el mal con la muerte. Dios es el único que puede iluminar nuestras tinieblas.  


LECTURA DEL EVANGELIO
MARCOS 6,14-29

“Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado”
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: "Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él." Otros decían: "Es Elías." Otros: "Es un profeta como los antiguos." Herodes, al oírlo, decía: "Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado." Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
¿Por qué causa o proyecto ‘perdemos la cabeza’? En el lenguaje cotidiano existe la expresión ‘perder la cabeza’, sinónimo de realizar una gran locura o de actuar de una forma poco comprensible. Juan es decapitado en prisión por una locura de su gobernante Herodes, pero el Bautista no llega allí por accidente, sino como consecuencia de su testimonio. Marcos nos narra que Juan es arrestado al comienzo de la misión de Jesús (Mc 1,14) y los otros evangelios nos dicen que su constante denuncia de las perversiones de los gobernantes provoca pronto una fuerte represión contra él. Durante su prisión, Juan no cesa de exhortar al rey a observar el camino que la Ley de Moisés exige al gobernante de Israel. En esto sigue el camino de muchos profetas bíblicos, aunque sin caer nunca en el servilismo, ya que es consciente de que hace el llamado a un hermano de su propio pueblo.
Nosotros ahora debemos preguntarnos, ¿qué nos hace perder la cabeza? ¿Serán las locuras del consumismo, de la violencia, del fanatismo religioso, del sedentarismo? O, atendiendo al llamado de Jesús, ¿estamos dispuestos a ‘perder la cabeza’ por Él y su evangelio? (Mc 8,34-38).

ORACIÓN
Bendito Señor, que a pesar de los momentos de equivocación en los que hayamos tenido que pasar en el camino, que en nuestro corazón siempre esté el deseo de cumplir tu voluntad y permanecer  en una vida recta, llena de tu amor y sabiduría. Necesitamos ser luz en medio de esa oscuridad que se aprovecha del poder para alcanzar sus propios intereses.  Amén

“Cuídate de privarte de las verdaderas riquezas de la vida persiguiendo

 sólo las materiales”