“INSISTIR EN LA ORACIÓN”
PRIMERA LECTURA
MALAQUÍAS 3,13-20ª
“Mirad que llega el día, ardiente como un horno”
"Vuestros discursos son arrogantes contra mí -oráculo del Señor-.
Vosotros objetáis: "¿Cómo es que hablamos arrogantemente?" Porque
decís: "No vale la pena servir al Señor; ¿qué sacamos con guardar sus
mandamientos?; ¿para qué andamos enlutados en presencia del Señor de los
ejércitos? Al contrario: nos parecen dichosos los malvados; a los impíos les va
bien; tientan a Dios, y quedan impunes."
Entonces los hombres religiosos hablaron entre sí: "El Señor
atendió y los escuchó." Ante él se escribía un libro de memorias a favor
de los hombres religiosos que honran su nombre. Me pertenecen -dice el Señor de
los ejércitos- como bien propio, el día que yo preparo. Me compadeceré de
ellos, como un padre se compadece del hijo que lo sirve. Entonces veréis la
diferencia entre justos e impíos, entre los que sirven a Dios y los que no lo
sirven. Porque mirad que llega el día, ardiente como un horno: malvados y
perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir -dice el Señor de
los ejércitos-, y no quedará de ellos ni rama ni raíz. Pero a los que honran mi
nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas."
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Leemos el texto de Malaquías que, más que un nombre, sería un título:
“mensajero del Señor”. El momento histórico en que habla este mensajero sería,
a mediados de siglo V a C, cuando el Templo de Jerusalén ya ha sido
reconstruido y, por tanto, el culto y el sacerdocio están funcionando. El
pueblo, desanimado porque aún no se cumplen las antiguas promesas entra en la
apatía religiosa y en una actitud de desconfianza hacia Dios, lo cual se refleja
en el culto y en la ética del pueblo. Como Job, aquí resuena la duda: “no vale
la pena servir al Señor”. La pregunta es inquietante ¿por qué al malvado le va
bien, mientras que al justo le va mal?. Malaquías entonces, responde en el día
definitivo (el día final) se hará sentir la justicia divina. La suerte de los
justos y de los malvados no podrá ser igual. En el último día se sabrá porque
era necesario caminar según los preceptos del Señor.
¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena y por qué los que hacen
el mal la pasan tan bien?. Es la pregunta de tantos que no entienden el
silencio de Dios y quisieran que la cizaña fuera ya separada del trigo y que un
rayo fulminara a todos aquellos que no reciben a Jesús. Pero Dios tiene
paciencia. Jesús enseña a no precipitarse a no adelantar el juicio, sino a dar
tiempo (un tiempo que no es eterno) a la libertad y a la conversión. Malaquías
nos asegura que Dios aunque aparentemente calla, lleva cuenta de nuestras
buenas obras, se da cuenta de todo y no se dejará ganar en generosidad, dando
el ciento por uno a quienes permanezcan en su amor.
SALMO RESPONSORIAL: 1
“Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.”
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
Será como árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este
salmo, introducción a todo el salterio, proclama la dicha de seguir fielmente
la voluntad de Dios, manifestada para el israelita en la Ley. Se contrapone a
la suerte que tendrán los que siguen el camino opuesto. Jesús también
proclama dichosos a los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen. Seguir el
buen camino es seguir a Jesús, camino, verdad y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 11,5-13
“Pedid y se os dará”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de
vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo,
préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada
que ofrecerle." Y, desde dentro, el otro le responde: "No me
molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo
levantarme para dártelos." Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si
no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se
levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis,
llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que
llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le
dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un
huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar
cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo piden?" Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús nos propone pedir al Padre a través de la oración, movidos por el
Espíritu Santo, con fe, con el corazón abierto, con la certeza de que vamos a
ser escuchados y con una actitud dispuesta a aceptar su voluntad, aun cuando no
nos conceda de forma inmediata lo que hemos pedido. Pero no por eso vamos a
juzgarle, ni vamos a sentir rencor contra él, ni tampoco le haremos responsable
de nuestros errores. Tenemos que tener confianza y ser perseverantes en la
oración, descubrir que la vida que tenemos no es tan absurda y complicada,
reconocer abiertamente a través de los hechos el rostro de Dios que nos ama. Él
es ternura, compasión, fluidez. Habremos de ser constantes en nuestras
oraciones, pedir desde el alma, para tener una mayor comunicación con él como
Padre. Ojalá compartamos la convicción de Jesús, de que Dios nunca dará nada
que no sea útil y saludable para quienes se empeñan en vivir la Palabra y en
seguir por el camino que él nos enseña. Y cuando invocamos a Dios, aún
estaremos hablando y él ya nos habrá escuchado.
ORACIÓN
La imagen que tenemos de ti Padre Santo, es la que nos reveló tu Hijo
Jesucristo, no la de un Dios lejano y castigador, sino la de un Padre y
Madre justo, liberador y que nos ama entrañablemente. Necesitamos de tu
Espíritu Santo en todo momento, para no cansarnos de orar, de buscarte y para
continuar transmitiendo esta imagen a nuestro prójimo de un Dios amoroso y
misericordioso que nunca nos abandona y siempre quiere lo mejor para nosotros. Oramos,
damos gracias y bendecimos la vida de Ivonne Táutiva en su cumpleaños. Amén
“Cristo nos exhorta a orar con confianza y
perseverancia; la abundancia de amor y de confianza, nos llevan a la certeza
que Él es quien puede darnos lo que más nos conviene”
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